A pesar de su poco original construcción como relato fílmico y de algunos momentos de sensibilidad más propia de postal, esta película enternece porque en el fundamento de su historia hay un amor profundo y grande: el de un hombre que quiere reconquistar a su mujer, quien ha olvidado su romance y matrimonio con él debido a un trauma cerebral. Por muy dulzón que esto suene como argumento para una cinta, es algo que bien vale la pena ver y sentir, más si la historia está basada en hechos reales.
La historia real en la que se basa “Votos de amor” es una de las más inusuales del cine romántico del último tiempo: una noche, el feliz y joven matrimonio de Leo (Channing Tatum) y Paige (Rachel McAdams) sufre un accidente automovilístico, tras el cual ella queda internada por un tiempo y olvida todo lo sucedido en los últimos cinco años. Esto incluye sus estudios de Arte y su prometedora carrera como escultora, así como su primer encuentro con Leo, su romance y hasta el hecho de que se casaron, por lo que ahora él tendrá que volver a conquistarla. Un desafío nada fácil, pues Paige parece tentada por retomar la vida cómoda y segura que le ofrece su adinerada familia y sus truncados estudios de Derecho.
Inusual argumento, sin duda, pero por lo mismo muy atractivo, pues propone interesantes tópicos como la imposibilidad de borrar una parte de nuestras vidas y los conflictos implicados en el intento de alcanzar la independencia emocional y económica respecto de los padres. Además, en la superficie de la narración, plantea una cuestión muy sugerente: ¿es posible enamorarse nuevamente de una persona a quien tu memoria desconoce debido a un trauma?
La respuesta la tienen Paige y Leo, y en eso se va buena parte del relato, que no escatima ocasiones para demostrar el empeño y el amor incondicional de él, sin duda uno de los personajes cinematográficos más rotundamente enamorados de los últimos años.
No hay nada de malo en ello y, de hecho, el filme logra auténticos instantes de romanticismo, porque en el espíritu de los personajes protagónicos hay amor, pasión y buenas intenciones.
El problema surge cuando algunos momentos son mostrados o coronados a través de recursos visuales que se han vuelto clichés como la acción en cámara lenta o el enamorado bajo la lluvia, o narrativos como la realización de una “locura” por amor.
Entonces, en vez de provocar una emoción genuina y conmovedora, no pocas veces “Votos de amor” elude la intensidad y opta por la sensibilidad de postal, a la que desafortunadamente contribuye el apenas expresivo Channing Tatum, quien hace de Leo.
Sin embargo, y a pesar de su poco original construcción como relato fílmico, la película enternece porque en el fundamento de su historia hay un amor profundo y grande, y por muy dulzón que esto suene, es un motivo que no podemos menospreciar. Menos si de cine se trata.
Película: “Votos amor”. Año: 2012. Duración: 104 minutos. Dirección: Michael Sucsy. Reparto: Channing Tatum, Rachel McAdams, Sam Neill, Jessica Lange y Scott Speedman. Todo espectador.
