Propuesta de ley
Candidata a diputada propone que se incluyan las terapias sicológicas sexuales en el sistema público para mejorar la vida sexual de los chilenos. ¿Qué dicen los expertos? «No toda la sexualidad tiene que ver con orgasmos», advierte Constanza Michelson.
Recientemente la empresa Gfk Adimark dio a conocer una encuesta de sexualidad, donde un 75% de los entrevistados dijo que había tenido relaciones en el último mes. Además, el 22% de los encuestados confesó haber utilizado lubricantes, un 13% dijo que ha usado disfraces, la misma cantidad señaló haber usado juguetes eróticos o internet para “sexting”, y solo un 8% tomó viagra.
Parece ser que la sexualidad de los chilenos se está volviendo un tema importante y de preocupación electoral. De hecho, la candidata a diputada Natalia Castillo (RD), incluso propuso una iniciativa que se ha llamado «Ley Orgasmo» y que, principalmente busca incorporar terapias sicológicas en materia sexual en la red de salud pública.
«Las personas que ganan más dinero pueden acceder a terapias sicológicas sexuales en el sistema de salud privado, pero el gran porcentaje de la población no tiene como hacerlo. Nosotros queremos que sea parte de la atención de salud primaria para que todos lleguemos a niveles de satisfacción y salud sexual óptimos, porque eso tiene efectos en nuestro día a día, en la calidad de nuestras relaciones de pareja e incluso en nuestra expectativa de vida», señaló en La Cuarta.
Castillo propone hacer accesible este tratamiento a los Centros de Salud Familiar (Cesfam) y consultorios, para darles mayor cobertura.
También sostuvo que hay una ausencia de educación sobre el tema. «La mayoría de los programas de educación sexual impulsados desde el Estado están destinados a sectores de la población en edad fértil y solo se remiten a temas reproductivos (como prevenir el embarazo con el uso de métodos anticonceptivos)», dijo.
Sin embargo, la preocupación por la salud sexual ya había sido planteada por la candidata presidencial Carolina Goic (DC) quien propuso un programa de sexualidad integral en un eventual gobierno. Entre sus iniciativas se incluye la entrega gratuita de viagra o fármacos para tratar la disfunción eréctil en consultorios e impulsar un programa de educación sexual desde el nivel preescolar, lo que incluye retomar las Jocas y crear unidades de atención en cada uno de los consultorios para que los jóvenes vayan y pregunten, para prevenir embarazos adolescentes y enfermedades de transmisión sexual.
La candidata ha dicho que lo que quiere es implementar la prevención e informar sobre temas de sexualidad para que sea «plena, informada y segura».
¿Qué dicen los expertos?
La sicóloga Maribel Corcuera destaca que «parte de la salud mental es la salud sexual. Según lo que vi, la candidata (Castillo) lo pone como un tema aparte que hace que suena más llamativo, pero sea cual sea el enfoque es un tema importante».
En ese sentido, la especialista sostiene que es necesario que en todas las etapas de la vida se trabaje el tema de la sexualidad. «La gente se preocupa cuando ya está el problema en la relación sexual con una pareja, pero si se trabajara desde antes es muy probable que existirían menos problemas», señala.
«La sexualidad sana es parte vital de la vida, la autoestima, etc, por lo tanto te repercute en todo si no está bien. Además que es un tema tan oculto que solo lo hace peor», enfatiza.
El sicólogo y sexólogo Rodrigo Jarpa es más tajante con respecto a la propuesta de Castillo. «Creo que es demagogia y necesidad real. Ahora, si sale y lo cumple, bienvenidos sean los orgasmos y ojalá que no sea solo eso y sea más integral», manifiesta. Y agrega: «Ya estamos llenos de leyes en el sexo. Lo triste es que nos llenamos la boca con el discurso de que nos hemos liberado. Pero el bienestar sexual integral -que va mucho más allá de los orgasmos- es una necesidad de la sociedad completa y desde los 0 a los 169 años».
Por su parte la sicóloga y especialista Constanza Michelson valora la preocupación por la salud sexual como parte de la salud mental. «Encuentro interesante que el sistema público pueda ampliar su cobertura de salud mental. La verdad es que en depresión, por ejemplo, son muy pocas sesiones y el tema de salud mental requiere tiempo. Además el sistema privado también cubre súper poco, o sea es un tema que está bien dejado de lado y Chile tiene unas tasas altísimas de incidencia en trastornos de salud mental, por lo tanto en temas de sexualidad me parece interesante».
Sin embargo, la terapeuta no está de acuerdo con el enfoque que se le ha dado a la iniciativa. «No me gusta que se llame Ley Orgasmo porque impone una norma, pero no toda la sexualidad tiene que ver con orgasmos. También impone un tipo de idea de qué es lo que sería de antemano salud sexual. A mí me parecería más amplio que hubiera una cobertura en salud mental y quizás no acotarlo netamente a un área», explica.
Que no se vuelva normativo es lo que más destaca Michelson. «Que no sea ‘ya mujer, tú que no tienes orgasmos tienes que ir a terapia’. Hoy día los laboratorios andan buscando el famoso viagra femenino a partir de que se inventa un nuevo diagnóstico que se llama la disfunción sexual del deseo femenino que básicamente tiene que ver cuando te baja el deseo, que es parte también la vida, de las relaciones estables. No me gusta cuando se norma la sexualidad», enfatiza.
«Otra cosa es que tengamos en el sistema público mayor capacidad para atender distintos tipos de malestares, eso me parece que es otra cosa. Creo que es tramposo lo que propone, es como la idea de liberación sexual que a veces también se vuelve una nueva esclavitud. Hoy día los abuelitos tienen que ir al consultorio a buscar su pastilla para la presión, para el corazón y además tomar viagra porque hay que tirar, el que no tira está enfermo. Ahí hay una cosa que se ha vuelto como imperativo», finaliza.
