Los diputados de la comisión de Salud, Enrique Accorsi (PPD) y Karla Rubilar (RN), se refirieron a las denuncias de un programa de televisión sobre el excesivo uso de la sal como preservante y para aumentar el peso de los alimentos procesados, resaltando el impacto negativo que esto provoca en la salud, al igual que el azúcar.
Accorsi indicó que «respaldamos en forma amplia y categórica la necesidad de que exista una norma chilena sobre la cantidad de sodio y azúcar que deben tener los alimentos elaborados por cada 100 gramos, lo que no necesitaría ley, sino un decreto del ministerio de Salud».
«Creemos que esto es impactante en la salud pública y permitirá salvar muchas vidas. Países como Finlandia la han dictado hace como 30 años, y han disminuido en forma importantísima la diabetes y la hipertensión», indicó.
El parlamentario además propuso que se dispongan recursos del presupuesto para implementar campañas durante todo el año sobre vida saludable y que se especifique de manera visible la cantidad de sal y azúcar que tiene la comida «chatarra».
Por su parte, Rubilar resaltó además la relevancia que tiene que tener el ministerio de Educación en este tema, respecto a las becas alimienticias que se entregan.
«No es posible que los esfuerzos que se ven en el ministerio de Educación, de rotular, etiquetar y normar un máximo de sal y de azúcar, se vean en contraposición con ticket de compra de alimentos en lugares como McDonald’s o Kentucky Fried Chicken», afirmó.
En ese sentido, la legisladora hizo un llamado al titular del ramo, Joaquín Lavín, a regular de una vez por todas, cómo se compran las colaciones que se entregan por Junaeb.
«No puede hoy día el ministerio de Educación, entregar recursos para que nuestros estudiantes se alimenten mal. Por eso hacemos un llamado a modificar rápidamente este tema y ojalá en conjunto ambos ministerios se coordinen como corresponde», concluyó.
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