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Día del Patrimonio: Tía Rica’ abre sus puertas y enseña a reconocer autenticidad de joyas


La Dirección General del Crédito Prendario, más conocida como «La Tía Rica» participará, por cuarto año consecutivo, en el Día del Patrimonio, por lo que abrirá las puertas al público de su sucursal más antigua, el edifico de calle San Pablo con Capuchinos.

Las personas podrán concurrir entre las 09:00 y las 14:00 horas del domingo 29 de mayo, oportunidad en la que no sólo podrán conocer acerca de la historia de esta popular institución, ya que tendrán la oportunidad recibir clases gratuitas de reconocimiento de metales, que les permitirá a los visitantes, a través de simples consejos prácticos, dilucidar si las joyas que recibieron de regalo, que han sido heredadas o que compraron alguna vez en el comercio son realmente de oro o las piedras que poseen dichas alhajas son verdaderamente preciosas.

Los interesados además podrán tasar gratuitamente sus alhajas para saber el valor monetario de estas y así tener presente cuánto sería el préstamo que les daría «La Tía Rica» en caso de dejar en garantía dicha especie.

Otro atractivo que tendrá la Dicrep en el Día del Patrimonio será la apertura de la bodega donde se resguardan los diferentes tipos de objetos que los chilenos dejan en garantía a cambio de un crédito, destacando la presencia de varios instrumentos musicales y de una esfera de la vida de marfil avaluada en el mercado en más de 5 millones de pesos.

Durante la jornada la Dirección General del Crédito Prendario instalará en el exterior, por calle San Pablo, una exposición con los avisos publicitarios mediante los que se daba a conocer un organismo estatal que fue creado en 1920 por iniciativa del diputado de la época Francisco Huneeus Gana, con el fin de combatir la usura a la que se veían expuestos muchos chilenos cuando concurrían a pedir dinero en agencias privadas de empeño.

El organismo, que hoy depende el Ministerio del Trabajo y Previsión Social, fue bautizado en sus inicios como Caja de Crédito Popular, pero el pueblo la llamará después (y hasta nuestros días) cariñosamente como «La Tía Rica», en alusión a la figura de la pariente que siempre salva a la familia con préstamos o con herencias inesperadas en caso de apuro.

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