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Paula Navarro, DT de Santiago Morning femenino: “Nosotras como mujeres tenemos la capacidad de resistir, levantarnos y luchar” BRAGA

Paula Navarro, DT de Santiago Morning femenino: “Nosotras como mujeres tenemos la capacidad de resistir, levantarnos y luchar”

La entrenadora del equipo femenino de Santiago Morning, Paula Navarro, examinó la realidad del fútbol nacional y las brechas de género que existen en esta entrevista con El Mostrador Braga. “La gente cree que en el fútbol no faltan los recursos, pero eso es en el fútbol de hombres”, enfatiza.


Paula Navarro es la directora técnica del equipo femenino de Santiago Morning. Su trabajo junto al de las jugadoras y dirección, las posiciona hoy como las tricampeonas nacionales. Desde el 5 de marzo disputaron la Copa Libertadores Femenina 2020, donde llegaron hasta cuartos de final, cayendo contra Corinthians, las campeonas 2019 del torneo internacional.

La DT de Santiago Morning femenino podría haber sido la primera mujer en dirigir un equipo profesional masculino en Chile. Sería un hito, el cual significaría un paso adelante a la igualdad de género en un espacio mayoritariamente masculino como lo es el fútbol, pero esto no sucedió y Paula quedó como ayudante técnico. “No estaba en mis planes todavía dirigir un equipo de hombres. En esta industria de 99% de hombres, todos los pasos que uno da tienen que ser muy estudiados”, cuenta Navarro a El Mostrador Braga.

Ya pasado el tiempo, Paula confiesa que no estaba dentro de sus planes, pero estaba dispuesta a asumir el cargo si el club así lo necesitaba. Aunque, en sus palabras eso hubiese sido una tarea compleja. “Si yo tomaba el equipo y me iba mal con ese equipo de jugadores, el cual yo no había elegido, después iban a decir es mujer y por eso le fue mal. Es diferente cuando uno puede elegir a los jugadores”, señala.

Antes de su llegada a Santiago Morning, Paula era parte de la rama femenina de Colo Colo. Sin embargo, su paso por el equipo albo llegó hasta el año 2007, cuando, tras no llegar a acuerdo económico, dejó el club. Paula pedía que se le mantuviera el sueldo, pero esto no se concretó. Al día siguiente de su salida, la llaman desde el “Chago” Morning. En su actual club, la entrenadora tiene el mismo sueldo que el DT del equipo masculino.

El tener el mismo sueldo por un mismo trabajo debiese ser lo que ocurre siempre, independiente del género. Pero, por más que parece lógico, no sucede así y el fútbol no es excepción. Lamentablemente, la brecha salarial no es el único problema que deja al descubierto la desigualdad de género. Si no, también ocurre en las condiciones materiales que tienen los equipos masculinos versus los femeninos. Paula es enfática es señalar que “la gente cree que en el fútbol no faltan los recursos, pero eso es en el fútbol de hombres”.

Un ejemplo de lo anterior es lo que ocurre en la Copa Libertadores, donde la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) paga cerca de 1 millón de dólares por partido ganado a los quipos masculinos, mientras que al femenino 80 mil dólares. Ante esto, Paula señala que “eso es claramente la radiografía de lo que hace Conmebol. Ellos tienen un discurso muy especial donde dicen estamos trabajando para hacerlo, pero ellos son los entes rectores del fútbol sudamericano y podrían cambiarlo mañana, no en el futuro”. Además, agrega que son “muchas palabras bonitas de que van a mejorar, de que van a hacerlo. Yo llevo 16 años en la industria y siempre es lo mismo. No creo que sea una cosa de tiempo, sino de ganas”.

Ante esta desigualdad, Paula Navarro ofrece una solución: bajarle los premios al fútbol de hombre y que el 30% de esos premios fueran al fútbol femenino de Sudamérica para que los clubes puedan desarrollar el deporte en sus países. Pero, advierte, que “hay muchos intereses. El fútbol es muy poderoso. Entonces, lamentablemente, no se pueden hacer esas cosas todavía. Ojalá en un futuro no tan lejano se puedan ver esos cambios”.

¿Cómo ha sido para ti insertarte en el mundo del fútbol que está mayoritariamente dominado por hombres?

Ha sido muy difícil. Todos los días uno tiene una lucha constante con el sistema. Todos los días tienes que estar validándote, validando tu trabajo y demostrando cosas. Es complejo. Nosotras como mujeres tenemos la capacidad de resistir, levantarnos y luchar. (…) En mi caso, me gusta mucho lo que hago y le dedico mucho tiempo. Eso implica que la gente en la industria sabe lo profesional que es una. Insertarse en el mundo del fútbol es difícil, pero no imposible.

¿Consideras que el fútbol profesional masculino está preparado para que una mujer lo dirija?

Sí. Después de ese hito importante cuando iba a ser entrenadora, creo que muchos jugadores se pusieron a pensar qué pasaría si llegara una mujer. Eso fue muy importante. También el rol de la mujer en el mundo ha cambiado y los hombres están más receptivos a estar liderados por mujeres. Yo creo que es cosa de tiempo.

¿Cómo ves la desigualdad de género en el fútbol y cuáles consideras que deben ser los avances para que se garantice la igualdad de género?

La industria del fútbol se ha ido adaptando lento, pero se ha avanzado. Creo que las políticas públicas del país están al debe con la igualdad de género; igualdad de salario, de muchas cosas. Muchas veces estas leyes, esta estructura y el valor mercado lo han creado los hombres, entonces la mayoría de los cargos que toman esas decisiones son hombres. Todavía falta mucho y las políticas públicas deben ser para todos por igual. Siempre midiendo las capacidades de las personas y no el género. Pero todavía falta mucho y en la industria del fútbol también.

El otro día leía en el diario lo que vale los planteles profesiones de primera división de hombres y es una locura. Seiscientos millones mensuales, eso quiere decir que hay jugadores que ganan cincuenta, sesenta o setenta millones mensuales. Eso lo encuentro una falta de respeto y no para las mujeres, sino para el país. Independientemente que sean muy talentosos, hay obreros, hay gente que trabaja en aseo y que nunca van a poder aspirar a ganar esa cantidad de plata. Entonces, lo encuentro una falta de respeto. No solamente en Chile, sino en el mundo. Pero bueno, así es la industria.

¿Cuáles son tus proyecciones profesionales al corto y largo plazo?

Por el momento yo estoy bien en Santiago Morning. Yo estoy muy cómoda en el club, con el proyecto. Además, estamos clasificados a la próxima Copa Libertadores, estamos pronto a iniciar el campeonato nacional. Entonces, tenemos hartos proyectos. Por el momento, quedarme acá.

¿Cómo evalúas el compromiso de Santiago Morning con el fútbol femenino? ¿Crees que lo que está haciendo el club sienta las bases para los otros clubes?

Claramente nosotros en el club llevamos trabajando en el proyecto muchos años. Somo líderes en el fútbol femenino. Ahora, esperamos que cada vez más clubes se motiven a hacer de forma profesional y podamos tener una mejor competencia. Ha sido difícil, pero cada vez vamos sumando más auspiciadores que creen en el proyecto y el desarrollo, además que quieren apoyar el género femenino. Cuando ellos ven que este es un proyecto serio, responsable y puede ser sustentable en el tiempo, tanto los directores del club como los auspiciadores, empiezan apostar más y generar más recursos para que lleguen a las jugadoras.

Como una reflexión más personal, ¿cómo te gustaría ser recordada en el mundo del fútbol?

Que me recordaran como una de las pioneras de la industria del fútbol femenino. Hay pioneras exjugadoras, pero yo me he dedicado a desarrollar la industria; que los clubes crezcan, que crean en el proyecto.

¿Qué ha significado el fútbol en tu vida?

Es mi pasión. Trabajo mucho y cuando uno trabaja en algo que le gusta es diferente.

¿Qué te gustaría marcar en la vida de las jugadoras?

Me gustaría dejar un legado, que las jugadoras pudieran continuar en el trabajo que hemos hecho; que es formar no sólo como deportistas, sino como buenas personas para la sociedad. Que ellas sigan trabajando con más niñas, sacando a niñas de lugares de escasos recursos y la lleven a jugar fútbol y que puedan mejorar su vida. Que puedan llegar a la selección chilena y que puedan recorrer el mundo.

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