Regreso a clases y corresponsabilidad parental: cómo avanzar hacia hogares con equidad de género

Comenzó marzo, mes en que finalmente -y lamentablemente- se acaban las vacaciones de verano. Así, son miles los y las niñas que a lo largo del país parten su año escolar, a la vez que sus papás y mamás también deben prepararse para ejercer el rol de apoderados. 

Ir a reuniones, preparar la colación para la semana, asegurarse de que su uniforme esté listo, son algunas de las tareas que cientos de cuidadores/as deben asegurarse de cumplir para que los niños y niñas vayan a clases. 

Sin embargo, todas estas tareas, se suman a las ya regulares del hogar que se realizan diariamente. Ante este aumento de labores, es importante destacar que las mujeres continúan siendo quienes en mayor medida se preocupan de que todo funcione en la vida doméstica. 

Según datos del Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe, publicados el 2021, en Chile las mujeres dedican alrededor de 24 horas semanales al trabajo doméstico y de cuidado no remunerado. Mientras que los hombres solo alcanzan las 10 horas semanales. 

Por otro lado, según datos de ComunidadMujer solamente 1 de cada 10 parejas (heterosexuales), que participan del mercado laboral, distribuye de manera equitativa las labores domésticas y de cuidado.

‘‘Siempre es un desafío trabajar en la corresponsabilidad, dado que nuestra crianza y cultura atraviesan las acciones que realizamos. Asimismo, la corresponsabilidad parental busca la participación en forma activa, equitativa y permanente en la crianza y educación de los hijos e hijas’’, dice la psicóloga de Aldeas Infantiles SOS, Javiera Carvajal, en conversación con El Mostrador Braga. 

Cómo incorporar la corresponsabilidad con el regreso a clases 

La psicóloga explica, en primer lugar, que la corresponsabilidad es una herramienta que no debe pensarse exclusivamente en el contexto del inicio de clases, sino que debe incorporarse por completa la vida de los padres, para así avanzar realmente en la equidad de género. 

Dicho lo anterior, la experta recomienda en primera instancia determinar cuáles serán las tareas que se deben llevar a cabo durante el año escolar. Desde ahí comenzar a delegar de manera equitativa las labores, para que ambos cuidadores/as puedan efectuarlas a la vez que se desarrollan en sus propias tareas o trabajos. 

‘‘Teniendo claridad, se pueden fijar responsabilidades para cada adulto, por ejemplo, que una persona se preocupe de compra de materiales y otra del uniforme, una persona es quién va a las reuniones, otro es quien los va a buscar al colegio o dejar, si se definen días de estudio, quién acompañará al niño o niña ese día, entre otros’’, recomienda la profesional de Aldea SOS.

Delegar de forma equitativa no solo contribuye a que ambas personas se involucren en el proceso, sino que también potencia que las tareas se efectúen con mayor efectividad y rapidez. 

Por otro lado, la psicóloga aclara que la comunicación entre los padres es clave para que la corresponsabilidad funcione de forma genuina. Ya sea para hablar sobre qué tareas le son más cómodas a cada uno, y para flexibilizar la distribución según sea necesario para los padres. 

‘‘Lo importante, es que la responsabilidad sea compartida y que cada uno lo tenga claro, dado que no se cumpliría con el objetivo si uno de los padres es quién le solicita o recuerda las cosas al otro, asimismo, si surgen más acciones, es importante la comunicación y coordinación para definir quien será el encargado de ejecutarla’’, subraya Carvajal.

Beneficios de la corresponsabilidad 

La pobreza de tiempo se entiende como la escasez de instancias para descansar o disfrutar del ocio por una carga excesiva de trabajo.

De acuerdo a datos de la Fundación Sol, al menos un 53% de las mujeres que trabajan remunerada y no remuneradamente viven pobreza de tiempo, mientras que para los hombres en la misma situación la cifra llega al 36%. 

A opinión de Javiera Carvajal, incorporar la corresponsabilidad en el hogar, puede ser una medida efectiva para erradicar tales cifras y potenciar el tiempo personal y de autocuidado para las mujeres. 

‘‘Se podrá avanzar a una sociedad más equitativa, ya que la corresponsabilidad puede tener como beneficios la eliminación de roles y estereotipos de género, los cuales asocian el cuidado a lo femenino, por lo que también ayuda a disminuir la sobrecarga de las mujeres’’, dice la profesional de Aldea SOS. 

En esa línea, Carvajal también añade que se fomenta la colaboración y se contribuye al bienestar de la familia, lo cual podría mejorar las relaciones al interior del hogar.

Cabe señalar que incorporar la equidad dentro del hogar no solamente traerá beneficios para las mujeres y su desarrollo personal, sino que también puede ser efectivo para los y las niñas del hogar. 

‘‘Será positivo para la crianza del niño, dado que sentirá el apoyo de ambos padres, tendrá a dos figuras significativas que le ayudarán a resolver conflictos, dos personas a las que podría pedir ayuda, y, además, crecerán comprendiendo el amor de pareja y cuidado sin estereotipos de género’’, apunta la experta.

Por último, la experta cree que compartir las labores del hogar y de cuidado frente a un nuevo año escolar, podría influir en que el o la menor tenga un mejor desarrollo escolar al contar con la presencia de ambos padres. 

‘‘El desarrollo académico no se limita a una variable, es multifactorial, por ende, decir que un solo factor definirá un buen desarrollo es muy ambicioso’’, dice la profesional, ‘‘pero se podría decir que al tener dos personas responsables activamente en el acompañamiento y guiando a sus hijos en el proceso educativo, es mejor que solo una’’, finaliza Javiera Carvajal.