El presidente de la Asociación de Armadores de Buques Pesqueros y Plantas Procesadoras de Productos del Mar (Anapesca), Rodrigo Vial, aseguró que la licitación de las cuotas de pesca es la única forma de asignación transparente y que permite la real libre competencia.
De esta forma, el dirigente gremial desestimó las declaraciones del ministro de Economía, Pablo Longueira, quien afirmó que «lo mejor es asignar cuotas indefinidas».
A su juicio, la autoridad quiere justificar su intensión de entregar las cuotas de pesca a perpetuidad a un grupo de industriales, conocidos como las «7 familias».
«Quienes quieren evitar la transparencia en la asignación de las cuotas han tejido una serie de explicaciones basadas en informaciones incompletas que sólo buscan justificar la medida, no actuar con la verdad ni por el bien del país. Para esta asociación gremial, la licitación de las cuotas de pesca sería la única forma de asignación transparente y la que permite la real libre competencia», recalcó.
Según Vial, los países que asignaron cuotas sólo por historia están haciendo todo lo posible por recuperar la propiedad de los recursos pesqueros para el Estado.
«Muchos de esos países no tienen idea quiénes son hoy los verdaderos dueños de los recursos. Luego de asignados a los elegidos, las cuotas fueron vendidas por éstos a terceros, quienes viven de la rentas de las cuotas. Estos países, al darse cuenta del error, ahora han encontrado nuevos mecanismos de asignación como la licitación o subasta de cuotas periódicamente», advirtió.
Respecto de los argumentos usados por quienes están en contra la idea de licitar las cuotas de pesca, como el que «los extranjeros se apoderarán de la pesca en Chile», Vial señala que es justamente lo contrario.
«Si no se licitan las cuotas por períodos de tiempo determinado y simplemente se asignan para siempre a un grupo de privilegiados por cualquier concepto, título histórico o mayores influencias con ciertos sectores políticos, éstas pueden ser vendidas a extranjeros o nacionales, también para siempre, sin posibilidad de que el Estado las pueda recuperar. Además, la ley de navegación no permite que empresas extranjeras operen en Chile. Ahora, lógicamente, dirán que las licitaciones no son necesarias; claro, si prefieren el regalo directo y sin competir», resaltó.
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