El mayor déficit argentino de que se tenga registro profundiza la peor caída del mercado de bonos del mundo en vías de desarrollo y hace que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner dependa más de las reservas del banco central para pagar deuda.
La brecha presupuestaria casi se quintuplicó en el primer semestre y llegó a los 10.600 millones de pesos (US$2.300 millones), dijo el Ministerio de Economía la semana pasada, mientras que era de 2.200 millones de pesos en igual período del año pasado. El mayor déficit que registran datos que se remontan a 1993 contribuye a la declinación de 5,7 por ciento de los bonos argentinos en dólares este año, la caída más importante entre los grandes mercados emergentes, según los índices EMBI Global de JPMorgan Chase Co. La deuda de Brasil retornó 8,3 por ciento, mientras que los valores venezolanos subieron 16 por ciento.
Los bonos gubernamentales argentinos caen a medida que el creciente déficit alimenta el temor a que el gobierno aumente su utilización de reservas en moneda extranjera para cumplir con los pagos y prive al país de moneda dura. El gobierno usó US$7.500 millones del banco central el año pasado, lo que hizo declinar las reservas un 11 por ciento, a US$46.400 millones. Las reservas de Brasil treparon 22 por ciento en el mismo período, mientras que las de Colombia crecieron 13 por ciento. “No pueden seguir pagando deuda con reservas indefinidamente, sobre todo cuando hay déficit fiscal”, dijo Mauro Roca, un estratega de Deutsche Bank AG en Nueva York, en entrevista telefónica. “El financiamiento de la deuda con el banco central tiene sus límites. Es una solución que sólo puede funcionar a corto plazo”.
Funcionarios de prensa del Ministerio de Economía no contestaron un correo electrónico de Bloomberg en el que se les solicitaba declaraciones.
Valor relativo La caída de este año de los bonos gubernamentales argentinos con denominación en dólares ha llevado a un aumento de 169 puntos básicos, o 1,69 puntos porcentuales, de los rendimientos, a 13,03 por ciento, según JPMorgan. Los rendimientos de la deuda brasileña en dólares han declinado 59 puntos básicos, a 3,79 por ciento, indican los datos.
El gasto creció 33 por ciento en junio respecto de igual período del año pasado, mientras que los ingresos aumentaron 29 por ciento. Los pagos de seguridad social constituyeron un 49 por ciento del gasto y un 28 por ciento se dedicó a subsidios, según el Ministerio de Economía.
Los ingresos son menores que el gasto conforme la segunda mayor economía de América del Sur se estanca. La actividad económica declinó 0,5 por ciento en mayo respecto de igual mes del año pasado, la primera caída desde julio de 2009. La producción industrial se redujo más de 4 por ciento en junio por segundo mes consecutivo, la mayor declinación bimensual en una década, informó el instituto nacional de estadísticas el 20 de julio.
“El creciente déficit demuestra que el gobierno no instrumentó las políticas anticíclicas adecuadas, y ahora nos dirigimos a una recesión sin recursos fiscales”, dijo Hernán Lacunza, un ex gerente general del banco central.
