El realizador se autodefinía como un sociólogo frustrado
El Festival de Cortometrajes de Talca celebró 10 años con una competencia internacional en la que participaron cortos premiados en todo el mundo, sin embargo, el trabajo de Person fue el que se llevó todos los aplausos por su madurez al retratar al Brasil moderno El cineasta alcanzó a realizar 5 películas antes de que falleciera a los 40 años.
Película Sao Paulo S.A.
Sergio Person fue algo así como una golondrina del cine brasileño. En su cortísima vida (murió a las 40 años) realizó apenas cinco películas, pero dejó una huella notable que retrató aspectos claves del Brasil moderno, entre ellos, el proceso de industrialización y los regímenes dictatoriales que delinearon el presente de parte importante de nuestro continente.
De eso nos enteramos en el Festival de Cortometrajes de Talca que se realizó la semana pasada y que es dirigido por el productor Marco Díaz. En la cómoda sala para 300 personas del Centro de Extensión de la Universidad de Talca, fueron programados dos de sus filmes más emblemáticos, Sao Paulo Sociedad Anónima (1965) y El Caso de los Hermanos Naves (1967), además del documental Person (2006), que aborda la vida de un cineasta que no es del todo conocido en Brasil y que fue realizado por su hija Marina, quien paradojalmente es una popular presentadora televisiva.
Sao Paulo Sociedad Anónima, se vale de un oscuro melodrama para narrar la historia de alienación de un sujeto que surge económicamente en la naciente industria automotriz, pero que desea escapar de esa vida mecánica y corrupta, y no encuentra salida ni siquiera en la formación de su familia y sus ratos de ocio, normados por la ascensión social.
Regina, viuda de Sergio Person
Por su parte, El caso de los hermanos Naves es un valiente filme que toma un caso real sobre el abuso de poder durante el Estado Novo del dictador Getulio Vargas (1937-1945) para hacer un paralelo con el regreso de la dictadura, reinstalada en Brasil desde 1964, desgraciadamente en un momento en que la cultura e identidad brasileña florecían de la mano del cinema novo, el bossa nova y la revolución arquitectónica de Oscar Niemeyer.
Otra gracia del Festival, fue la presencia de la viuda de Person, la fotógrafa y cineasta Regina Jeha. Ella se ha encargado de que la cinematografía del director, actor, guionista y productor de obras de cine y teatro, no quede relegada solamente a los estudios académicos y presentó los tres filmes durante la semana pasada, aportando un conocimiento de primera fuente.
“Person propuso un lenguaje muy innovador, la crítica dio cuenta de su mirada sociológica a su temprana edad (tenía 26 años cuando dirigió Sao Paulo SA). Él tenía una visión muy fría sobre la clase media, pues creía que era capaz de tener conciencia pero no de cambiar las cosas e hizo de la ciudad un personaje dentro de sus películas”, comentó Regina.
Ese sello influyó en que el cine de Person quedara delimitado en la cinematografía paulista que el mismo impulsó cuando el cine brasileño era sinónimo, por un lado, del cine de Río de Janeiro y sus chanchadas (comedias musicales comerciales popularizadas en los ‘50), y por otro, de la intelectualidad del cinema novo, movimiento comandado por Glauber Rocha y que tuvo una postura ideológica comprometida y cinematográfica experimental, frente a la miseria del nordeste brasileño.
Mientras el cine mundial se influenciaba con la nouvelle vague, Person eligió ser un observador pesimista, en la mirada, y clásico, en la forma, del desarrollo que convirtió a un país exportador de materias primas en un gigante industrial y de una dictadura que se prolongó por tres décadas. “Un sociólogo frustrado”, como el mismo se llamaba, y un cineasta solitario que pudimos conocer, quién lo diría, en un festival que promete seguir creciendo y aportando al cine local desde la tranquila ciudad de Talca.
