BRAGA
Al aumentar el volumen de orina, el primer síntoma son los calambres, luego vendrá la arritmia cardíaca y si se pasan por alto estas señales y no se acude a un médico, puede derivar en un daño irreversible del riñón, causado por el exceso de trabajo al que fue sometido.
Adelgazar en verano es lamentablemente un mandato social aún anhelado por muchas personas, la presión por tener un “cuerpo de verano” provoca que no tomen la decisión de bajar de peso por su salud, sino que por su imagen, razón por la cual están dispuestas a ponerse en peligro con tal de llegar al tan cuestionado “peso ideal”.
El uso de diuréticos es un dato que va de boca en boca, especialmente entre mujeres de 20 a 40 años. También forma parte de la subcultura de los gimnasios, donde los más avezados aconsejan qué ingerir para adelgazar, sin considerar los riesgos que puede tener para la salud.
“Las personas efectivamente logran bajar de peso con el diurético, pero no es una baja real de grasa, sino que eliminan agua del cuerpo acompañada de pérdida de sales minerales como sodio y potasio, lo que deriva calambres en extremidades y arritmia cardíaca”, alerta el químico farmacéutico de Easyfarma, Hans Lembach, quien advierte que los diuréticos deben ser recetados por un médico para tratar otros problemas.
Al consumir diuréticos y aumentar el volumen de orina, el primer síntoma serán los calambres, luego vendrá la arritmia cardíaca y si se pasan por alto estas señales y no se acude a un médico, puede derivar en un daño irreversible del riñón, causado por el exceso de trabajo al que fue sometido.
Pérdida de sales
El especialista afirma que al orinar con mayor frecuencia y perder sales como sodio y potasio, se afecta el funcionamiento eléctrico del músculo cardíaco, y sus mecanismos de polarización y despolarización para producir contracción y descontracción, alterando el ritmo de bombeo de sangre.
Se da la paradoja que personas que comenzaron a consumir diuréticos para bajar de peso, vayan al médico ante las señales de arritmia cardíaca y terminen consumiendo un medicamento para el corazón.
“Cuando un medicamento es con receta médica significa que no es inocuo, es decir, puede tener otros efectos que deben ser controlados y monitoreados por un médico. Debemos crear una cultura de respeto por la receta médica y no automedicarnos, ni menos para bajar de peso”, finaliza Lembach.
