El obispo castrense Juan Barros Madrid respondió este martes a las imputaciones formuladas por el ex feligrés de la Parroquia El Bosque de Providencia, Francisco Gómez, quien en la antesala de su declaración judicial ante la ministro en visita del Caso Karadima Jessica González, aseguró haber sido víctima del sacerdote y haber denunciado los hechos en 1984, a través de una carta al entonces Arzobispo de Santiago, cardenal Juan Francisco Fresno.
A través de un comunicado, Barros dijo «lamentar profundamente las acusaciones que se han hecho a una persona que está muerta y que aquí no se puede defender, el querido Monseñor Juan Francisco Fresno Larraín; de cuya altura espiritual y moral miles y miles fuimos testigos. Su gran bondad y rectitud, su generosa entrega pastoral y destacado servicio a la Patria, deben quedar para siempre en la gratitud de todos».
En ese marco, aseguró que «jamás tuve conocimiento», de alguna carta dirigida al purpurado o que se haya desechado o roto cualquier tipo de misiva.
«Se señaló que un grupo de seis o siete jóvenes habría ido a entregar personalmente la carta a Monseñor Fresno ante mi presencia, y que Monseñor Fresno habría ordenado romperla. Reitero que esto último no sucedió», afirmó en la nota.
El Obispo Barros calificó como «lamentable» estar involucrado en los hechos, luego que el mismo Gómez asegurara que él presenció supuestos actos impropios de Karadima con menores de edad.
«Se ha estado faltando gravemente a la verdad. Yo rezo y confío en Dios para que en la Justicia se llegue a saber la verdad en su totalidad», sentenció.
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