Publicidad
Coca Guazzini: «No me hubiera gustado ser hombre ni cagando» Te descubro

Coca Guazzini: «No me hubiera gustado ser hombre ni cagando»

Loreto Santibáñez
Por : Loreto Santibáñez Editora de Agenda País y Revista Jengibre. Periodista PUC con experiencia en prensa escrita, radio y TV, tanto en Chile como en el extranjero.
Ver Más

Mañana debuta con su personaje de Yolanda en Si Yo Fuera Rico, una mujer arribista, pilla, pinochetista, que encarna prácticamente todo lo contrario de lo que es esta actriz madura, sabia y divertida. En esta entrevista, analiza, con el humor que la caracteriza, a su gremio, a la industria y al exitista Chile de hoy.


Coca Guazzini lleva cuarenta años trabajando como actriz en televisión, por lo que ha visto cómo ha cambiado la industria en estos años. En medio de las grabaciones de Si Yo Fuera Rico, la nueva teleserie vespertina de Mega, se dio el tiempo para recibir a El Mostrador Braga y conversar no solo de actuación, sino también del Chile actual, de las mujeres en nuestra sociedad, de temas que están en la discusión actual como el aborto, todo con un gran sentido del humor y con una claridad dada tanto por la experiencia como por conocer y reflexionar profundamente sobre el mundo en que vivimos.

Este lunes debuta en las pantallas con su nuevo personaje, Yolanda Santander, la madre de Julia (Mariana Loyola) y suegra de Nelson (Jorge Zabaleta). «Es una mujer bastante arribista. Ella pertenece a una clase media media baja, no es profesional, pero quiere ser claramente más y va a rotear y va a encontrar poca cosa al del lado porque no tiene económicamente los bienes o el estatus que según ella debiera tener», adelanta.

Por si eso fuera poco, además es fiel seguidora de Pinochet, viuda de Carabineros y «admira todo lo que es uniforme».

-¿Hubiera votado por Kast?

-Absolutamente. Yolanda es del lado duro, es absolutamente pinochetista, no es que sea de derecha, ella está todo el tiempo recordando aquellos otros tiempos donde había mano dura, donde había que mandar, donde tenían que obedecer. Es rígida en sus conceptos: las cosas son sí o no, o eres mujer o eres hombre, estas cosas aguachentas al medio no.

– Esto de Ley de Identidad de Género o de Daniela Vega como actriz transgénero no lo entiende…

– Diría: «Qué es lo que es esto, es un hombre, es una mujer, es colita, qué es lo que es esto de ser transgéneros», o sea el entendimiento más puro de las cosas que son a o b, que es una mentalidad bastante cerrada y una mentalidad que hay harta gente que la tiene y ella pertenece a eso. Pero a la vez también es ambiciosa y además mentirosa, porque aparenta mucho que adora a los nietos, que adora su hija, pero también detrás de ella está el querer la plata, acercarse a esta familia por la plata. Aparentemente no se han visto en mucho tiempo y ella hace como que no tiene idea del premio, pero claramente sí está detrás de él. Ella es una vieja pilla, miente todo el rato, no tiene ningún escrúpulo.

-Pareciera que el sueño de todos es tener más plata, como si el dinero fuera la felicidad. ¿Yolanda encarna a esas personas? 

-Está un poco el ideal del ser humano que tiene que llegar lejos, que tiene que llegar arriba. Ella encuentra muy poca cosa a su yerno y está siempre tratando de separar a su hija, a pesar de que de que ve que la hija está contenta y que lo quiere. Es capaz de encontrar ciertos valores en él, que es buen padre, buen marido, pero es poca cosa. Es un prototipo de persona que ve el winner, alguien que tiene que ser ganador, que tiene que llegar lejos y creo que eso también refleja un poco gran parte de lo que somos, la gran competencia hoy día de los seres humanos por llegar a ser vistos, por llegar más arriba. Evidentemente que todos los seres humanos crecemos con ganas de ser más y de tener éxito en términos de que lo que tú sueñas o lo que tú te propones tratar de lograrlo en la vida, en ese sentido es el éxito, es como soñar algo y tratar de cumplirlo, no necesariamente ser el prototipo de personaje que te hace creer que es el que tiene la felicidad. Y en este caso, claro, la plata está puesta porque ahí está el sueño de muchos chilenos y sobre todo en una sociedad como la que nosotros vivimos, que es tener cosas para hacer más que ser, ser feliz en lo que tú te propones, encontrar tu propia identidad, encontrar tus propios valores, buscar en otro ámbito que no sea lo económico, en el mismo ámbito artístico, cultural, entonces en ese sentido están representados creo yo todos o muchos, una variada gama de personajes chilenos.

-Después de mucho tiempo en TVN, ahora estás en Mega donde han logrado mantener un área dramática vigente muy exitosa en todos sus horarios, a diferencia de los otros canales que ya casi no hacen teleseries o no en todos los horarios. ¿Cómo se mantiene el interés por contar las historias chilenas y reivindicar la producción nacional?

-Yo creo que Mega se ha preocupado, ha hecho un trabajo en equipo, hay hartas cabezas pensando, no es azaroso. Detrás de los contenidos hay dramaturgos escribiendo, hay un equipo que está pensando en el país y está pensando en el género de la telenovela, que es lo que hoy día ha podido conquistar a la audiencia, y eso se nota cuando un equipo trabaja así de profundo. Creo que las otras áreas dramáticas perdieron el alma y eso es lo que no está movilizando porque sin duda todos sabemos, y no creo que nadie lo ponga en duda, que la producción nacional es fundamental en un país. TVN debe volver a centrarse en una programación que tenga que ver con el canal del Estado, que nos represente a todos y que ponga las producciones nacionales, porque de hecho hay cosas buenas, que no sean en unos horarios que sean prácticamente el amanecer, que sean el horario de todos, que la gente se pueda sentar a ver buena buena producción nacional. Yo creo que están, pero no existe la paciencia de esperar o las ganas de arriesgarse, falta el riesgo de decir: «No importa, veamos qué pasa». Volvamos a poner nuestras producciones al servicio de la gente, veamos lo que estamos viviendo también, recojamos quienes somos, porque estamos en un proceso de cambio, ha cambiado todo y eso hay que recogerlo para poder empezar a mostrarlo y que se produzca la identificación con la gente. Mientras la gente se siente identificada, ve.

-¿Pero está la industria para eso? Porque hacer teleseries es caro y TVN está en una crisis financiera profunda…

-Yo lo encuentro tristísimo, no puedo imaginar que haya llegado abajo. Ahora, lo único que me queda es decir hay que renacer de las cenizas, tocar fondo absolutamente, arrastrarse por el suelo y de ahí rescatar, ver y arriesgarse. En el caso del 13 imagínate con la plata que tiene, entonces no veamos que todo tiene que ser por plata, habrá algún momento en que necesitas también no recoger tanto pero sí arriesgar y sí apostar. Y si hablamos en términos económicos, todos los grandes empresarios saben que si no apuestas y no arriesgas, nunca vas a llegar a tener lo que has imaginado tener. Entonces si este es un país que se rige por el mercado, bueno los encargados de las áreas dramáticas apuesten, si ya no hay nada que perder, ya no queda nada. Yo lo encuentro súper triste y soy afortunada y agradezco estar en este momento en Mega, porque la verdad es que yo estuve 24 años en canal 7 y tampoco es que me haya querido cambiar de canal inmediatamente, porque al otro lado le estaba yendo bien. Yo hice mi propuesta de quedarme, pero tampoco siento que ya exista el amor por la gente. Porque hay gente que rechaza que uno se cambie,  porque para la gente es importante que tú pertenezcas a algo, y de repente les provoca mucha inquietud y mucha rabia que «se fue porque aquí había más plata», pero no necesariamente. En el canal 7 ni siquiera quedaba la gente que quería rescatar a los elementos que probablemente podrían haber aportado, tampoco esta ese amor, así que si las puertas están tan abiertas no te queda más que irte.

-En este modelo donde rige el mercado que abarca los sueldos y estas diferencias entre hombres y mujeres, esta brecha salarial que está perpetuada en todas las áreas del país. ¿Cómo se viven estas desigualdades en las áreas dramáticas?

-Yo creo que eso ya está en el tapete hace rato, pero evidentemente hay que seguir luchando y no descansar. Cada vez que podamos, las mujeres debemos empoderarnos y debemos exigir que nuestras diferencias de sueldo no sean así de escandalosas. Esto existe en el país, no es de los actores, pero en los actores yo creo que se nota más porque de verdad en algunos casos hay algunos sueldos que son extremadamente altos y pienso que fue en algún minuto en que las teleseries antes las veían en las mujeres, muy pocas veces las veían los hombres más que de reojo. Pero en algún momento sí se sentaron a ver teleseries y sí se sintieron identificados, pero claro en el momento en que las veían las mujeres ellos eran los galanes, ellos eran los ídolos. Eran las mujeres las que gritaban corriendo y hasta el día de hoy pocas veces uno ve que partan los fans hombres corriendo detrás de una mujer, son mucho menos efusivos, porque los hombres son mucho más temerosos para mostrar  entonces yo creo que ahí partió esto de que ellos ganaran más, pero hoy día ya estamos en otra cosa, hoy día ya no tiene ningún sentido, ya está claro para todos, por lo tanto lo que hay que hacer ahora es luchar y no aceptar.

-¿Cómo se organizan acá para evitar esas diferencia? Porque hay elencos de grandes series internacionales donde dicen «o ganamos todos lo mismo o no negociamos» cuando tienen el poder para hacerlo, pero acá donde se cierran las áreas dramáticas, donde hay muchos actores, cómo se logra esa solidaridad en el gremio para no aceptar un rol por poca plata.

-Se corre ese peligro, el hecho de que se están cerrando las áreas dramáticas es peligroso y es malo para todos, para la industria, para los actores, para la gente, pero yo creo que hay luchas que ya están dadas y que no sé si iremos a solidarizar como de parar una producción, pero sí creo que por lo menos la solidaridad de género está bastante arraigada ya, siento que hay una comunicación entre mujeres de ponerse de acuerdo, un pensamiento bastante común en todas. Hay que dar la pelea y tal vez , si es necesario, también hay que correr esos riesgos. Por último si tú vas hasta el extremo de decir: «Hago esto que para lo que me llaman, pero quiero ganar lo mismo», no puedo aceptar tener esta vergonzosa diferencia de sueldos. Creo que en algún minuto hay que hacerlo.

-Otro tema de las actrices, también mundial, es de como la industria las castiga a medida que van envejeciendo. De hecho, Nicole Kidman en su discurso de agradecimiento en los premios SAG quiso reivindicar a las actrices sobre 40 y a las que han logrado mantenerse vigentes a pesar de la edad. Acá en Chile los actores pueden permanecer haciendo personajes importantes y las mujeres no, como si la edad no pasara por ellos o, por lo menos, se les perdona. ¿Cómo has podido mantenerte vigente?

-No existen prácticamente personajes protagónicos para las mujeres mayores, para nosotras. De hecho son muy pocos los personajes que se escriben para las mujeres mayores. Historias de amor es casi impensable y son a nivel de humor, y eso yo creo que tiene que ver con el país en que vivimos, porque si tú ves las teleseries brasileñas están llenas de viejos y viejas y llenas de amores viejos, no hay pudor. Aquí tenemos pudor con la vejez, tenemos pudor a los besos de los viejos. A mí también me daría pudor un beso intenso en primer plano, es pudoroso. Tal vez lo encontramos feo, pero porque así es este país, las viejas ya son abuelitas o mujeres que llegaron a ser mamás y las vidas pasan a través de los hijos o de los nietos, porque tu vida ya no es interesante. Habiendo montones de mujeres, no se escribe de esos casos, si no hablamos de la mamá no sirve y ahí están los conceptos de familia. Me imagino que el nuevo gobierno que vamos a tener hablará de ese concepto de familia: la madre que reúne los domingos en la mesa a su familia, a su gente, pero no la madre que se le ocurre separarse o estudiar o trabajar o crecer profesionalmente y llenarse de cosas para ella porque precisamente ya no quedan cosas en la vida para ella, aunque hay tanto que descubrir todavía.

-Lo que es contradictorio en un país que está envejeciendo más y que la vida se prolonga más. Es desconocer lo que está pasando en el país…

-Yo creo que aquí se desconoce mucho, se desconocen la mitad de las cosas. Si imagínate cuando hablamos de aborto, los que dicen que optan por la vida, es como si los otros estamos por la muerte. Hablar de aborto es muy delicado, todas las mujeres que somos pro aborto no es que pensemos en «oye, hazte un aborto» así como así. Para llegar a hacerse un aborto el ideal sería haber pasado por muchas conversaciones, por muchas reflexiones, por acompañarte de mucha gente, pero finalmente tú decides  si te lo vas hacer y nadie te puede juzgar ni condenar. Pero entonces desconocemos cuantos abortos se hacen a diario, desconocemos los tipos de familia, los tipos de amores. Saquemos a la luz, veamos lo que somos.

-¿Y qué te parece el nuevo gabinete?

-Lo más de derecha que hay. Yolanda estaría feliz, incluso querría más. Pero claro, toda esta derecha que prometió Piñera, que iba hacer una derecha como festiva, como mirando hacia la izquierda, no. La única feliz aquí es Yolanda.

-Tú trabajaste con Sebastián Lelio en la película Gloria. ¿Qué te parece esta nominación al Óscar?

-Es que Sebastián es magnífico. Mira cómo él escribe sobre mujeres y mira como le va, de eso deberían aprender. Ahí hay un ejemplo clarísimo: habla de mujeres grandes, mujeres mayores, mujeres transgénero, mujeres, mujeres, miles de mujeres que existen en el país y en el mundo, toda la diversidad de mujeres. Si las mujeres somos lo más rico que existe encuentro yo, o sea gracias a Dios somos mujeres. A mí me encanta ser mujer, si a mí me preguntaran: «¿Te hubiera gustado ser hombre con todos los privilegios que tiene el ser hombre?» diría: «Ni cagando» jajaja. Jamás, me encanta ser mujer, mirar a las mujeres, reconocernos. Somos raras, locas, magníficas, serias, sabias, esforzadas, inteligentes. ¡Vivan las mujeres!

Publicidad

Tendencias