Revista Sábado publica segundo reportaje
Los nuevos relatos tienen muchas coincidencias con los anteriores. En uno hay un motel y en el otro se habla de «clases de actuación» en su departamento con guiones e improvisaciones, que terminan en besos entre hombres mayores y adolescentes. Abreu ya ha declarado dos veces en la Fiscalía Oriente donde alega inocencia.
«Al fin cayó. Yo pensaba que Herval nunca iba a caer», con esa frase de la estudiante Luna Aballay termina el nuevo reportaje de la revista Sábado de El Mercurio, nota que se suma a la que el pasado 28 de abril, sorprendió al país con siete acusaciones de acoso contra el director de teleseries Herval Abreu, quien a estas alturas es una especie de Harvey Weistein local.
Justo durante la semana en que Abreu se acercó por segunda vez a la Fiscalía Oriente a prestar declaración, se suman tres nuevas acusaciones, dos por acoso y una por violación. Estos casos son muy importantes, ya que el modus operandi es prácticamente igual a los anteriores.
En estos momentos, la fiscal Lorena Parra investiga cuatro casos: el de Carola Paz, quien trabajó con él en la teleserie de Mega Rossabella, actualmente fuera de los medios y que lo acusó de violación; Bárbara Zemelman, guionista de Canal 13, quien lo denunció por acoso sexual ante autoridades de la estación; y las actrices Antonella Orsini y Fedra Vergara, quienes lo conocieron durante las grabaciones de Soltera Otra Vez.
En este nuevo reportaje de Sábado, se cuentan las historias de Carolina Contreras, Simoné González y la citada Luna Aballay. Las tres mujeres decidieron salir a contar sus historias tras la revelación anterior, al igual que ocurrió con el movimiento #MeToo en Estados Unidos.
Contreras relata que fue en 1998 cuando conoció a Abreu, cuando él tenía 34 años y ella, 20. Su relato coincide con el de de la Carola Paz en los detalles y sería la segunda que habla de violación. El director la invitó a comer, cena en que incluso lo escucha mentirle a su mujer. Luego, cuando le ofrece llevarla a su casa, algo que ella sintió como una imposición, se desvió a un motel: «Nunca me preguntó si quería acompañarlo». Ahí, Contreras señala que se quedó inmóvil, él le quitó la ropa y entonces «Herval comenzó a tener una relación sexual conmigo».
Historias similares de abuso de poder y acoso sexual cuentan las otras dos mujeres. Éstas son mucho más recientes, pertenecen a los años 2013 y 2016. La primera es de Simoné, quien trabajó cuando niña en teleseries y nunca tuvo una mala experiencia en esa época. Sin embargo, cuando estaba en el papel de Kiki en SOV 2, fue invitada por Abreu a su departamento para, supuestamente, ayudarla con la actuación. El director entonces le dijo que tenían que actuar una escena en que al final se besaban: ella no aceptó y zafó encerrándose en la pieza de la hija del director con llave.
La última narración pertenece a Luna Aballay. Luna hace referencia al mismo guión que varias actrices sacaron a colación en el reportaje anterior, el brasileño La Presencia de Anita, que se trata de una chica adolescente que seduce a un hombre de 50 años. Aballay asegura que nunca pudo controlar la situación y relata que el propio Abreu, cuando ya improvisaban y él se había puesto un pijama para acostarse en su cama, la invitó a acompañarlo, diciéndole: «No te voy a hacer nada. Soy un director de renombre, no puedo arriesgar mi carrera por hacerte algo». Luna, modelo y estudiante de ciencias agronómicas de la Universidad de Chile, logró irse a su casa, sintiendo tanta incomodidad, que llamó a una amiga para contarle todo y desahogarse. Hoy hace un intercambio estudiantil en Madrid.
