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Depeche Mode y R.E.M: vidas paralelas

"Exciter", de los ingleses Depeche Mode, y "Reveal", de los estadounidenses R.E.M. -editados con diferencia de días- vienen a perpetuar los particulares estilos de dos bandas fundamentales, esos que las han hecho reconocibles e imprescindibles para el mundo del rock. Con una nueva cuota de talento, frescura y creatividad, estos seis músicos (cada banda ahora es un trío) aún tienen mucho que decir.


Hay un delgado hilo, que a ratos parece transformarse en una atenta cuerda, que une la trayectoria de estas dos bandas en apariencia diametralmente opuestas.



Cultores de las sonoridades electrónicas en una época en que nadie daba un peso por el éxito comercial de las máquinas, Depeche Mode nació en 1980 en el pueblo de Basildon, Essex, determinados por una Inglaterra que aún no terminaba de sacudirse del poder (musical) del movimiento punk. Al otro lado del charco, en el pequeño pueblo de Athens, estado de Georgia, R.E.M. comenzaba a articularse como banda, también embebido por la rabia e insolencia del post punk, sorprendiendo a un público universitario que alucinaba con su sonido que mezclaba la suciedad sonora de las garage bands con el folk norteamericano.



Ganando al poco tiempo un público devoto, que en su mayoría se mantiene fiel hasta el día de hoy, estos grupos, por aquellos años aún cuartetos, se movieron durante los 80 entre el underground musical, la venia de la crítica especializada y uno que otro guiño al éxito masivo.



Depeche Mode -fundado por Vince Clarke (que dejaría la banda al poco tiempo para formar Yazoo y posteriormente Erasure, siendo reemplazado por Alan Wilder), Andrew Fletcher, Dave Gahan y Martin Gore, principal compositor- lanzó en 1981 su álbum debut, Speak and Spell, que los mantuvo por 33 semanas entre los grupos más pedidos en Gran Bretaña. Pero fue unos meses antes que la banda liderada por el carismático Gahan había dado su golpe a la cátedra: en la edición del EP New Life venía su gran clásico "Just can´t get enough", himno que se continúa bailando hasta hoy.



Michael Stipe



Por su parte, el cuarteto liderado por Michael Stipe y compuesto además por Peter Buck (guitarra), Mike Mills (bajo) y Bill Berry (batería) ganaba reputación a través de innumerables presentaciones en el llamado circuito del college rock. Con la formación clásica de cualquier grupo rock, sorprendían con melodías en apariencia simples y cálidas, y con letras que contaban pequeñas historias sobre el ser humano y sus sentimientos. Tras el éxito del EP Chronic Town (1982), que llegó a vender 50 mil copias, graban su primer álbum Murmur, que fue catalogado por la revista Rolling Stone como disco del año, desplazando al super ventas Thriller del por ese tiempo aún negro Michael Jackson.



El éxito del disco ayudaría al inicio de lo que posteriormente se llamó el Nuevo Rock Americano, corriente que pretendía contrarrestar la fuerza de las bandas inglesas en el mercado anglo (hecho que, por cierto, no se escapa a ninguna etapa de la historia del rock). Mientras, en Inglaterra, Gahan y sus chicos le daban duro a los teclados, entre sintetizadores y programadores varios, también jugaban con las computadoras y los samplers, sin acercarse para nada al concepto del pop convencional.



Finales de una década: cambio de ciclo

Creadores de temas imprescindibles de los 80: tan sólo al pasar, "People are people" y la maravillosa "Somebody" de Depeche Mode; y "The one I love" y "Stand" de R.E.M, las bandas avanzan a finales de la década en una constante evolución: los ingleses apostaban por letras más intimistas y sonidos más oscuros, si se quiere; los americanos confluían a un pop más sofisticado y trataban temas políticos en sus temas.

Pese al éxito comercial y de crítica de discos como Document (1987), con el que R.E.M. se consolida como una de las bandas más respetable de los Estados Unidos, y Green(1998), el primero tras un multimillonario contrato con el sello Warner y que los llevaría por primera vez a tocar fuera de EE.UU., sería con su disco de 1991, el imprescindible Out of Time, que la fama y la masividad (leáse MTV, giras interminables y discos de oro por doquier) les llegaría en todo su esplendor. Un disco de un pop muy clásico, dulce y acústico, lejano a la dureza del rock.



Dave Gahan



Lo mismo se puede decir de sus disímiles pares británicos. En 1987 impactaron con Music for the masses, el que los llevaría a su primera gran gira por Norteamérica desde donde saldría el super ventas 101, disco doble en vivo que los consagraba como una de las grandes bandas de Inglaterra. Pero es con Violator que la vida les cambia completamente y la popularidad los ataca con toda su fuerza. Es además con este disco que Depeche Mode da su vuelco más interesante; junto a sus sintetizadores de siempre aparecen guitarras y bajos creando ambientes electroacústicos que ampliarían su público.

Los 90 no serían fáciles, mantenerse en la cima por más de una década no es algo que logre cualquiera y ambos grupos sentirían sus costos. Sus nuevos discos no alcanzarían los mismos niveles de ventas y las críticas serían más bien tibias (en el caso de Depeche Mode se suma la fuerte dependencia a las drogas de Dave Gahan, con intentos de suicidio de por medio), pero el golpe más fuerte sería el que puede llegar a sufrir cualquier familia: la partida de uno de sus miembros.



En 1997, el baterista de R.E.M., Bill Berry, anuncia que abandona la banda, asegura que está cansado de la vida de una estrella de rock y quiere dedicarse a su familia; dos años antes Berry había sufrido un aneurisma cerebral en medio de un concierto de la gira de Monster (1994). En esa fecha el baterista ya anunciaba su posible desvinculación del grupo, y Stipe y Mills aseguraban que si eso sucedía, disolvían la banda. Por eso, cuando Berry concreta su partida parece, simplemente, que no hay vuelta atrás. R.E.M. comienza a grabar un nuevo disco entre fuertes rumores de disolución. Al año siguiente aparece Up, luminosa placa que los trae de vuelta al éxito y sepulta cualquier posibilidad de desbande. La ausencia de Berry los lleva a experimentar con sintetizadores, samplers y otros instrumentos electrónicos con excelentes resultados.



En 1995, Depeche Mode sufre una pérdida similar con la partida de Alan Wilder. Tras tres años de silencio musical y mientras Dave Gahan daba su lucha contra las drogas, reaparecen con Ultra, (1997) donde pese a la utilización de instrumentos convencionales reviven sonidos más electrónicos. Éxito de críticas y ventas: Depeche Mode sigue vivo.



Este año ambos dinosaurios de la música contemporánea vuelven a la carga. Si sus anteriores placas fueron la prueba de fuego para la continuidad, Exciter de Depeche Mode y Reveal de R.E.M. demuestran que hay cuerda para rato.



Grabado entre estudios de Nueva York y Londres, Exciter trae trece canciones que vuelven a coquetear con lo acústico y lo electrónico. Producido por Mark Bell (quien ha producido también los últimos dos discos de Björk), las melodías pasean por la oscuridad y la elegancia que caracteriza la composición de Martin Gore.

Reveal, por su parte, fue producido por la propia banda junto a Pat McCarthy, ingeniero del grupo desde Monster (1994), sus doce canciones que comenzaron a nacer durante la gira de Up, son melodías simples y bellas que demuestran que con sólo algunos acordes nacen poderosas canciones.



Ambos tríos presentan sólidas placas que vienen a reafirmar que bajo sus nuevas propuestas, en apariencia tan diferentes, mantienen incólumes sus marcas personales. Porque después de todo, sólo se trata de rock n’ roll.

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