BRAGA
Créditos: Foto de ThisIsEngineering en Pexels
La forma en la que se está desarrollando la ciencia y la generación de conocimientos en Chile es cada vez más insostenible. Por parte de las autoridades no se están tomando en consideración las condiciones necesarias de las/os investigadoras/es, recargando cada vez más sus tiempos y funciones y, por ende, disminuyendo su calidad de vida.
Tras 2 años de pandemia, y sin que aún se atisbe su completo control, a nivel nacional e internacional la vida cotidiana se ha visto completamente alterada y quienes nos dedicamos a la investigación podemos confirmar que ello, en no pocos casos, ha implicado incluso cambios que van en desmedro de nuestro trabajo. ¿Quién podría decir que no ha visto afectada su rutina, tanto en el ámbito personal como familiar, además del laboral?
En su momento, los cierres de las Universidades y las restricciones de movilidad retrasaron los trabajos de investigación, afectando el desarrollo profesional de las/os investigadoras/es, en especial de las mujeres que son madres y/o tienen que ejercer funciones de cuidado. Diferentes encuestas realizadas durante este periodo han mostrado que la salud mental de las/os Investigadoras/es se ha visto severamente afectada.
Por lo anterior, sorprende que el recién pasado jueves 27 de enero, la subsecretaría del Ministerio de Ciencias, Tecnología, Conocimiento e Innovación (CTCI) haya celebrado los avances de la Agenda de Género del Ministerio. Paradójicamente, el mismo día jueves se anunció por redes sociales que la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) abriera la convocatoria para postular al Fondecyt de Iniciación, teniendo como inicio de postulaciones el 27 de enero y cierre el 24 de marzo.
[cita tipo=»destaque»] Los supuestos avances de política de género, no se condicen con decisiones como esta y eso es preocupante, porque muestra cómo esta política solo se queda en el papel, sin medidas claras y oportunas en los instrumentos de la agencia. [/cita]
Como se puede ver, este concurso se abre un día antes de que la gran mayoría de las universidades entren en receso de vacaciones de verano, cerrando sus campus y oficinas administrativas. Esta noticia causó gran revuelo en la comunidad que desarrolla investigación en Chile, debido a que, en comparación con el año pasado, se redujeron los plazos para postular a este mismo concurso en casi cuatro semanas (el año pasado se abrió el 21 de enero y cerró el 13 de abril) de tal forma que parte importante del plazo recaerá en plenas vacaciones. A todo esto se suma que desde la ANID, se comenzaron a entregar las cartas de retroalimentación a las/os investigadoras/es que no se adjudicaron fondos para el año 2022, al día siguiente, es decir, este viernes 28 de enero.
Este tipo de concursos es tremendamente relevante ya que solo pueden postular investigadoras/es jóvenes, los cuales están iniciando una carrera investigativa de forma independiente. Por lo que cambiar las fechas, reduciéndolas drásticamente, no solo afecta la forma en que desarrollamos investigación en nuestro país, sino que también muestra la poca importancia que tiene para las autoridades de las ciencias la condición de salud física, mental y familiar de las/os investigadoras/es. Con esta medida, todo Investigador/a deberá una vez más sacrificar su necesario descanso de vacaciones, aumentando aún más las presiones físicas y psicológicas que embargan la investigación. Las/os investigadoras/es jóvenes son las más afectadas con esto, no hay espacio para compartir con la familia e hijas/os/es, ni medidas que apunten a una adecuada conciliación entre trabajo y familia.
Los supuestos avances de política de género, no se condicen con decisiones como esta y eso es preocupante, porque muestra cómo esta política solo se queda en el papel, sin medidas claras y oportunas en los instrumentos de la agencia. Es importante recordar que en la sociedad chilena, la mayoría de las tareas de cuidado de niñas, niños, adolescentes y adultos mayores, tradicionalmente han recaído en las mujeres, y de ello no se encuentran ajenas las investigadoras, por lo que no considerar los tiempos necesarios y adecuados atenta directamente contra los objetivos de una política diseñada precisamente para subsanar situaciones como esta.
La forma en la que se está desarrollando la ciencia y la generación de conocimientos en Chile es cada vez más insostenible. Por parte de las autoridades no se están tomando en consideración las condiciones necesarias de las/os investigadoras/es, recargando cada vez más sus tiempos y funciones y, por ende, disminuyendo su calidad de vida.
Hacemos un llamado a las autoridades involucradas del Ministerio a revertir esta situación, generando plazos adecuados que permitan compatibilizar el trabajo con el descanso necesario, aún más teniendo en cuenta que llevamos dos años de pandemia, y que la salud física y psíquica requiere cuidarse en pos de aportar de la mejor manera posible al desarrollo del país.
