BRAGA
Argumentaron que las razones esgrimidas para el despido de estas dos académicas fueron «evaluaciones de productividad científica y académica. Sin embargo, estas evaluaciones fueron realizadas por quienes estaban acusados en la denuncia interpuesta, a pesar del claro conflicto de interés existente».
La Red de Investigadoras de la Universidad de O’Higgins manifestó su preocupación por las medidas tomadas por varias casas de estudio superior hacia mujeres que participaron en las manifestaciones feministas durante este 2018.
En ese marco, la red informó -a través de un comunicado- que dos de sus socias fueron desvinculadas. Se trata de las doctoras Karina Bravo y Vania Figueroa. El despido se produce luego que Bravo presentara una denuncia por acoso laboral, en la cual Figueroa testificó a su favor.
«El sumario por acoso laboral fue sobreseído el 22 de noviembre y fueron desvinculadas el 30 de noviembre. Por lo que uno supone que en esos ocho días se realizó la evaluación, ratificación por parte de los vicerrectores y finalmente, la decisión de desvincular. Además, es importante hace notar que los laboratorios de investigación de esta universidad están en construcción», dice el comunicado.
Argumentaron que las razones esgrimidas para el despido de estas dos académicas fueron «evaluaciones de productividad científica y académica. Sin embargo, estas evaluaciones fueron realizadas por quienes estaban acusados en la denuncia interpuesta, a pesar del claro conflicto de interés existente».
«Como en todos los ámbitos de nuestra sociedad, las mujeres son aún objeto de discriminación, brecha salarial, acoso sexual y laboral, y reconocimiento desigual de méritos. Invisibilizadas, y con pocas posibilidades de alcanzar puestos de decisión», sostiene la declaración.
Por último, realizaron un llamado al debido proceso y a que las evaluaciones sean transparentes, objetivas y conocidas por todos los académicos.
