Llegó a acuerdo con Serviu para evitar demolición
Esta semana además hubo una presentación al Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA) por la ONG Kimkelén para que el centro sea declarado patrimonio inmaterial, aunque el resultado se sabrá en varios meses más.
A dos días de celebrarse el Día del Patrimonio, la quinta de recreo “El Negro Bueno” de la comuna de La Florida puede decir con orgullo que ha ganado otra batalla por su supervivencia. Tras cuatro años de disputas y a un año de cumplir seis décadas, finalmente hubo acuerdo con el Servicio de Vivienda y Urbanismo (SERVIU) para preservar el lugar, en peligro por obras del Transantiago en el paradero 14 de la avenida Vicuña Mackenna.
Esto se suma a una presentación realizada esta semana al Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA) por la ONG Kimkelén para que el centro sea declarado patrimonio inmaterial, aunque el resultado se sabrá en varios meses más.
Los integrantes del lugar y su centro cultural serán parte de una marcha ciudadana por el patrimonio que recorrerá mañana el centro de Santiago. La manifestación se iniciará a las 11:00 de la mañana en la Plaza Italia para recorrer varios puntos de la capital, como la Facultad de Química y Farmacia de la Universidad de Chile –en peligro de demolición por un proyecto de modernización de esa casa de estudios- para después bajar por la Alameda hasta La Moneda.
El domingo, en tanto, habrá una celebración por la victoria en la propia quinta, a partir de las 14:00 horas, que promete cinco horas de cueca, con entrada liberada, además de campeonatos de cacho, brisca y dominó.
La sobrevivencia de la quinta de recreo tras el acuerdo a fines de abril con el SERVIU tuvo un sabor agridulce. No habrá demolición total, pero el lugar sí sufrirá algunos cambios, los que afectarán principalmente el centro cultural, que desaparecerá como tal, según señala Raúl Oyarce, uno de sus impulsores.
El actor y gestor explicó que la capacidad de espectadores del centro cultural, que alcanzaba las 120 personas, quedará reducida a más de la mitad, y que habría que reconstruir además camarines, baños y una cafetería, algo imposible en las condiciones económicas actuales. Como el centro cultural subsistía gracias a los eventos que allí se realizaban –desde cuecazos a conciertos de rock y muestras de cine, entre otros- la imposibilidad de celebrarlos cortará con el financiamiento y por ende la sobrevivencia del lugar.
“Tuvimos que ceder un poco para lograr la permanencia”, admite Oyarce. Las obras comenzarán a fines de mes. Sin embargo, para él lo importante es que “después de cuatro años de peleas, finalmente nos quedamos”, apuntando a los planes originales que preveían “la eliminación total de la quinta de recreo”. Agradeció de paso a las muchas organizaciones sociales y culturales que les ayudaron en la lucha por salvar el lugar, así como a la diputada Camila Vallejo por visibilizar el conflicto, entre otros.
Oyarce también destacó que se ganó que se reconstruya la fachada original de la quinta, «que existió entre el 56 y el 60”, así como el traslado de los locatarios adyacentes al lugar, como una shopería, una botillería y varios almacenes, cuyos trabajadores preservarán de esta forma sus puestos de trabajo.
Este martes, además, la quinta dio otro paso en la lucha por el reconocimiento. La ONG Kimkelén, representada por Hilda San Martín, presentó una solicitud para que el lugar sea considerado como “tesoro vivo”, dada su importancia histórica para la comuna.
“Nos parece que ‘El negro Bueno’ es parte de la cultura urbana, que es importante que se rescate”, explicó San Martín. El resultado se sabrá en varios meses.
El año pasado, la quinta presentó una solicitud al Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) para que fuera declarado monumento, pero la solicitud fue rechazada al considerarse que el lugar carece de valor arquitectónico. Esto fue fuertemente por organizaciones como la Asociación de Barrios y Zonas Patrimoniales, que criticó la visión “monumentalista” de la entidad.
