La Sala del Senado realizó un emotivo homenaje a la Federación de Trabajadores del Cobre (FTC) y se sumó a los actos de conmemoración de los 60 años de su creación, resaltando su aporte fundamental en el ámbito sindical y social.
La instancia, estuvo a cargo de los senadores Isabel Allende, Ximena Rincón, Baldo Prokurica y José Antonio Gómez, quienes se refirieron a los principales hitos de la agrupación sindical que ha tenido a lo largo de su historia.
Durante homenaje, estuvieron presentes sus principales dirigentes liderados por su presidente, Raimundo Espinoza; el vicepresidente, Héctor Rocco y el secretario general, Jeremías Olivares.
En la oportunidad, hizo uso de la palabra la senadora Allende, a nombre de las bancadas del Partido Socialista y del Partido Por la Democracia, y recordó muy especialmente a Héctor Olivares Solís, uno de los fundadores de la federación y ex diputado socialista.
«Logró tempranamente cambiar los campamentos por casas dignas para obreros y empleados, impulsaron la construcción de escuelas, hospitales y centros de recreación. En lo legislativo, ayudaron a que se estableciera el estatuto de los trabajadores del cobre, el contrato permanente para los quienes hacían labores discontinuas, ayudaron a perfeccionar la Ley de Seguridad del Trabajo, el cambio de la calidad jurídica de obrero a empleado y muchas otras», señaló.
A nombre de la bancada de Renovación Nacional, Unión Demócrata Independiente y Comité Independiente, Prokurica recordó que la FTC forma parte de importantes organizaciones como la CUT, la Federación Internacional de los Trabajadores de la Metalúrgica y la Confederación Sindical Internacional.
En tanto, Rincón recordó la histórica lucha de la agrupación durante la década de los ´70 y ´80, donde «los vimos movilizados primero, a favor de la nacionalización y luego, de la chilenización del cobre».
El senador José Antonio Gómez a nombre del comité del Partido Radical Socialdemócrata sostuvo que la historia y la lucha de estos trabajadores del cobre comenzó inclusive antes de la fundación de la Confederación.
«Durante años ellos tuvieron que convivir con elementos tóxicos. Antes de 1951, ellos recibían pagos en pesos chilenos y los empleados extranjeros lo hacían en dólares. Es por eso, que los años de esfuerzo y reivindicaciones sociales, nos confirma que el sindicalismo debe continuar», concluyó.
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