La Fiscalía de Valparaíso pidió el máximo de pena que permite la ley contra un menor de edad que el 10 de septiembre de 2011 participó en el robo con homicidio de un repartidor de helados y confites en Valparaíso.
La víctima, D.F.M, de 63 años, se encontraba frente a una panadería en Rodelillo, a las 18:50 horas, cuando fue interceptado por dos jóvenes que a punta de escopetas hechizas intentaron robarle el dinero que portaba.
El heladero se encontraba acompañado por su nieto de 14 años de edad, y opuso tenaz resistencia al atraco, por lo que recibió un disparo en el abdomen ante la mirada aterrorizada de su descendiente, quien era encañonado en esos instantes por F.H.L, de su misma edad.
Junto a un paquete de papas fritas, único «botín» con el que huyeron del lugar, los antisociales terminaron llevándose también la vida del trabajador, quien sufrió un shock hipovolémico y murió días después en el hospital Carlos van Buren.
El caso fue investigado por el fiscal Gonzalo Marks, y llevado a juicio por el fiscal Carlos Parra, quien obtuvo del tribunal de Garantía una sentencia condenatoria cuyo veredicto será dado a conocer el sábado, a las 10 horas, en el Tribunal Oral en lo Penal de Valparaíso.
Al ser el imputado F.H.L. un menor de 14 años de edad, la Fiscalía solo pudo pedir el máximo de la pena establecida por la Ley de Responsabilidad Penal Adolescente: 5 años de internación en régimen cerrado.
De haber tenido el joven imputado entre 16 y 17 años, la pena posible podría llegar a los 10 años de cárcel, castigo corporal, en todo caso, siempre inferior al que se aplica a los adultos por el mismo delito.
El coautor en este caso se encuentra con orden de detención pendiente.
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