Los Circuitos Escuelas de Rock es un proyecto nuevo dentro de la ya larga trayectoria de las Escuelas. Este sábado 5 de mayo, en Cerro Navia, se lanzará el primer evento de este tipo, con la participación estelar de Lafloripondio.
En Mapocho con Huelén comienza el Parque Javiera Carrera. Este espacio verde de la populosa Cerro Navia será el escenario para que distintas bandas, egresadas todas de las Escuelas de Rock, hagan su presentación masiva mañana sábado, a las cinco en punto de la tarde.
Las bandas contempladas recorren diversos estilos y tendencias, desde el hip hop hasta el agrometal. Por Cerro Navia sacarán la cara Rajapelá, Presagio y María Valiente. Los grupos invitados serán Sinergia, Faltan Money’s, Fuerza Pública, GatoPistola y Nacimiento. Además habrá poesía, teatro y un profesor de las Escuelas con su propia agrupación: Flor Motuda. La cosa la cierra el rock de Lafloripondio.
El proyecto lleva seis años trabajando. En términos estrictos, una Escuela de Rock es un taller, con malla curricular. De estas escuelas ya se han hecho 27, tanto en comunas de Santiago como en regiones. Es una apuesta política por el desarrollo del rock marginal como canal de expresión de la cultura popular.
El financiamiento para este proyecto viene de la División de Organizaciones Sociales, DOS, del Ministerio Secretaría General de Gobierno. Para la realización de estos Circuitos se contempla un presupuesto de 20 millones de pesos, financiamiento que incluye seis o siete encuentros hasta fin de año recorriendo diversos lugares del país. Andrés Godoy, jefe de las Escuelas de Rock, explica: «Circuitos es una extensión del proyecto original. Circuitos se trata de activar los espacios. Ya no es hacer talleres, sino que las bandas que pasaron por las escuelas vayan y tengan un escenario profesional, con buena infraestructura técnica, con buen sonido, gratis para la gente, en un espacio de la comuna, donde vayan no solamente los seguidores de las bandas, sino que también vayan los viejos, los niños; no digo una asistencia familiar, pero por lo menos los curiosos. En las comunas no ocurre eso porque ¿cuánta gente que vive en las comunas pobres puede ir a conciertos de rock o de sound o de baladistas? Hay una cuestión mediática ahí, de las posibilidades de asistir».
-¿Es una especie de Fiesta de la Cultura pero a nivel comunal? Porque hasta donde entiendo Circuitos va a contar con teatro y poesía también.
-Nuestro tema es el rock. El rock es una manifestación cultural que incorpora otros elementos como el teatro, la danza, la poesía. Si tu vas a Argentina no más, te das cuenta de que hay jazzistas y rockeros, folcloristas y rockeros, murguistas, pintores, teatristas, videístas… aquí parece que el ámbito de la cultura y el mundo rock están extremadamente fragmentados. En ese sentido la apuesta tiene que ver con una cofradía rockera marginal creíble.
-Las Escuelas también están próximas a sacar su sexto CD, ¿qué pasa con las bandas que llegan a grabar? ¿qué es de ellas?
-Justamente estos circuitos vienen también a ser una suerte de continuidad para las bandas. Porque faltan espacios para ellas. Obviamente que por cuestiones comerciales no suenan mucho en las radios. Nuestro funcionamiento privilegia en algún sentido a las bandas que llegan a grabar. Porque, por ejemplo, en las Escuelas de Lo Espejo había 13 o 14 bandas, y llegaron a grabar dos. Pero nos queda la preocupación por las bandas que no grabaron: porque no estaban maduras como bandas, no asistieron a las clases, o eran muy buenos pero sólo instrumentalmente, sin aportar nada, eran copias de Iron Maiden o de Metallica. Nos interesa eso: generar una identidad. Eso cuesta. Si hay algo que en el rock chileno hace falta todavía, y hablo en general de bandas que son reconocidas en la escena, es un perfil de identidad.
Escuelas de Rock, además de generar estos circuitos y de cumplir con los talleres en Melipilla, Arica y Puerto Montt, prepara para el mes de junio una serie de recitales gratuitos en la Sala de la SCD.
