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Recuperación del empleo femenino: un camino pavimentado, pero aún en construcción Yo opino Crédito: Marcelo Hernandez/Aton Chile

Recuperación del empleo femenino: un camino pavimentado, pero aún en construcción

María Jesús García-Huidobro
Por : María Jesús García-Huidobro Gerente de marketing de Laborum.com
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Sin duda uno de los problemas más graves que trajo la pandemia fue la pérdida de empleo de miles de mujeres, retrocediendo a un panorama desigual que pensamos habíamos comenzado a dejar atrás. Las labores domésticas y de cuidado se sobrepusieron a la vida profesional, en un año en el que muchos no pudieron separar los espacios y que, a pesar de los esfuerzos, el trabajo, tanto remoto como presencial, se volvió incompatible con el empleo de muchas. Esto trae como preocupación lo difícil que se está convierto la reinserción laboral de las mujeres.

La tendencia no es única en Chile, de hecho, un estudio del Fondo Monetario Internacional mostró que la demanda de empleo para la población femenina bajó de manera drástica y desproporcionada en comparación a los hombres tras la pandemia, sin embargo, existen en nuestro país ciertos resguardos que dan esperanza y nos hacen pensar que no todo está perdido, ya que el punto de partida no es el mismo de hace 10 años.

[cita tipo=»destaque»]Un esfuerzo por parte del Estado y el mundo privado serán claves para crear políticas que liberen a las mujeres de las cargas culturales y sociales, que todavía en muchos casos, las hacen ver como colaboradoras más caras, menos disponibles o menos capacitadas.[/cita]

El avance en políticas protección de la lactancia materna y sala cuna universal han intentado conciliar la maternidad con la vida laboral, lo mismo con la ley contra el acoso sexual, logrando que cada vez se fueran sumando más mujeres al mercado. Estos precedentes dan pie para seguir avanzando en acortar la brecha y entender qué es lo que nos falta. Un punto que nos mostró la pandemia es que estas políticas están sólo aplicadas en mujeres y madres trabajadoras, lo que termina reforzando la división sexual del trabajo y aumentando las trabas a la contratación, siendo esta situación la que debemos cambiar. Ahora es momento de dar el siguiente paso en la aplicación de dichas leyes y beneficios para ambas partes, debemos poner el foco en fomentar la corresponsabilidad.

Un esfuerzo por parte del Estado y el mundo privado serán claves para crear políticas que liberen a las mujeres de las cargas culturales y sociales, que todavía en muchos casos, las hacen ver como colaboradoras más caras, menos disponibles o menos capacitadas. El retroceso en el empleo femenino no significa solo mujeres fuera del mundo laboral, significa mujeres fuera del espacio público, fuera de las tomas de decisiones, además de la precarización en la vida de muchas familias. Necesitamos tener puestos de trabajo y cargos compatibles con las distintas realidades que viven las personas. Recordemos que las empresas con una alta contratación de mujeres, sobre todo en cargos directivos, son más productivas, lo que no sólo nos ayuda económicamente como país, sino que también a tener una sociedad más justa e inclusiva.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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