BRAGA
Créditos: #NoTenemosMinistra
El año pasado, dentro de las manifestaciones digitales con mayor cantidad de firmas estuvo la petición de justicia para Antonia Barra y la solicitud de presidio perpetuo por el caso de Ámbar Cornejo.
En un contexto donde los casos de contagio por coronavirus aumentan diariamente, poder manifestarse a través de una plataforma online y ejercer presión sin exponerse al riesgo de contraer el virus, es una opción que cada día toma más fuerza. Especialmente, cuando acaba de terminar un año marcado por la violencia hacia la mujer.
Más de 7.800 peticiones y casi 7 millones de firmas, son los datos que generó Chile en torno al activismo digital. Una tendencia donde las manifestaciones en contra de la violencia hacia evidenciaron un descontento generalizado de las personas respecto a la violencia machista.
En la plataforma digital, Change.org, sorprendió la enorme cantidad de firmas que obtuvieron peticiones vinculadas a la violencia contra la mujer, como es la petición de Justica para Antonia, la que tuvo más de 190 mil firmas, posicionándose como la segunda manifestación más grande en la historia del sitio, luego de la moción por una Nueva Constitución.
Sumado a esto, la solicitud de presidio perpetuo para Hugo Bustamante y Denisse Llanos por el asesinato de Ámbar Cornejo, tuvo más de 46 mil adherentes. Pero además, la reapertura del caso de Erica Faith Hafgan, una joven estadounidense que apareció sin vida el año 2014 en el Colegio Bautista de Temuco, sumó alrededor de 38 mil firmas.
En Chile, el año 2019, del total de solicitudes se alcanzaron 63 victorias. En 2020 estas aumentaron a 109, una cada tres días, lo que implica que más de un centenar de personas lograron su objetivo apoyados por millones de personas de Chile y el mundo.
Entre estas victorias destaca el caso de Daniela y María Isabel, quienes pidieron apoyo para la aprobación del retiro forzoso para deudores de pensión alimenticia y la ampliación del postnatal de emergencia durante la pandemia. La primera medida ya ha beneficiado a miles de hijas e hijos que han sido vulnerados en su derecho de alimentos, mientras que la segunda moción se sigue discutiendo en el parlamento.
Así, en un año marcado por la pandemia, este tipo de plataformas ha permitido a los ciudadanos exigir cambios concretos a las autoridades, en base a distintas injusticias que no han podido manifestarse en las calles con la fuerza que se quisiera.
