Sargi Santos, ingeniero en Electrónica y Computación creador de Samantha, la ha dotado con un dispositivo de inteligencia artificial para hacerla más realista.
Un ingeniero catalán ha creado una nueva muñeca sexual. Su nombre es Samantha, y se diferencia del resto por una particularidad muy especial: se niega a tener intimidad con sus dueños si no recibe cariño y respeto.
Sargi Santos, ingeniero en Electrónica y Computación creador de Samantha, la ha dotado con un dispositivo de inteligencia artificial para hacerla más realista.
La primera muestra de la muñeca fue en una feria internacional de electrónica, en la que supo responder al trato negativo que recibía, y su respuesta impactó a los asistentes.
«A Samantha le gusta ser juguetona, y quiere que la conquisten», aseguran sus creadores, quienes la ponen a la venta en Synthea Amatus.
Santos pasó meses perfeccionando un «cerebro» que él mismo diseñó para que la muñeca pudiera reaccionar a las actitudes negativas. Al no ser tratada con cariño de manera recurrente, ella se apaga.
En los países asiáticos, las muñecas sexuales muestran un índice del 80% de compra.