Producciones cinematográficas internacionales prefieren rodar en Argentina y Colombia
La película «Colonia Dignidad», que interpreta la famosa actriz inglesa Emma Watson, se filmará en el país trasandino, del mismo modo que la producción hollywoodense «Los 33» se grabó al interior de unas minas de sal en las cercanías de Bogotá. ¿La razón? La comisión fílmica de Chile está segura que es por la falta de una visión política común con otros ministerios, que pueda traducirse en incentivos tributarios que conviertan a Chile en un país más competitivo para la industria cinematográfica mundial.
Emma Watson, la famosa actriz inglesa, mundialmente conocida por la saga de Harry Potter, se pasea por el set en Haut Martelange, en la frontera belga de Luxemburgo, vestida a la usanza de las colonas alemanas de Villa Baviera, en la lejana –para ellos– Región del Maule. Es la protagonista de la película Colonia Dignidad que el director Florian Gallenberger –ganador del Oscar 2011 al mejor cortometraje por Quiero ser– está actualmente realizando sobre la traumática experiencia de alemanes y chilenos que fueron controlados y adoctrinados en su conciencia y conducta, por el soldado nazi y predicador Paul Schäfer, jerarca del enclave alemán.
Emma Watson, a la usanza de las colonas del enclave alemán.
El film cuenta la historia de Lena (Watson) y su novio, Daniel (Daniel Brühl) en plena década de los 70 en Chile. Durante los primeros días del Golpe Militar, Daniel es secuestrado por los agentes secretos de la dictadura y Lena le sigue la pista hasta que llega a la Sociedad Benefactora Colonia Dignidad, al interior de Parral.
El lugar, para la protagonista, parece ser un recinto de caridad, inofensivo y conservador. Pronto, sin embargo, Lena comprobará que Colonia Dignidad es una secta y que sus instalaciones son utilizadas como un centro de tortura y detención. Para estar cerca de su pareja, Lena decide unirse al culto.
Para conectarse con la realidad local que dará vida a este thriller político, la propia Watson y Gallenberger estuvieron de paso por Chile la segunda semana de septiembre. Su visita generó especulaciones de todo tipo hasta que de la productora Iris Group confirmaron que la visita se enmarcaba dentro de un proceso de ambientación con miras a comenzar los rodajes de Colonia Dignidad, la película.
La historia es chilena y transcurre en Chile. Por un tema de costos, el filme será rodado en un estudio en Luxemburgo, pero para las escenas finales donde se pretende grabar en exteriores para reflejar el ambiente en plena dictadura chilena, una buena parte de la producción, realización y del elenco viajarán a Sudamérica.
¿A Chile?
No, a Argentina.
Siendo una realidad que toca profundamente la historia reciente de Chile, que esta película no sea filmada en nuestro país es un tema.
Para la Comisión Fílmica de Chile (Film Commission), entidad dependiente del Fondo Audiovisual del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA), cuyo propósito es precisamente que Chile sea visto como un destino mundial para filmar películas, el diagnóstico es claro: faltan incentivos estatales que hagan de Chile un país más competitivo para la industria cinematográfica internacional.
Los actores Emma Watson y Daniel Brühl
«Nuestro diagnóstico y en esto estamos todos alineados, tiene que ver con el respaldo del Estado frente a las producciones extranjeras», explica Tatiana Emden, directora del área internacional de la Film Commission Chile. «Lo que falta es principalmente tener un diálogo abierto y franco con el Ministerio de Economía, y con el de Hacienda. Es un diálogo que hemos iniciado hace un par de años, pero lamentablemente no ha progresado como quisiéramos; falta un lineamiento político común al respecto, una proyección respecto a ciertos temas».
Esta falta de visión se traduce directamente, según los encargados de promocionar Chile, en que el país no está siendo competitivo y claramente está en desventaja respecto de Argentina y Colombia. Dos países que han logrado penetrar con fuerza en el mundo audiovisual internacional.
En concreto –segura Emden– «faltan incentivos tributarios que seduzcan a la cinematografía internacional a invertir en Chile».
Johanna Whittle, coordinadora general de la comisión fílmica chilena, explica que en Colombia, por ejemplo, «del dinero gastado en servicios de producción audiovisual se podría llegar hasta una devolución del 40 por ciento». «Eso claramente es una ventaja comparado con lo que podemos ofrecer aquí», recalca Emden.
Mina colombiana usada como locación de un yacimiento chileno
Silvia Echeverri, Directora de la Comisión fílmica de Colombia, contó a Cultura+Ciudad que desde el 2012 está en vigencia «la Ley 1.556, a través de la cual se creó un incentivo muy atractivo para las producciones internacionales. El Cash Rebate o Incentivo de Devolución».
Este incentivo, confirma Echeverri, busca devolver el 40% de los gastos en servicios cinematográficos y el 20% en servicios logísticos a las películas que inviertan por lo menos $600.000 USD en el país.
«En comparación con otros países de la región Colombia ofrece unos servicios competitivos y con un talento humano que es reconocido por su profesionalismo y capacidad de trabajo», remarca la directora de la Comisión fílmica de Colombia.
Grabación de «Los 33»
Por estas razones fue, que más allá de que algunos interiores se grabaran en Chile, la película Los 33, que dirige la mexicana Patricia Riggen y que entre sus principales estrellas se encuentra Juliette Binoche y Antonio Banderas, se filmó en Colombia.
Tal como la trágica experiencia chilena, cuyos mineros estuvieron 70 días atrapados bajo tierra, una buena cantidad de las escenas se rodaron subterráneamente en las minas de sal de Nemocón, a 50 kilómetros de Bogotá. Eso que Chile es uno de los países que tiene mayor número de yacimientos mineros; una buena parte de ellos incluso en las cercanías de la Región Metropolitana y de Valparaíso.
James Bond «Quantum of Solace»
Uno de los casos que hizo famoso a Chile en la industria cinematográfica mundial, sucedió durante la grabación de la película Quantum of Solace, interpretada por Daniel Craig como el agente secreto 007. Pero no fue precisamente por algo positivo, sino por el contrario, algo absurdo.
Corría el 2008 cuando el entonces alcalde de Sierra Gorda Carlos López, a eso del mediodía interrumpió en el rodaje realizando una loca carrera en su vehículo todoterreno, con el que casi atropella a dos personas, generando la sorpresa del equipo de producción. Su acción tenía como propósito boicotear el rodaje porque las escenas filmadas en la estación ferroviaria de Baquedano, serían presentadas en el argumento del filme como parte de Bolivia. La idea del edil era embanderar la localidad para hacer un boicot patriótico.
A fin de cuentas el resultado de esta aventura patriótica del edil terminó con él mismo detenido por 5 horas, y la impresión de la productora extranjera que en Chile no existían condiciones para este tipo de aventuras cinematográficas a gran escala.
Al margen de la ausencia actual de incentivos reales para competir con Colombia y Argentina, de la comisión esperan que la historia de Sierra Gorda no vuelva a repetirse, por esa razón es que la Comisión Fílmica, nacida el 2011, tiene hoy un plan estratégico fundamentado en tres ejes principales.
Una de estos lineamientos lo compone la Red Nacional de Apoyo, que busca asesorar a los gestores la obtención de permisos de rodaje. Eso incluye el Sello Film Friendly que consiste en un distintivo que se entrega, mediante un convenio, a las municipalidades y otras entidades que fomenten y faciliten el trabajo de las producciones audiovisuales en sus respectivos territorios.
El segundo eje es el apoyo al sector Audiovisual para exigir el cumplimiento de las leyes laborales, obtener la certificación laboral y entregar charlas y capacitación orientado a trabajadores del sector audiovisual y entidades involucradas en el otorgamiento de permisos de rodaje.
Finalmente está el tercer punto que es el desarrollo de la Red de Comisiones Fílmicas Regionales.
Junto a la falta de incentivos y a la falta de comprensión de algunas autoridades respecto de las ventajas de colaborar con la industria cinematográfica, una de las deudas chilenas para aumentar la competitividad es la ausencia de un buen estudio de cine, no de televisión, que pueda ofrecer un servicio de alta calidad para el resto de Latinoamérica.
«Estamos en conversaciones con Corfo para crear herramientas que ayuden a la inversión extranjera, que puedan entregar recursos a través de una línea para generar por ejemplo un estudio específico para el cine de gran envergadura. Estudios que sirvan para atraer producción internacional», explica.
Una de las garantías que Chile ofrece comparativamente es que en un mismo país se pueden encontrar todas las geografías del mundo y también fuera de él, de modo que a pocas horas de vuelo se puede encontrar locaciones para una película ambientada en el Himalayas, en la Polinesia, en el Sahara, en la Luna y hasta en Marte.
«Pero no somos simplemente una cara bonita», dice con humor Emden, «sino que nuestros esfuerzos están puestos en potenciar además a nuestros técnicos y profesionales del mundo audiovisual, como también en transmitir la calidad de nuestros servicios», señala.
La industria cinematográfica es la única en el mundo que, pese a las crisis económicas mundiales, no se ven resentidas sus finanzas. En Hollywood, por citar un ejemplo, se mueven más de 30 billones de dólares anuales.
