A través de un comunicado de prensa, el Poder Judicial negó que la jueza Karen Atala haya lanzado una taza de café a una mujer que la increpó por haber resuelto el cierre de una investigación en contra de un religioso franciscano acusado de presuntos abusos sexuales contra menores de edad.
En el mensaje difundido esta tarde, se informó que la magistrado del 14º Juzgado de Garantía de Santiago fue «agredida» al terminar la audiencia en la puerta de entrada de los tribunales de calle Huérfanos.
«La magistrada salió unos minutos del edificio. Al regresar, las personas que se habían manifestado en la audiencia contra de su resolución, la increparon y arrinconaron y la magistrada soltó el vaso de café que portaba. Luego de eso ingresó nuevamente al edificio y regresó a la sala de audiencia», dice la nota de prensa.
En ese contexto se dejó en claro que todos los hechos ocurrieron fuera de la sala de audiencia del tribunal.
El caso que afecta a un religioso franciscano (cuya identidad fue prohibida de entregar por la jueza Atala) se inició con denuncias de abusos sexuales contra menores de la Villa O’higgins de La Florida en 2009. Recién el 26 de mayo de 2010 se formalizó al hombre -de profesión periodista- y se decretó la suspensión condicional del procedimiento por el plazo de un año, dictándose la prohibición de acercarse a las víctimas por parte del imputado.
El 3 de mayo de este año se presentó un requerimiento a la fiscalía de La Florida para revocar la suspensión del proceso a raíz de nuevas denuncias de abusos contra otras niñas del lugar ocurridas hace algunos meses. Como la audiencia de hoy se realizó fuera del plazo de un año dictado por el tribunal para la cerrar el caso, la jueza Karen Atala determinó la prescripción de la causa y el cierre de la misma.
El abogado querellante Gustavo Lorca anunció que recurrirá a la Corte de Apelaciones para impugnar la decisión y que presentará una queja disciplinaria contra la magistrado por su actuación.
Karen Atala se hizo conocida tras presentar una demanda contra el Estado de Chile ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, por la negativa de un tribunal de darle la tuición de sus hijos por su condición sexual.
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