La promesa del secretario de Hacienda de México Luis Videgaray de abstenerse de intervenir en el mercado monetario significa que los bonos del país probablemente mantengan la mayor alza de América Latina.
Los bonos del gobierno en pesos este año rindieron 9,7 por ciento en términos de dólares, el rendimiento más alto del mundo luego de la deuda en moneda local de las Fililpinas, según los datos de Credit Suisse Group AG. El peso mexicano subió 3,4 por ciento este año, más que ninguna de las principales monedas del mundo.
Aunque los pares regionales de Perú a Colombia compran dólares para debilitar sus monedas, Videgaray, que preside el comité de funcionarios del Ministerio de Hacienda y el banco central que fija la política monetaria, ayer dijo en la Cumbre Económica de Bloomberg en México que el país permitirá que el tipo de cambio sea “fijado libremente por el mercado”. Los rendimientos de los bonos de referencia en pesos con vencimiento en 2024, de los cuales Pacific Investment Management Co. es el mayor tenedor, cayeron a un mínimo récord de 4,88 por ciento la semana pasada en tanto Standard Poor’s evalúa elevar la calificación crediticia del país.
“La moneda flexible es una de las razones de entrar al país”, señaló Jens Nordvig, responsable mundial de estrategia divisas de Nomura Securities International Inc., en la cumbre económica de Ciudad de México. Hay “flujos constantes que tienen potencial para correr en todos los meses”.
Nordvig pronostica que el peso se fortalecerá 3,6 por ciento a unos 12 por dólar para fin de año y podría tener un alza aún mayor si el gobierno sanciona leyes que abran la industria petrolera a más inversiones privadas y aumenten la recaudación impositiva.
‘Amortiguador’
La política de divisas de México “sin duda se ha convertido en un amortiguador de los diferentes impactos que pueden producirse en los mercados financieros internacionales”, declaró ayer Videgaray en la cumbre de Ciudad de México.
El ministro de Hacienda de Brasil Guido Mantega utilizó el término “guerra de monedas” en 2010 para criticar a las naciones industrializadas por aplicar políticas que debilitaban su tipo de cambio.
El banco central de Colombia comprará alrededor de US$3.500 millones en el mercado monetario del 1º de enero al 31 de mayo después de adquirir más de US$4.800 millones el año pasado, ha dicho el gobernador del banco central José Darío Uribe. El banco central de Perú compró US$3.900 millones de la moneda estadounidense este año, tras adquirir un récord de US$14.000 millones en 2012, para debilitar el sol luego de que aumentara la entrada de capitales.
Desde noviembre de 2011, el banco central de México ofrece US$400 millones diarios de sus reservas a un tipo de cambio del peso por lo menos 2 por ciento más débil que el nivel del día anterior para limitar la volatilidad de la moneda. El comité monetario de México suspendió la venta de opciones en dólares en parte para frenar los aumentos del peso cuando lanzó las subastas diarias.
