Científicos experimentan con la «neurogénsis» para borrar recuerdos para siempre

¿Qué pasaría si a usted le dijeran que podría olvidar algún recuerdo que no le es muy grato? Esta es una de las tantas interrogantes que se planteó un grupo de investigadores liderados por Paul Frankland del Instituto de Ciencias Médicas de Toronto, Canadá.

Utilizando ratas de 17 y 60 días de edad, realizaron una serie de experimentos para comprender la relación existente entre el olvido y la neurogénesis, entendido como el proceso en el cual nuevas neuronas son integradas al circuito de algunas áreas del cerebro. El estudio surge del planteamiento de que la neurogénesis podría estar implicada en la regulación del olvido, siendo marcada en individuos de corta edad debido a que este proceso es más intenso en este período.

En esta investigación, la estructura estudiada fue el hipocampo, debido a que participa en los procesos de memoria y aprendizaje. Al realizar la cuantificación de neurogénesis en ambos grupos de ratas, lograron determinar que existe un gran número de células en vías de integración a circuitos del hipocampo en las ratas más pequeñas de edad en comparación a las adultas. Sin embargo, para poder determinar la relación existente entre olvido y neurogénesis, fue necesario entrenar a los animales en un paradigma contextual del miedo. Este consiste en ubicar a una rata en un ambiente determinado y aplicarle pequeñas descargas eléctricas en las patas, con el fin de que exista una asociación entre el contexto y el miedo. Para poder evaluar si una rata recuerda el contexto aversivo, se introduce nuevamente al ambiente donde fueron aplicadas las descargas eléctricas y se mide el nivel de “freezing”, o congelamiento, que presentan. Posterior a la aplicación de este protocolo, los científicos indujeron la neurogénesis para determinar si la integración de nuevas células al circuito del hipocampo permitiría que las ratas olvidaran lo aprendido.

Para poder inducir naturalmente la neurogénesis, se les dio a los animales libre acceso a correr en una rueda que fue puesta al interior de la jaula. Es así como llegaron a la interesante conclusión de que las ratas que habían corrido en la rueda recordaban menos cuando eran expuestas nuevamente al protocolo de foot-shock en comparación a las ratas sedentarias, es decir aquellas que no habían corrido en la rueda. El mismo fenómeno fue observado cuando se indujo la neurogénesis artificialmente a través de la incorporación de fármacos. Se les administró Memantina a ambos grupos de ratas, una droga precursora de nuevas neuronas utilizada comúnmente para tratar la enfermedad de Alzheimer, con lo cual observaron los mismos resultados obtenidos en el primer experimento: Una disminución en los recuerdos negativos.

Sin embargo, no suficiente con esto, surgió la interrogante respecto a los efectos de la inhibición de la neurogénesis. Para esto, los investigadores administraron Temozolomida, fármaco que inhibe la neurogénesis hipocampal. El tratamiento con este fármaco permitió observar, que las ratas podían ahora recordar el paradigma contextual de miedo, presentando altos niveles de freezing.

Los resultados de este estudio podrían dar luces como un tratamiento terapéutico natural beneficioso. En la actualidad es muy usual la utilización de fármacos para el tratamiento de pacientes con estrés postraumático, los cuales podrían generar efectos secundarios desfavorables. La generación de estrategias naturales por el contrario, podrían traer mejores beneficios y a su vez ser aplicables en diferentes edades.

Artículo original: http://www.sciencemag.org/content/344/6184/598.long