Desde Chelsea Handler a Nicki Minaj, estas palabras deberían servir de consuelo para todas aquellas que se encuentren en esta difícil situación.
En estos momentos, el aborto sigue siendo ilegal en Irlanda e Irlanda del Norte, excepto en circunstancias muy especiales. La elección de Trump supone una seria amenaza al derecho al aborto en los EE.UU., sobre todo, con las últimas noticias que apuntan a que el gobierno republicano de los Estados Unidos planea retirar los fondos destinados a los programas de planificación familiar con efecto inmediato. A finales del pasado año, Polonia estuvo a punto de aprobar un proyecto de ley para ilegalizar el aborto totalmente, incluso en los casos en los que el embarazo hubiera sido resultado de una violación. Nosotras te traemos el ejemplo de diez mujeres valientes que han hablado sin tapujos sobre sus propias experiencias con la intención de acabar con el estigma que rodea todo lo relacionado con el aborto.
El Dr. John Sharpe de Londres, quien en 1957, una década antes de que en Inglaterra se legalizara el aborto, arriesgó su carrera al ayudar a abortar a una americana de veintidós años que se iba a la India.
Sólo sabía que ella había anulado un compromiso en su país y que se iba en busca de un destino desconocido, pero dijo, «Tienes que prometerme dos cosas. Primero, que no le darás mi nombre a nadie. Segundo, que harás con tu vida lo que te apetezca’.
Querido Dr. Sharpe, creo que a usted, que sabía que las leyes eran injustas, no le importaría si le digo esto tanto tiempo después de su muerte:
Lo he hecho lo mejor que he podido.
Este libro es para usted.
«No aborté una, sino dos veces en un año. Me dejó embarazada el mismo tipo. Pero la segunda vez no tenía dinero y tuve que reunir yo sola los 230$ que costaba la clínica, pero, al menos, fue un aborto seguro.
Dos embarazos no deseados fueron una irresponsabilidad por mi parte, pero aun así, tuve que meditar mucho lo que quería hacer. Todos cometemos errores. La cagué dos veces con 16 años. Afortunadamente, recapacité y pude abortar de manera legal sin poner en riesgo mi salud ni arruinar a mi familia.
Ahora tengo 41 años y no me arrepiento de lo que hice».
«Todavía me siento como si fuera una quinceañera, contándole a todos que estaba embarazada y que iba a abortar. Todavía me siento como aquella persona que decía ‘se debería hablar de esto mucho más, no tengo nada de lo que avergonzarme'».
Al descubrir que estaba embarazada: «Pensé que me iba a morir. Era una cría. Ha sido la situación más difícil que he tenido que afrontar en mi vida.» Acabó abortando, una decisión que dice «me ha perseguido toda la vida,» a pesar de que era la mejor opción para ella en ese momento. «Sería contradictorio decir que en aquellos momentos no estaba a favor del aborto. Pero no me sentía preparada. Además, no tenía nada que ofrecer a un niño».
Nicks confirmó los rumores que existían desde hacía mucho tiempo que afirmaban que una de sus canciones más conocidas ‘Sara’, en parte, trataba sobre el hijo que concibió con el líder de los Eagles, Don Henley, y que luego abortó:«Si me hubiera casado con Don, hubiera tenido ese bebé y si hubiese sido una niña, se habría llamado Sara».
O’Connor confesó por qué escribió la canción ‘My Special Child’ que trataba sobre su experiencia con el aborto:«No me sentía culpable por haber abortado. Si hubiera tenido el niño, yo no habría sido la madre que él se hubiera merecido. No habría funcionado. En lo que a mí respecta, el espíritu de ese niño se ha ido, pero quizá vuelva algún día».
«Me quedé embarazada cuando tenía catorce años. No me venía la regla. No se lo dije a nadie. Me entró el pánico. En ese momento tenía más miedo de contar lo que me pasaba que de ir al parque con un gancho para la ropa, como así hice».
«Hubiera sido impensable tener un hijo. Él no tenía ni un duro, yo tampoco tenía nada y soy de las que piensa que si vas a traer un niño a este mundo tienes que hacerte responsable de ese niño… Estoy convencida de haber tomado la decisión correcta».
«No sé si me arrepiento de no haberlo tenido. A veces sí, a veces no. Pero entonces pienso qué hubiese pasado con mi carrera».
«He tenido tres abortos. Sí, estás leyendo bien. Tres. Son cosas que pasan, pero es curioso que nadie le pida a los hombres que expliquen su parte de responsabilidad en un embarazo no deseado (o tres).
Sin embargo, creo que tengo que explicarlo, porque sé que tres abortos parecen muchos.
Así que allá voy. Nunca tomaba la píldora (por sus efectos secundarios), así que dejé de intentarlo; una noche me enrollé con un tipo (estaba demasiado borracha para controlar la situación) que juró que había usado condón cuando en realidad no lo había hecho (aborto número uno); tuve una relación tóxica con un individuo que le gustaba controlarme y que mostraba su desprecio por las mujeres en general, y por mí en particular, al negarse a usar preservativo y, en esos momentos yo era una persona muy vulnerable y estaba demasiado enamorada para protestar (aborto dos); y luego metí la pata con alguien completamente adorable, porque esas cosas también pasan (aborto tres).
Tres situaciones absurdas; eso es lo que muchas veces se esconde tras los embarazos no deseados».
«Aborté. Fue una decisión acertada para mí y mi marido y no fue una decisión difícil de tomar. Antes de convertirme en presidenta de Planned Parenthood hace ocho años, no había hablado de ello más que con mi familia y con mis amigos más cercanos. Pero ahora estoy aquí para contarlo, en un momento en el que cuando los políticos discuten y gritan sobre el aborto, están hablando de mí y de millones de mujeres de todo el país».
Fuente: elle.es