BRAGA
El informe realizado por la Fundación Chile Mujeres y el Observatorio del Contexto Económico de la UDP, señala que hasta la actualidad la feminización y masculinización de ciertos sectores laborales continúan siendo una problemática que afecta a cientos de trabajadoras y trabajadores. Entre las principales razones de tal situación, se encuentran los estereotipos de género a los que se ven expuestas mujeres y hombres desde la primera infancia.
Áreas como la construcción y la minería, actualmente no superan el 20% de ocupación de mujeres, según los hallazgos más recientes del informe Zoom de Género. El estudio plantea que esta división sexual en ciertos sectores, contribuye a que continúen las brechas entre trabajadoras y trabajadores.
‘‘Que ciertas actividades estén fuertemente feminizadas no es casualidad, sino que en parte obedece a la asignación cultural de roles, que lleva a que las mujeres tiendan a emplearse proporcionalmente más en aquellas ramas cuyos estereotipos y normas sociales indican que ellas son más aptas. Por otro lado, hay actividades altamente masculinizadas, por las mismas razones’’, explica el director del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (OCEC, UDP), Juan Bravo.
El informe, realizado por Fundación Chile Mujeres y OCEC UDP, también destaca que desde el 2017 las mujeres están participando más en cargos de responsabilidad, sobre todo en el área de minería y construcción. Sin embargo, se trata de una inserción moderada, por lo tanto, la masculinización sigue siendo predominante.
Lamentablemente, esta situación produce que las mujeres tengan menos posibilidades de desarrollo personal y laboral. Así mismo, el informe destaca que la participación de los varones en sectores de salud y enseñanza no supera el 30%, lo cual también tendría efectos negativos para ellos.
‘‘El acceso a ciertas ocupaciones en el mercado laboral queda restringido de manera preferencial a uno u otro sexo. Esto limita las posibilidades de desarrollo de las personas y genera efectos negativos sobre la capacidad de generar ingresos, pues las personas no necesariamente se desempeñarán en aquellas ocupaciones para las que son más aptas’’, comenta Bravo.
Otros de los datos revelados, es que al trimestre septiembre-noviembre 2022, la brecha de ocupación de las mujeres respecto de los hombres es del -18,9% y la de participación es del -19,7%. La tasa de desempleo es 1,3% mayor en el segmento de mujeres.
Según dice la presidenta ejecutiva de Fundación Chile Mujeres, Francisca Jünemann, abordar estas brechas requiere un trabajo desde diversos sectores, ya que los prejuicios son entregados desde temprana edad a hombres y mujeres.
‘‘Estos estereotipos de género hace que desde la educación preescolar existan sesgos que potencian a los niños en ciertas áreas y a las niñas en otras, lo que a su vez lleva a que en la educación superior, las mujeres estén menos estimuladas para carreras técnicas o profesionales tradicionalmente masculinas’’, destaca la presidenta de Chile Mujeres.
Según comenta, Francisca Jünemann, entre las acciones concretas para aumentar el ingreso de mujeres a sectores altamente masculinizados, se encuentra principalmente en hacer uso de nuevas tecnologías.
Por ejemplo, ‘‘aprovechando los medios tecnológicos y remotos que permiten hacer desde centros urbanos labores que debían hacerse en lugares aislados, como en la minería. Y adecuar los turnos, evitando las jornadas excepcionales en la medida de lo posible, de manera que los hombres puedan
estar habitualmente en sus hogares y eso permita a las mujeres acceder a un trabajo remunerado’’, comenta Jünemann.
En esa línea, la presidenta ejecutiva también destaca la necesidad de implementar políticas públicas que fortalezcan la conciliación de la vida laboral y familiar, tanto para hombres y mujeres.
‘‘Las leyes laborales deben mejorar sustancialmente fortaleciendo la adaptabilidad y corresponsabilidad parental y el Proyecto de Ley de 40 Horas no puede desaprovechar esta oportunidad con normas insípidas que podrían tener poco efecto en el empleo femenino’’.
Por último, que la Estrategia Nacional de Prospección Laboral -que está llevando adelante el Ministerio y la Subsecretaría del Trabajo-, ‘‘contemple especialmente el ajuste de competencias y demandas de trabajos de las industrias donde hay menos participación de mujeres en ocupaciones de mediana y baja calificación. Aquí vemos una oportunidad de transformar y hacer un cambio sustantivo’’, finaliza Francisca Jünemann.
Zoom de Género es el informe laboral que periódicamente analiza las brechas y detecta fenómenos emergentes, con el propósito de agilizar las respuestas de la sociedad y las autoridades para que las políticas públicas y empresariales se centren en los grupos que más ayuda necesitan.
