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Un 64% de las personas trans y no binarias en Chile reconoce haber sufrido una situación de violencia y acoso en su trabajo BRAGA Créditos: Javier Torres/Aton Chile

Un 64% de las personas trans y no binarias en Chile reconoce haber sufrido una situación de violencia y acoso en su trabajo

La encuesta “¿Cuáles son las experiencias de violencia que más se repiten para la comunidad LGBTIQ+ en el ámbito laboral?”, que se elaboró en Argentina, Perú, Ecuador y Chile, reveló que un 55% de las personas trans y no binarias de estos países manifestó sufrir o haber sufrido una situación de violencia o acoso en su lugar de trabajo.


Las discriminaciones y violencia que diariamente viven las personas de la comunidad LGBTIQA+ también traspasan las fronteras de lo personal, donde el ámbito laboral se vuelve un ambiente hostil, especialmente para las personas trans y no binarias, quienes sufren las mayores situaciones de violencia. 

El estudio determinó que el 64% de los/as encuestados/as trans y no binarios en Chile manifestó que ha sido víctima de denigración e ignorancia en  sus opiniones profesionales y/o laborales. Por su parte, atravesaron la misma situación en los distintos países personas que se identificaron como: asexuales (85%), pansexuales (79%), bisexuales (70%), gays (66%) y lesbianas (65%). El informe fue elaborado por Grow – Género y Trabajo, el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA), la consultora Nodos y la Fundación Avon y el portal de empleo Bumeran/ Laborum.

Para la gerenta de marketing de Laborum, María Jesús García-Huidobro, es importante visibilizar estas conductas para mejorar las relaciones interpersonales en el ambiente laboral, para fomentar el respeto y la diversidad. “Conocer esta realidad es de suma importancia para seguir avanzando en el respeto de los distintos grupos y personas que conforman nuestra sociedad. El mundo laboral debe ser un espacio de respeto y de aceptación de los otros, pasamos demasiadas horas de nuestras vidas en nuestro lugar de trabajo, por lo que es indispensable que tanto el Estado, las empresas y las personas trabajemos en erradicar  la violencia y discriminación en las organizaciones”, indicó.

Entre las personas encuestadas, indicaron que un 56% de la población trans y no binaria, vivió acoso y hostigamiento psicológico, como insultos, agresiones verbales, humillaciones o descalificaciones. Tampoco los números no son alentadores para otras personas de la comunidad LGBTIQA+, donde también recibieron agresiones psicológicas: pansexuales (93%), gays (65%), lesbianas (65%), bisexuales (58%) y asexuales (54%).

Dentro de esto mismo y la violencia que viven las personas trans, un 47% percibió desigualdad en comparación a sus pares hombres en cuanto a beneficios, posibilidades de ascensos o salarios.

Por otra parte, el 25% del grupo de personas trans y no binarias latinoamericanas afirma haber recibido comentarios inadecuados sobre su identidad de género en su empleo. A su vez, el 23% de quienes se autoidentificaron como asexuales, el 17% de las lesbianas y el 12% de los gays asevera haber vivido una circunstancia idéntica.

“Si queremos avanzar en una sociedad más equitativa no podemos continuar excluyendo a estos grupos. No basta con tener protocolos contra la violencia, debemos contar con medidas específicas que atiendan a los grupos más vulnerables, lo mismo en su inclusión en el espacio de trabajo que podemos lograr fomentando la contratación y adhesión de estas personas”, comentó la product manager de Laborum Selecta, Valentina Ready.

La violencia hacia la comunidad LGBTIQA+ no solo se vive presencialmente, sino que el acoso digital ha sido parte de sus vidas. Un 19% de las personas encuestadas señaló que percibieron ciber-acoso, hostigamiento y persecución a través de correos electrónicos y redes sociales. Al realizar el análisis de este tipo de violencia, se identificó que el 22% de las personas lesbianas y el 21% de las gays concuerda haber vivido una situación similar.

“Es importante la denuncia de quienes estén sufriendo algún tipo de violencia o sean testigos de esto. Las personas deben denunciar estos actos directamente en la empresa si existen canales de denuncia seguros para ello o bien a la inspección del trabajo directamente. Ocultar esta realidad no nos permitirá avanzar en materia de derechos ni el retroceso de discursos de odio contra otras personas”, finalizó García-Huidobro.

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