El 21,9% de 420 compañías encuestadas por la Cámara de Comercio de Santiago CCS mantuvo la percepción de que la inestabilidad externa es el aspecto más desfavorable del entorno.
Según el informe económico del Departamento de Estudios de la CCS este porcentaje es sólo marginalmente inferior al 22,5% de diciembre último, lo que sugiere que ni el rescate de Grecia ni el canje de deuda soberana lograron despejar en forma contundente el panorama global.
«La inestabilidad externa se mantuvo como el epicentro de las preocupaciones de las firmas. Así, este porcentaje es segundo más alto observado en los últimos seis años, y supera 2009, en plena crisis global, que alcanzó a 12,4%», señala el estudio.
Igualmente revela que «a diferencia del trimestre anterior, las aprehensiones respecto a la inestabilidad del escenario externo se tornaron extraordinariamente similares entre los diferentes tamaños de empresas. El 22% de las grandes y medianas empresas considera este aspecto como el de mayor riesgo y el 21% en las pequeñas. Esto marca una diferencia respecto de lo observado en diciembre de 2011, en que un porcentaje mucho más elevado de grandes empresas (31%) señalaba este aspecto como el de mayor riesgo y, en cambio, uno bastante inferior en las pequeñas (16%)».
Dicha nivelación en la percepción de complejidad externa se ha posibilitado en buena medida por la persistencia de las incertidumbres en el tiempo, lo que ha permitido permear la capa de empresas más pequeñas, normalmente rezagadas en la asimilación del entorno económico.
De hecho –según el informe-, son en general las grandes empresas las que tienen mayor capacidad de detectar riesgos externos, debido a su mayor grado de globalización.
Por otra parte, al evaluar esta misma fuente de preocupación, pero clasificando las firmas por actividad económica, se aprecia que la Industria, de por sí más ligada a los mercados externos, concentra la mayor dosis de preocupación por este aspecto. Un 24% de las empresas del rubro industrial lo señala como el factor de mayor preocupación, vs. 22% en Servicios y 18% en Recursos Naturales.
En tanto según el estudio la estabilidad económica interna, que ocupó la segunda línea de preocupaciones en diciembre de 2011, perdió relevancia y se desplazó en forma significativa en el mapa de preocupaciones. En esta oportunidad sólo un 7,7% de las firmas señaló este aspecto como el más complejo, en lugar del 14,1% de fines de 2011.
La pérdida de relevancia de la inestabilidad interna como fuente de incertidumbre para las empresas es consistente con la rápida aceleración de la actividad económica a partir de noviembre de 2011. El crecimiento del Imacec saltó rápidamente, en cuestión de dos meses, de su punto más bajo en octubre de 2011 (2,9% en 12 meses) a un 6,9%, el registro más elevado del segundo semestre.
Costos, conflictos sociales y tipo de cambio
La CCS sostiene que así como la estabilidad interna ha perdido relevancia en la agenda de preocupaciones empresariales, la han ganado los costos, el tipo de cambio y la conflictividad social.
El factor costos fue principalmente referido al aumento del precio de los combustibles. Esta fuente de aprehensiones es la tercera en importancia en la medición de marzo, y fue mencionada por el 11% de las empresas, en lugar del 9% de diciembre y el 5% de septiembre de 2011. Su mayor incidencia se da en la Industria (13% de las menciones) y la menor en el sector de Recursos naturales (7%).
Por su parte el análisis por tamaño deja ver la mayor vulnerabilidad competitiva de las pequeñas empresas, en las que alcanza el 14% de las menciones, en lugar del 7% que ocupa en las grandes y el 11% de las medianas.
Los conflictos sociales, por su parte, volvieron a surgir con fuerza, al alcanzar un 8,3% de las menciones totales, superando holgadamente el 4,1% de diciembre de 2011. En esta oportunidad fueron citados los conflictos sociales regionales del norte y sur del país, restableciendo el nivel de aprehensiones de septiembre de 2011 (7,7%), en plena movilización estudiantil.
El informe además sostiene que sin embargo se aprecia una gran divergencia entre sectores de actividad respecto a este eje de preocupaciones. En el rubro de servicios alcanza un 12% de las menciones, posiblemente por el carácter más urbano asociado a este rubro, en tanto que en recursos naturales, no existen menciones explícitas.
El tipo de cambio, por su parte, ocupó en segundo lugar en la agenda de preocupaciones, con el 17,8% de las menciones, siendo especialmente importante en la industria (24%).
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