En emotiva premiación de concurso literario, Las Lanzas confirma su espíritu republicano

Anoche la emblemática Fuente de Soda Las Lanzas, en el corazón de plaza Ñuñoa, encarnó lo que hace algunos meses, su administrador Manuel Vidal, dijo como reflexión a la hora de pensar cómo celebraría los 50 años de existencia del local.

“Los restoranes no son una cuestión solo de servicios. Lugares para comer hay muchos. Se trata de entender que el ocio, la mesa, la conversación y la copa nocturna, también son cultura”.

Manolo Vidal, administrador de Las Lanzas; Héctor Cossio, editor de Cultura de El Mostrador; y los jurados Camilo Brodsky, editor de Das Kapital, y el escritor Jaime Hales. Fotografía María Paz González H.

Tal como en sus inicios, a mediados de los sesenta, cuando la Fuente de Soda pasó de simple restorán a rincón de encuentro de jornaleros, profesores, funcionarios municipales, políticos, músicos y escritores, ayer Las Lanzas, en una expresión nítida de su espíritu republicano, se volcó a las letras con la misma pasión y habitualidad que a la buena mesa.

En uno de los comedores interiores del local, ahora convertido en auditorio, se llevó a cabo anoche la premiación del concurso literario «Lánzate un cuento con las Lanzas», certamen con el que la Fuente de Soda decidió celebrar su aniversario número 50, como una forma de rescatar y fortalecer la identidad de barrio.

«En primer lugar, quisiera celebrar con cultura y un guiño de posible posteridad impresa, los 50 años de este lugar de encuentro de tantas mentes, de tantos corazones, de tantas voluntades, de tantas ideas realizadas y aun por realizar. Celebrar no solo el cumpleaños de este humilde boliche sino, aun más relevante, los 50 años de los que todos, juntos, hemos creado. Nuestra comunidad, nuestro barrio, nuestra historia», señaló Vidal, con claras intenciones de convertir el concurso en una tradición ñuñoína.

Los dueños de casa: Nancy Flores Acevedo y Manuel Vidal González. Foto: María Paz González H.

Al concurso literario, el primero en su especie al provenir la iniciativa de un restorán, llegaron más de 200 relatos, la mayoría de muy buena calidad, como reconoció Camilo Brodsky, en representación del jurado, compuesto además por los escritores y parroquianos de Las Lanzas, Alejandra Costamagna y Jaime Hales.

Tras una no menos compleja deliberación, el jurado distinguió en el primer lugar a Diego Olivares Jansana, con el cuento El Tiuque, en el segundo lugar a Federico Zurita Hecht, con el cuento Cádiz esquina Domínica y en tercer lugar a Daniel Neyra Bustamante, con el cuento Huérfanos.

Además de los primeros lugares, el jurado eligió, de entre los 200 relatos que llegaron al concurso, los 11 mejores cuentos, con los cuales a fin de año, con oportunidad del lanzamiento de la segunda versión del concurso literario, se editará un libro a cargo de editorial Das Kapital.

Celebración. María Paz González H.

Los relatos distinguidos son Autodefensas a domicilio, de Nicolás Meneses; Cuadro de trote, de Drago Yurac; El paseante, de Federico Gana Johnson; Insomnio, de Francisca Maturana; La calle de atrás, de Franco Abello; Los mismos, de Felipe Millán; Made in Chile, de Carolina Reyes; Postmall, de Katiuska Oyarzún; Sangre, satén y organza, de Claudio Rodríguez Morales; Temporada de frutillas, de Gabriela Lobos; y Secreto diario, de Maite Sasía.

Los tres primeros lugares serán publicados, además, por El Mostrador Cultura+Ciudad, en su sección ensayos y libros.