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La crudeza de la zona austral de Chile se convierte en pieza de museo en el MAC Desde el 27 de marzo al 15 de junio

La crudeza de la zona austral de Chile se convierte en pieza de museo en el MAC

La obra de los artistas Sebastián Preece y Olaf Holzapfel, que se expondrá en el Museo de Arte Contemporáneo, nace de un par de preguntas: ¿cuál es la relación que tiene el hombre que habita en el extremo sur con la amplitud de su paisaje? y ¿quién es el hombre que habita allá? Estas preguntas llevaron a los artistas a investigar las técnicas y formas de construcción, así como los hábitos de vida y habitacionales de campesinos y arrieros de la zona austral, para finalmente concebir la exhibición «Vivienda en Amplitud».


Con “Vivienda en amplitud/Housing in Amplitude” culmina un viaje. Sebastián Preece (Valparaíso, 1971) y Olaf Holzapfel (Görlitz, Alemania, 1968) estuvieron durante un año descubriendo los secretos estéticos, humanos y arquitectónicos de la Región de Aysén, donde naturaleza, pasado y presente se comunican entre sí en función de un relato en construcción, para dar forma a una exposición inédita, algo así como un ejercicio de “arqueología contemporánea”, como le ha llamado la curadora Paz Guevara (Santiago, 1976), quien sigue de cerca el proceso de los artistas y colabora en el catálogo de la muestra.

Preece y Holzapfel introducen en el Museo de Arte Contemporáneo rejas, cercos, el esqueleto de una vivienda típica de la zona, y también videos que muestran el trabajo industrial y artesanal de los aserraderos de la zona y a un poeta local que le habla al Presidente de la República.

Techo de teja en Región de Aysén, Sebastián Preece

Las piezas que se mostrarán en el MAC del Parque Forestal resultaron de una residencia en Aysén durante 2013 y 2014 como parte del proyecto “Islaysén”, de Catalina Correa. Los artistas investigaron las técnicas y formas de construcción, así como los hábitos de vida y habitacionales de campesinos y arrieros de la zona austral.

Museo como zona de contacto

Con la construcción de la estructura de una casa en Cerro Castillo, localidad formada a mediados del siglo XX en Aysén, y a un lado del recién inaugurado Museo “Antigua Escuela”, Holzapfel y Preece comienzan a colaborar pensando en transformar  –en algún momento– el espacio del MAC en una zona de contacto. Y ésta no es una zona común, sino una que conecta la amplitud y desolación de la zona del sur con el visitante del museo, refiere Sebastián Preece. Desde entonces, explica, todo se ha vuelto una colaboración “sobre la marcha” para transformar la sala del MAC en una suerte de granja típica de la zona.

“El primer trazado que nosotros hicimos consistió en identificar la gran amplitud del paisaje y preguntarnos cómo el hombre la empezó a dominar. ¿Cuál es la relación que tiene con ésta el hombre que habita allá? ¿Quién es el hombre que habita allá? Fueron las preguntas que nos hicimos”, explica Preece, artista que vive y trabaja en Santiago y que conociera a Holzapfel en la Bienal de Venecia el 2011. “Invité a Olaf Holzapfel a Aysén a trabajar y entonces comenzamos a pensar en traer en marzo nuestros trabajos al MAC en Santiago”.

Sebastián Preece es un artista que se concentra en el espacio, los objetos pseudoarqueológicos y la forma de interacción que se puede dar entre el espacio del museo y el exterior. “Mi obra –plantea el artista y arquitecto– siempre ha estado vinculada a la espacialidad, la arquitectura y a la construcción desde un principio”.

Tranquera

“Desde ahí se inicia esto: hacer adaptaciones en el espacio, intervenciones; construcciones semiprecarias que se introducen o se meten como un embuche o un parásito a otra arquitectura dada. Mi trabajo siempre se divide en dos cosas: la intervención en el terreno, que es una intervención de carácter arquitectónico o espacial, si le quieres llamar así. Y la segunda etapa consiste en extraer objetos encontrados ahí para poder exponerlos en museos, en galerías”, afirma.

Holzapfel, por su parte, con estudios en arte en la Escuela Superior de Bellas Artes de Dresde, Alemania, y el National Institute of Design en Ahmedabad, India, realiza viajes periódicamente a diferentes regiones del mundo para observar, recopilar, analizar y construir. Sin hablar los idiomas locales, busca y extrae lenguas –materiales y metodológicas– para identificar patrones universales, crea entramados habitacionales de carácter escultórico y tejidos no figurativos; rescata cortes, tipos de madera, formas de ensambles.

“Por una parte –señala el artista– Sebastián trabaja arqueológicamente y con materiales encontrados. Yo, por otra, trabajo con lenguajes encontrados y las técnicas que desde ahí emergen”.

“La gramática con la que yo trabajo no es tanto del material, sino la presencia del material en un espacio determinado (…). Me interesa dar señales de que hay una continuidad en el paisaje, en la forma de pensar y el material, más allá de épocas determinadas”, explica Holzapfel, quien ha trabajado en India, Rusia, Japón y Mongolia investigando la relación entre construcción y nomadismo.

Se interesa por explorar un territorio más allá de los momentos históricos y las tradiciones. Esto, para llegar a las posibilidades de comunicación (en abstracto y sin tiempo) de las arquitecturas tradicionales: “En principio, yo me acerco a los contextos como europeo –afirma Holzapfel– y en eso está todo sobre-, hiperinterpretado. Tenemos una pirámide de conocimiento que hace cien años ya era demasiado grande, cargada de reinterpretaciones, de guerras (…). Para mí eso representa una necesidad de salir, de tomar distancia para entender quiénes somos, de dónde hemos integrado determinadas cosas”.

El Presidente de la República

Poeta rural

Poeta rural

Un video muestra a un habitante y el devenir de una “zona de contingencia”, como le llama Paz Guevara. Un poeta local lee ante la cámara un texto cuyo interlocutor es la figura del Presidente de la República, dando cuenta de las tensiones políticas, culturales y sociales que han puesto a la región austral en el foco de la opinión pública.

“El poeta rural que canta en uno de los videos de la exposición, justamente se encuentra rodeado de los árboles quemados, caídos, situado en este ‘paisaje cultural’. Lee los poemas de su cuaderno, sobre un tronco que le sirve de asiento, al lado de su casa, también de madera (…). La poesía popular no deja de sorprender por su contingencia, apelando al Presidente, una figura”, señala Guevara.

 Arqueología contemporánea

De acuerdo con Paz Guevara, quien ha seguido de cerca el trabajo de ambos artistas, ellos “se dedican a hacer un reconocimiento de las formas arquitectónicas y seguir sus rastros en el territorio”: “Los artistas reconocen algunas huellas de las formas de vida indígenas en el carácter provisorio de las construcciones de temporada de los arrieros, y en el trabajo nómade que los pastores desempeñan”, señala.

En plena “Escritura en acción”, como denomina al proceso que emerge del viajar a la región a fines del 2013, Guevara dice que las obras “son en cierto modo abstractas, pero que a diferencia de las superficies lisas, impenetrables de las obras abstractas históricas modernas, aquí la materia performa una memoria y tiene capas, huellas, edad.”.

“Así, en la madera cortada toscamente reconocemos los golpes y el filo del hacha; en la madera lisa vemos al pulcro corte industrial del aserradero, método que se introduce en la zona a partir de la década de los 30 para explotación conífera (…) y en la madera quemada sentimos los incendios que asediaron a la región, utilizados para ‘abrir los campos’ entre los tupidos bosques nativos, como una práctica de la colonización, llevada a cabo desde principios del siglo XX”, explica.

La exposición se enmarca en el programa “Arte, territorio y paisaje” del MAC para este 2014.  Estará abierta desde el 27 de marzo al 15 de junio, de martes a domingo.

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