A la fecha se han presentado 2 proyectos de importancia menor
A un año de Gobierno, ninguna de las medidas prometidas por la Presidenta Bachelet y que comprometen Ley en materia cultural, han sido despachadas al Congreso. Algunas de ellas fueron parte, incluso, de los compromisos para los primeros 100 días de Gobierno que se extinguieron el primer semestre del año pasado. Sobre la Ley del Ministerio de Cultura se han entregado diversos plazos, el último dado a conocer por la ministra Claudia Barattini indica que estaría listo en el mes de abril.
El pasado 29 de enero, el Gobierno destacó el cumplimiento de la agenda legislativa del período, que significó la aprobación –señaló en su oportunidad Rodrigo Peñailillo, en su calidad de Vicepresidente de la República– de 10 normativas prioritarias antes del 31 de enero, tal como lo había comprometido la administración de la Presidenta Bachelet. Estos proyectos se suman a los enviados con anterioridad, llegando a 18 las iniciativas legislativas que ya están en poder del Congres0.
¿Cuántos de estos son proyectos en materia cultural? Ninguno, salvo dos trámites menores.
Dentro de las 50 medidas que la Presidenta Bachelet prometió para los primeros 100 días de Gobierno, entre ellas la número 33 relativa a la creación del Ministerio de Cultura, la 34 respecto a la construcción de centros culturales para jóvenes y la 35 en torno a la creación de un programa en el área patrimonial, la número 34 es la única que ha tenido avances relativos, inaugurándose una sede en Arica y otra en Valdivia, pero sin que se conozca todavía el aporte o impacto en la comunidad de dichos centros.
De las tres medidas mencionadas, la del Ministerio de Cultura es la única que compromete ley. Si bien este proyecto se anunció como la iniciativa más importante para el rubro y que debería cumplirse en los primeros 100 días de Gobierno, a un año de su anuncio aún no hay proyecto alguno presentado al Parlamento. La complejidad de una iniciativa de esta naturaleza llevó a la Ministra Claudia Barattini a posponer la entrega del documento, a fin de realizar una consulta indígena, tal como lo determina el Convenio 169 de la OIT. Se habló de que estaría listo a mitad de año, luego en diciembre y así, sin que hasta ahora se conozca el proyecto.
Recientemente Barattini, en una actividad en la Escuela Especial Magdalena Ávalos Cruz, donde fueron dados a conocer los resultados del Fondo de Fomento al Arte en la Educación (FAE) ($500 millones), señaló que se estaba cerrando el proceso de la consulta indígena y que el proyecto debería estar ingresado en abril. Consciente de que este sería como el cuarto anuncio en tal sentido, la ministra Barattini agregó que si no se entrega en ese fecha, sí o sí, tiene que estar en el Congreso antes del 21 de mayo.
Cabe indicar que en el caso del proyecto de ley que crea el Ministerio de Cultura y Patrimonio, el Ejecutivo anunció que ingresaría una “Indicación Sustitutiva” que remplazará íntegramente el proyecto presentado por el Gobierno de Sebastián Piñera.
Fuera del caso del Ministerio de la Cultura, ¿qué ha hecho el Gobierno a nivel legislativo en materia cultural? En 2014 ingresó dos proyectos, ambos de importancia menor: uno que aprueba el Tratado de Beijing sobre interpretaciones y ejecuciones audiovisuales, de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), y otro que modifica el régimen de probidad aplicable al Consejo Nacional de Televisión. Ninguno de ellos formaba parte de las promesas de campaña.
En cambio, no registran movimiento alguno cinco medidas que sí estaban prometidas en el programa de Gobierno, partiendo por el ya nombrado Ministerio de Cultura, que sigue en el aire.
Entre estas, figura el no cumplimiento de la medida que pretendía incorporar al Consejo Nacional de Televisión (CNTV) adentro de la institucionalidad del Ministerio de Cultura (“enfatizando su rol de fomento de la calidad de la industria televisiva” y que desde el punto administrativo se apreciaría como un error político, puesto que el CNTV es un organismo autónomo); tampoco hay nada sobre las modificaciones prometidas a la televisión pública (entre otras, “con el objeto de que pueda producir bienes públicos socialmente valorados que los privados no tienen obligación de producir”); ni respecto a los derechos laborales en los distintos sectores del mundo de la cultura –donde la precariedad es peor a la ya existente en el resto de la sociedad– ni menos respecto a la ratificación de convenciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) sobre las medidas para prohibir la transferencia ilícita de bienes culturales.
La ausencia de iniciativas legislativas en materia cultural fue confirmada por el Observatorio de Políticas Culturales, que como cada año elabora un informe de seguimiento de todos los proyectos de ley en materia cultural, el cual estaría próximo a difundir.
Si bien las medias anunciadas serían de orden prioritario para el Consejo de la Cultura, la institucionalidad cultural ha estado trabajando en una agenda propia para llevar adelante iniciativas sectoriales. Cabe mencionar, eso sí, que tales proyectos han sido voluntad de los propios sectores, cuya elaboración intelectual también ha sido de ellos, como es el caso de la Ley de Artes Escénicas, promovida por la Plataforma de las Artes Escénicas, compuesta por Sidarte, Sindicato de Circo Tradicional, Sindicato de Danza y la Red de Salas, entre otras organizaciones afines.
Dentro de los éxitos legislativos que podríamos contar en materia cultural y que fueron conocidos durante este período, destaca el de la Ley de la Música, conocida por su indicación más popular del 20% de la música chilena en las radios; sin embargo, no hay que olvidar que si bien este proyecto contó con el apoyo de la institucionalidad cultural en el último tramo, la iniciativa no es de este Gobierno, ya que fue presentada el 2007.
“La cultura es parte del alma de un país, y requiere ser apoyada y tratada como se merece para promoverla, fomentar su desarrollo y, por sobre todo, aumentar el acceso de todos los chilenos y chilenas a las actividades artísticas”, señala la ya citada medida número 33. A juzgar por los proyectos presentados hasta ahora, hasta el momento no se trataría más que de buenas intenciones.
