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Ceremonia mística de la maternidad: Qué es un rito Blessingway y en qué se diferencia de un baby shower Embarazo

Ceremonia mística de la maternidad: Qué es un rito Blessingway y en qué se diferencia de un baby shower

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Milca Pérez
Por : Milca Pérez Porteña, diseñadora, creativa, viajera y mamá. Ha trabajado para organizaciones internacionales y en proyectos independientes en temas de educación y maternidad desde donde reside (por ahora), Australia. www.milcaperez.com
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Milca Pérez estaba embarazada y ansiosa por la llegada de su tercer hijo. Como muchas mujeres habló con sus cercanos sobre crianza y buscó nueva información en medios de comunicación e internet. Fue así como conoció la ceremonia llamada Blessingway, que honra el poder femenino antes del parto. Ahora cuenta su experiencia en primera persona.


Estaba en un taller aprendiendo a hacer unas coronas de flores naturales para mi cabeza, cuando me nació hacer el comentario con las otras mujeres asistentes: “Me imagino haciendo esta corona con mis amigas en mi babyshower”. Fue entonces cuando una de las asistentes comentó que ella había asistido a una ceremonia llamada “la bendición de la mamá” donde hicieron una corona de flores como regalo para la futura mamá, entre otros ritos.

Al rato, también recordé haber leído un artículo similar y, desde entonces, la curiosidad de saber más sobre esta misteriosa ceremonia se apoderó de mis minutos libres para averiguar en qué consiste, de dónde viene y saber más detalles de la ceremonia conocida como Blessingway.

En mi búsqueda de información, tomé contacto con la Universidad de Bibliotecas de Nuevo México (UNM) y su director de Iniciativas Digitales me respondió con algunos artículos originales (digitalizados en inglés) de la historia del Blessingway que hoy comparto de forma resumida en extractos de los manuscritos escritos por los padres Franciscanos en una de sus misiones a la cultura Navajo en 1898.

“Los indios Navajos tienen una ceremonia tradicional basada en coros que cantan frecuentemente, una familia muy rara vez deja pasar más de seis meses sin tener un Blessingaway, un ceremonial usado para bendecir y asegurar la buena suerte, salud y bendición para toda la familia… La ceremonia es realizada para madres expectantes muy poco antes de la fecha de nacimiento del bebé y también a los hombres jóvenes antes de ir a la guerra.

«El nombre del rito es traducido como Blessingway, pero no hay una traducción exacta. En el lenguaje Navajo el término engloba todo lo que es interpretado como bueno -lo contrario de lo diabólico-. La intención del rito es asegurarse de un resultado de bienestar en cualquier estado de la vida. La ceremonia se basa en la simplicidad: canciones, baños de burbujas de yuca y rezos. También se usan tatuajes con pinturas naturales extraídas de vegetales, pétalos de flores y polen”.

Personalmente he vivido dos babyshowers fantásticos, llenos de alegría, juegos, emociones y regalos materiales valiosos y bellos para la crianza que nos sirvieron mucho y ahorraron dinero.

Sin embargo, la historia de la cultura Navajo y su ceremonia Blessingway, me ha inspirado y hecho reflexionar en lo necesario que puede llegar a ser una ceremonia simple enfocado en lo espiritual. A veces recibir como mamá toda la energía positiva, bendiciones y sabiduría de tu grupo de mujeres más cercano puede ayudarnos de manera diferente a este viaje llego de desafíos.

No creo que se deba elegir o un babyshower o una ceremonia Blessingway, creo que son ambos muy diferentes que ni siquiera se pueden comparar. Si dependiera de mí, yo elegiría ambos. Y es que a diferencia de los baby shower, que se centran más en el bebé y las cosas materiales que se necesitan para su llegada, rituales como el Blessingway se centran en la madre, y pueden ser tan distintos como somos distintas las madres.

Cada una es libre de escoger o sugerir a su tribu cercana sus creencias y necesidades primordiales, pues la idea no es ofender a la familia y amigos que organizan felices el babyshower para darte regalitos y un momento de celebración.

Ser madre por primera o quinta vez trae experiencias distintas y las necesidades van a cambiar y quizás el circulo que nos rodea también cambie. Lo importante es que toda mujer merece ser honrada, cuidada, sentirse hermosa y ponderosa en armonía con su cuerpo y energías para tener un viaje seguro y feliz a la maternidad. Porque cada parto es diferente, porque somos únicas y especiales y porque el poder femenino tiene un profundo impacto en cada una de nosotras.

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