«Un juez, uno de los valores que debe cultivar, es la prudencia». Con esas palabras el vocero de la Corte Suprema, Nibaldo Segura, se refirió al incidente generado en el Octavo Juzgado de Garantía de Santiago, donde se discuten las audiencias de preparación del juicio oral del Caso Bombas y en que el juez Luis Avilés reprochó duramente el trabajo del Ministerio Público, calificándolo como de «cuarta categoría».
El magistrado, consultado hoy por su opinión sobre el hecho, manifestó que como regla general el juez debe «cuidar las formas y el fondo de su comportamiento dentro y fuera de los tribunales».
«Cualquier infracción a este principio general me parece que no es propio de un juez que sea ecuánime y que sea correcto, además de claro y garantista. El juez que transgrede estas normas y que fácilmente se violenta en su proceder, pareciera que debe su carácter amoldarlo o amoldarse él a esta forma de actuar de los jueces», dijo Segura.
Ayer el pleno de ministros de la Corte de Apelaciones acogió a trámite una queja disciplinaria presentada por el Ministerio Público en contra del magistrado y le ordenó, en un plazo de cinco días, emitir un informe sobre el hecho en cuestión, además de solicitar el audio de la audiencia donde se registraron las críticas.
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