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“Si necesitan más tallas, lo que necesitan es comer menos” Yo opino Créditos: Anna Shvets en Pexels

“Si necesitan más tallas, lo que necesitan es comer menos”

Andrea Von Hoveling y Karen Salvo
Por : Andrea Von Hoveling y Karen Salvo Directora de la Agrupación Ginecólogas Chile/ Nutrióloga
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Mucho se habló sobre la penosa frase pronunciada por una reconocida mujer chilena: si fue o no un comentario desafortunado, si ameritaba el nivel de violencia con el que reaccionó el entorno, si requería pedir disculpas. Poco se profundizó para intentar entender la contundente respuesta generada en distintos colectivos y que se explica por el tremendo impacto negativo que este tipo de opiniones, tiene en el bienestar general de las personas, ni de lo habitual que es exponerse a este tipo de vivencias. Hoy se hizo viral porque la voz fue de un líder de opinión, pero la verdad es que estos comentarios, actitudes y acciones se viven en la cotidianidad de los días, en todos los espacios y desde todos los actores sociales. Los comentarios sobre el cuerpo no solo duelen, sino que dañan. El primer principio ético de la medicina es no dañar y siendo así, no podemos mantenernos ajenas a la polémica desatada.

La ciencia muestra, cada día con mayor fuerza, que la diversidad de cuerpos es la norma y que nuestro tamaño corporal, por sí solo, no define nuestra salud. Fijarnos en talla, peso e índice de masa corporal no solamente es erróneo, sino que causa perjuicios. ¿Por qué? Porque sentirse responsable por tener un peso alto, aumenta los niveles de hormonas de estrés, gatilla conductas de menor autocuidado, genera un comer más descontrolado y disminuye la participación en actividades deportivas, lo que determina hasta casi 3 veces mayor riesgo de ganar peso, provoca trastornos de la conducta alimentaria y aumenta el desarrollo de enfermedades como diabetes y enfermedades cardiovasculares, entre muchas otras. Además, al sentirse desvalorizadas, las personas evitan los controles médicos y tienden a no volver a sus controles de salud. Y, pese a lo que podamos pensar, está demostrado que el daño ocurre incluso cuando el tema del peso se intenta abordar de manera cuidadosa.

[cita tipo=»destaque»] Fijarnos en talla, peso e índice de masa corporal no solamente es erróneo, sino que causa perjuicios. ¿Por qué? Porque sentirse responsable por tener un peso alto, aumenta los niveles de hormonas de estrés, gatilla conductas de menor autocuidado. [/cita]

¿Entonces, qué debemos hacer en tiempos en que es evidente que estamos frente a un alza en las patologías metabólicas y que eso no nos puede ser indiferente?. La respuesta es clara: dejar de fijarnos en el peso, reconocer los parámetros que realmente hablan de la condición de salud de cada persona, promover hábitos saludables y asumir que esta es una responsabilidad que nos compete a todos como sociedad y no a cada individuo en particular.  Hay evidencia creciente que demuestra que la salud está determinada por cientos de factores, muchos de los cuales no podemos controlar. Y dentro de lo que podemos modificar, es claro que nuestros hábitos tienen un impacto más relevante que el tamaño corporal sobre nuestra salud.

No perdamos esta gran oportunidad: en vez de señalar con el dedo y violentar a una persona que ciertamente pronunció una frase generadora de estigma, aprovechemos la instancia de manera autocrítica, positiva y movilizadora. Estamos a tiempo: revisemos nuestras propias ideas, reconozcamos nuestros sesgos. Cuestionemos qué decimos, cómo lo decimos y por qué lo decimos. Si realmente lo que nos preocupa es la salud de los otros, debemos recordar que no se habla del cuerpo ajeno porque eso enferma.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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