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Inversores preocupados por brecha de ingresos alrededor del mundo y dicen que gobiernos deben intervenir


Los inversores internacionales dicen que la brecha entre ricos y pobres dificulta el crecimiento económico y que los gobiernos deberían actuar para reducir la desigualdad de ingresos, según la Encuesta Global Bloomberg.

Cincuenta y ocho por ciento de los encuestados globales dicen que la disparidad obstaculiza la economía y 68% dicen que los gobiernos deben abordar el problema, según el sondeo realizado los días 16 y 17 de enero que abarcó a 477 inversores, operadores y analistas suscriptores de Bloomberg. Los encuestados estadounidenses están divididos con respecto al tema.

La brecha de ingresos aparece como un tema clave para la reunión anual de esta semana del Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, en momentos en que el crecimiento global se acelera y suben los precios de los activos.

El presidente Barack Obama advirtió en diciembre sobre una “amenaza fundamental al sueño americano” y el Papa Francisco atacó en noviembre la “nueva tiranía” de “una economía de exclusión y desigualdad”.

“Es verdaderamente una de las tareas más urgentes y delicadas para los gobiernos en los próximos 10 años”, dijo uno de los encuestados, Mario Cribari, de 40 años, responsable de gestión de activos en Veco Invest SA en Lugano, Suiza. “El salario real más bajo de la gran mayoría de la población” y una economía “muy polarizada” crean el riesgo de “un estancamiento social, de la inversión y el consumo” y “una posible agitación social”.

Mayor amenaza

Un estudio realizado la semana pasada por el foro de Davos relativo a 31 riesgos identificó la divisoria de ingresos como el riesgo más posible para la economía global durante el próximo decenio. La disparidad –impulsada por la globalización y potenciada por la última crisis financiera- amenaza con engendrar pobreza y desorden social, dijo.

Oxfam, una organización de beneficencia para el desarrollo, publicó un informe antes del foro en el cual se demostraba que las 85 personas más ricas controlan actualmente tanta riqueza como la mitad más pobre de la población global.

En 2012, el 10 por ciento más rico de los estadounidenses ganó una proporción de ingresos más grande que en cualquier otro momento desde 1917, según Emmanuel Saez, economista de la Universidad de California en Berkeley. Quienes se sitúan en el decil más alto de la distribución del ingreso ganaron por lo menos US$146.000 en 2012, casi 12 veces lo que ganaron los del decil inferior, muestran datos de la Oficina del Censo.

Los inversores dentro de los Estados Unidos no están tan alarmados por la brecha como sus homólogos extranjeros.

Entre los encuestados estadounidenses, 52 por ciento dicen que la desigualdad obstaculiza el crecimiento en tanto 46 por ciento dicen que no; 51 por ciento dicen que corresponde que la política gubernamental ataque la disparidad, en tanto un 48 por ciento dice que no.

“El ingreso es una consecuencia directa del esfuerzo invertido para ganarlo”, dijo en la encuesta Ron Anari, de 57 años, vicepresidente primero de la oficina de ICAP Plc de Jersey City, New Jersey, el corredor interbancario de la deuda pública estadounidense. “Nuestra desventaja mayor no es la desigualdad de ingresos del 2% más alto desde el 2% más bajo sino la destrucción sistemática de la clase media mediante dádivas que crean una clase con derechos y complaciente”, dijo en un correo electrónico.

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