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Constanza del Rosario sobre la violencia sexual en el marco institucional: «Se relaciona con una cultura que no reconoce los límites y el respeto hacia la mujer» BRAGA Créditos foto: Ramon Monroy / Aton Chile

Constanza del Rosario sobre la violencia sexual en el marco institucional: «Se relaciona con una cultura que no reconoce los límites y el respeto hacia la mujer»

Javiera Bruna
Por : Javiera Bruna Fonoaudióloga y Comunicadora
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Casos de acoso, abuso y violación para la especialista serían otra forma de reproducción de relaciones de poder y abuso instauradas socialmente, las que son estimuladas, en parte, por el consumo de pornografía. En esta entrevista con El Mostrador Braga, la psicóloga, fundadora de Fundación Relaciones inteligentes, Constanza del Rosario, insta a las mujeres a buscar redes de contención para sortear situaciones de abuso de poder, “muchas han tenido esa experiencia de tratar de decirle a sus superiores y no les creyeron, ya sea compañeras o compañeros o jefaturas. Esa es una situación que se va repitiendo en el círculo de abuso, por eso es importante salir del silencio, pero ir en busca de organizaciones que están dispuestas a escuchar y decir ‘yo te creo’, para que cuando vayas a hacer este acercamiento a la institución no estén solas”, comentó.


La situación de la violencia de género al interior de instituciones chilenas se encuentra nuevamente en crisis, esta vez salió a la palestra Bomberos de Chile, institución mejor evaluada por la ciudadanía con un 98% de aprobación, de acuerdo con el reporte de la encuesta CADEM del 10 de mayo de este año. Sin embargo, 3 meses después de esta positiva calificación, la Fundación Yo te creo presentó ante la Cámara de Diputadas y Diputados el informe de la “Primera encuesta de violencia de género en Bomberos de Chile”, que da cuenta de múltiples casos de abuso sexual y violación al interior de la institución.

Para profundizar sobre este tema, El Mostrador Braga conversó con Constanza del Rosario, psicóloga experta en relaciones de pareja, género y sexualidad, fundadora de Fundación Relaciones inteligentes, organización dedicada a fomentar la salud mental, relaciones positivas no violentas y educación sexual.

“Lo que pasó en bomberos tiene que ver con una cultura que está detrás en toda institución, es decir lo que pasó en bomberos pasa en las universidades, en los colegios, en carabineros, en empresas, en otras organizaciones públicas, lo que pasa es que nadie lo dice. Después del surgimiento del movimiento #metoo es que han salido casos a flote. Entonces aquí hay un super estudio que grafica una realidad sobre cómo se dan las relaciones de género en nuestra cultura”, opina.

Sobre el abuso de poder, Constanza dice que, “nos damos cuenta de que tiene que ver con una cultura de los límites y el respeto a las mujeres, donde históricamente nos han dicho que somos nosotras las que tenemos que estar en estados de alerta y protegernos de este género que es sexualmente insaciable”. Además, vinculó esta realidad a otros factores como la educación sobre el consentimiento y el consumo de pornografía desde la infancia.

El imaginario del abuso de poder en la cultura

La violencia sexual en el marco institucional tendría que ver con la reproducción de jerarquías y el establecimiento de relaciones verticales de obediencia en que el consentimiento se ve transgredido por las relaciones de poder. “Siempre el poder favorece el abuso, sea quien sea que esté en el poder, está en un lugar donde es más factible abusar”, dice Constanza del Rosario.

De ahí la importancia de la existencia de protocolos para prevenir estas situaciones, “yo no sé si había o no protocolos al interior de bomberos o después de esto empiezan a aparecer”, propone, “en muchas instituciones no necesariamente existen protocolos para prevenir el abuso, acoso y violencia sexual. Entendiendo que, ciertas posiciones de poder pueden favorecer el abuso en una realidad super masculina o mayormente masculina, con mayor razón se debería proteger a las mujeres que integran el cuerpo de bomberos”, señala.

Y es que, a pesar de la necesidad de establecer directrices claras en esta materia en las organizaciones, la psicóloga considera que aún es un tema bastante nuevo y se remonta a las experiencias de violencia sexual en la academia para ejemplificarlo, “es cosas de mirar lo que ha pasado con los protocolos de abusos y violaciones en las universidades, eso es algo nuevo, pero hoy en día deben existir para poder acreditarse”, explica.

En esta línea, Constanza aprovechó para destacar los avances en este tema, “como la ley de acoso callejero, que estableció para los hombres que ya no pueden andar por la calle silbando, ni diciendo cosas, de pronto los hombres descubrieron que eso no estaba bien y ese descubrir que eso no estaba bien se aplica a muchas otras situaciones relacionadas con los límites y con el consentimiento. Entonces eso cambia que una no los tiene que incitar y ponerse en la situación de peligro, si no que a los hombres hay que enseñarles que tienen que hacerse cargo, que tienen que controlar sus impulsos y que tienen que respetar al resto”.

La pornografía y su relación con la violencia institucional

Una de las apuestas de la psicóloga es la conexión existente entre el consumo de pornografía y su relato en la violencia en el marco de las instituciones. “En la fundación comenzamos una campaña que busca sensibilizar sobre los efectos que tiene la exposición temprana a la pornografía a niños y niñas que les hace naturalizar la violencia de género”, comenta.

Y profundiza al respecto, “el 90% de la pornografía tiene contenido de violencia de género. Si eres formado a través de la pornografía, porque no tienes una buena educación sexual y no te han hablado de consentimiento, puedes llegar a creer que eso está bien, que eso es lo que se hace, que eso es lo que gusta, porque las mujeres que están en una situación de violencia en la pornografía, muchas veces se les hace sentir o se muestran como que lo disfrutan, entonces se está creando un imaginario que los incita al abuso y la violencia sexual”, explica.

Además, relata una situación crítica en este sentido para el país, “Chile es uno de los países que tiene mayor consumo de anime pornográfico para menores de edad, el Hentai enseña conductas que son en sí mismas violentas y abusivas hacia menores y mujeres y a partir de ahí se empiezan a naturalizar estas conductas”, apuntó.

Por lo tanto, el consumo de pornografía tendría consecuencias con lo institucional porque, “es ahí que está presente en la visión masculina de la sexualidad, por ejemplo, hay hombres que de verdad creen que lo único que importa es el tamaño del pene”, comenta. “En alguna oportunidad he preguntado al azar a hombres, si han sido testigos de situaciones de violencia contra mujeres o han presenciado alguna conducta sexualmente abusiva y ellos dicen que sí, en situaciones de fiesta a veces y que se han reído, aunque no hayan participado, pero no existe cuestionamiento, eso muestra que se naturaliza”, agrega.

“Lo mismo pasa con las instituciones, se naturaliza y en muchas ocasiones la mujer se siente culpable, se siente responsable de alguna manera. Son estas mujeres que han dicho ‘esto pasó’ han sido sancionadas por las instituciones, entonces existen sanciones sociales, institucionales donde constantemente te están diciendo ‘usted mijita es la que se tiene que estar preocupando de que no les suceda esto, esto es más culpa suya que del otro’ y por el otro lado a los hombres le están diciendo, ‘si te viene la ocasión aprovéchala’, ‘si no te dijeron que no’, ‘si está inconsciente’, ‘si tiene menos ropa, usted tiene todo el derecho’, entonces es un imaginario que ocurre a nivel social, pero que se nutre mucho de la pornografía”, apuntó.

Conductas preventivas y reparación

En diversos casos, el consentimiento se ve mermado en dinámicas mediadas por la jerarquía, más aún cuando la permanencia de una mujer en un puesto de trabajo o en un espacio vocacional se ve en riesgo por manifestar desacuerdo, protestar o denunciar una situación de abuso. Algo similar a lo que serían las dinámicas de codependencia que incluyen algún tipo de violencia implícita o física.

“Esto es lo que encontramos en cualquier situación de abuso, la mayoría de los abusos sucede con personas cercanas y conocidas”, dice sobre estas situaciones en que la violencia se encuentra solapada en lo cotidiano. “Siempre estar en una de esas situaciones es tan traumatizante y es tan confusa, más cuando viene de personas que no esperarías, porque lo que esperas de tus jefes y compañeros es que te cuiden y te respeten, entonces ya simplemente vivir esto es un shock en sí mismo”, aclara.

“Lo siguiente que hay que tener en cuenta es que, que no hayan sabido reaccionar está bien, es comprensible, porque muchas veces estamos transmitiendo a las mujeres que siempre tienen que ser asertivas y decir que no, pero puede ser que te quedes congelada y que no entiendas qué está sucediendo, ni qué hacer con esto, si no que tengas una reacción de congelamiento, de miedo y te quedes paralizada, entonces el tema es que muchas dicen ‘es que como no reaccioné ahí, no tengo derecho después’ y no es así, tienes todo el derecho de hacer algo después, aunque tal vez en el momento no hayas puesto un freno, eso no significa que no puedas hacer algo con eso”, aconseja.

El tercer y más importante paso sería salir del silencio, “ahí lo que viene es salir del silencio, porque donde tengo esta mezcla de miedo vergüenza y culpa y lo importante es que sobrepase el silencio, cuando uno ve historias de abuso, te la empiezan a contar años de años después porque están atrapadas en esta vergüenza culpa, porque nos han hecho creer que es nuestra responsabilidad que no nos pasen cosas”.

En este aspecto, Constanza hace hincapié en tener una mejor educación de derechos de la mujer, “por eso debe haber una educación de género super potente donde a la mujer les permitan la práctica de límites más asertivos y a los hombres hay que estimularles más el contacto con las emociones como la tristeza y la angustia para que puedan sentir empatía, porque si solo los educamos para sentir rabia, obviamente que van a ser violentos”, finalizó.

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