El Tribunal Oral de Quillota sentenció a un año de presidio menor, con remisión condicional de la pena y sujeto a la vigilancia de Gendarmería, al profesor identificado con las iniciales J.C.V.G, imputado de besar en la boca a una alumna de la comuna de La Ligua.
En el fallo, los magistrados acogieron la tesis de la Fiscalía, en orden a establecer que un beso de las características y en las circunstancias señaladas constituye un abuso sexual, más aún cuando este acto fue cometido por quien estaba encargado de la educación de la víctima.
El caso ocurrió en noviembre de 2008, cuando una estudiante de 16 años del Liceo Cordillera, del sector Chincolco, en la comuna de Petorca, pidió ayuda a su maestro para realizar una tarea de matemáticas.
El educador, si bien dictaba clases de otras materias, constantemente ofrecía ayuda a la adolescente pues fue su alumna en educación básica. Confiando en él, la menor se quedó en el recinto al finalizar la jornada y se dirigió con éste a una sala de clases, donde quedaron solos.
Sentados ambos en un escritorio, de pronto el maestro dejó de ayudarle con su tarea y comenzó a abrazar a la menor para luego besarla en su frente, en forma reiterada, y luego tomarla a viva fuerza y de ambos brazos para besarla en la boca, introduciéndole su lengua, situación que sólo cesó cuando la niña logró zafarse y huir del lugar.
En su hogar la niña no comentó lo ocurrido, pero al día siguiente informó de este hecho a una inspectora y a otra docente, tras lo cual se estampó la denuncia ante Carabineros.
Con los antecedentes el jefe del Ministerio Público de La Ligua, Luis Cortez Muñoz, dispuso una serie de diligencias, entre ellas peritajes sicológicos y el testimonio de diversas personas, para aclarar las circunstancias del hecho y, en lo posible, acreditar la comisión de un delito que por sus características es muy difícil de probar.
Para el fiscal Cortez «este caso demandó un delicado trabajo investigativo, por la complejidad que supone probar un hecho en el cual intervienen presencialmente solo dos personas, pero el Tribunal Oral de Quillota finalmente ratificó que un beso sí constituye un acto de connotación sexual que puede afectar la indemnidad de la víctima, más aún en el contexto de profesor-alumna, materia en la que se registran muy pocos casos con jurisprudencia en nuestro país».
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