Se vende en cápsulas y polvos; con el envejecimiento, la producción de esta proteína decrece y por eso muchas mujeres acuden a estos productos.
Los suplementos de colágeno se han vuelto muy populares desde hace algunos años, con formatos y presentaciones de todo tipo que van desde comprimidos, en polvo, tabletas, o en cápsulas combinadas con vitaminas u otros nutrientes que prometen diferentes beneficios como mejorar la piel, uñas o cabello o reforzar los huesos y articulaciones.
En este sentido, es importante destacar que el colágeno es una proteína que está presente de forma natural en nuestro cuerpo.
Si bien, nuestro organismo lo produce, a que a medida que vamos envejeciendo, la producción y síntesis de colágeno disminuye y aumenta su degradación, dando como resultado la pérdida de integridad y elasticidad de los tejidos. Es decir, Con el envejecimiento, la producción de esta proteína decrece y aparecen arrugas, marcas y flacidez en una piel que años antes era más suave y firme.
Una persona sana, que se alimenta de forma equilibrada y saludable, no requiere consumir suplementos adicionales.
Sin embargo, hay algunos casos o circunstancias en las cuales, si se puede recomendar su consumo, siempre indicado por un especialista
En el mercado existe una gran variedad de suplementos de colágeno, aunque no todos son efectivos o entregan beneficios sustanciales.
Actualmente existen controversias respecto a los resultados de su consumo. En cuanto a los suplementos o fármacos que contienen colágeno, según especialistas es muy difícil hacer recomendaciones y extraer conclusiones válidas, ya que la mayoría de los estudios disponibles son muestras pequeñas, unicéntricos e incluyen solo mujeres, entre otros parámetros. Además, falta una definición consensuada de qué respuestas son clínicamente relevantes y muchos estudios presentan evidentes conflictos de interés, para establecer mayor conocimiento de los efectos y mecanismos fisiológicos de la suplementación de colágeno según investigaciones, el colágeno hidrolizado ha tenido mejores resultados: “se ha demostrado que los suplementos de péptidos -colágeno hidrolizado-, que se obtiene a través de la hidrólisis enzimática del colágeno natural de diversas fuentes -pescado, cerdo, pollo, entre otros-, al ser digeridos, se degradan y se absorben a nivel gastrointestinal, llegando al torrente sanguíneo para depositarse en los tejidos en los que cumplen su función.
La doctora Elisete Croco, coordinadora del departamento de cosmiatría de la Sociedad Brasileña de Dermatología (SBD), explica que los suplementos pueden resultar beneficiosos en situaciones específicas de tratamiento.
“Cuando se realizan procedimientos dermatológicos como peelings, o tratamientos con láser y microagujas, promovemos una destrucción controlada de las estructuras celulares, lo que desencadena la producción de neocolagénesis. Entonces, el cuerpo, y no el procedimiento en sí, es responsable de crear nuevas fibras en respuesta a esta destrucción”.
De esta forma, contar con una mayor disponibilidad de proteína colágeno en el organismo ayudaría teóricamente a acelerar este proceso de “neocolagénesis”, una producción de colágeno extra en el proceso de recuperación de las fibras cutáneas.
“Es importante resaltar que el impacto más significativo no son las intervenciones, sino los enfoques preventivos”, señala Croco.
“Iniciar los cuidados desde edades tempranas, aún en la fase juvenil, y construir hábitos saludables en los primeros 50 años de vida es fundamental”.
Entre las medidas que benefician a la piel, se menciona protegerse de la exposición solar, no fumar, mantener una buena alimentación, con pocos productos ultraprocesados, una buena hidratación y rutina de sueño.
Y si la persona ya nota signos como líneas finas, arrugas y manchas en la piel, se pueden incluir en la rutina de cuidado de la piel productos con principios activos como ácidos, pero los casos deben evaluarse individualmente según las necesidades de cada persona.