El ex Prisionero se ha mantenido alejado de las polémicas de sus compañeros de banda y se ha dedicado a desarrollar sus proyectos musicales con un bajo perfil. Uno de ellos se podrá ver materializado en el próximo estreno de Vacaciones en Familia, película que cuenta con música original de Tapia y que aborda el arribismo de la sociedad chilena.
Desde la separación de Los Prisioneros en 1992, Miguel Tapia, ha preferido desmarcarse de las polémicas que han enfrentado a Jorge González y Claudio Narea y ha cultivado el bajo perfil. Enfrentamientos llevados a los medios de comunicación, que desde hace ya tiempo son ajenos al baterista. Actualmente, Tapia se encuentra cultivando proyectos musicales que le han permitido dedicarse a la música.
Y siempre fue así, desde el tiempo en que la banda se encontraba activa prefería pasar inadvertido a la exposición. Una personalidad muy distinta a la de sus compañeros, que finalmente le permitió centrarse en otras actividades lejos de la imborrable imagen del trío ochentero.
“A parte de haber participado en Los Prisioneros y no haber sido parte de ninguna polémica de Los Prisioneros, yo me he dedicado a otras cosas que para mí son tremendamente más interesantes e importantes”, afirma el músico.
Entre ellas está la desaparecida agrupación electrónica Jardín Secreto y la actual banda Travesía, que conformó junto a tres músicos y con la que lanzó su primer disco el año pasado. Además de un estudio de grabación que montó en su casa en Pirque, espacio en el que ha grabado a figuras del folklor como Santos Rubio, como también conjuntos mapuche.
“Mi camino va por otro lado claramente. Y me ha acomodado mucho porque eso me hace relacionarme con gente que mí me aporta, y que confían en mí por la misma razón de no ser un personaje farandulero, que la verdad para mí son realmente innecesarios, hasta de mal gusto”, expresa Tapia.
Música para películas
En enero del año pasado se estrenó en TVN la serie “La canción de tu vida”, espacio televisivo que constituyó el primer acercamiento del ex Prisionero al género de bandas sonoras. La serie protagonizada por “el Rumpy”, fue el punto de partida para lo que actualmente está realizando Miguel Tapia con la película Vacaciones en Familia del director Ricardo Carrasco.
La cinta, protagonizada por María Izquierdo y Julio Milostich, aborda uno de los puntos débiles pero fundacionales de la actual sociedad chilena: el arribismo. Una familia aparenta vacacionar en Brasil mientras se encierra en su casa por la falta de dinero. Este argumento es el que atrajo a Tapia a responder al llamado de Carrasco para trabajar en la música de la producción audiovisual.
“Es una comedia pero yo la encuentro dramática porque hay un tema de apariencias de nuestra sociedad impactante. De cuánta apariencia hay en querer demostrar cosas que no son a los demás y cómo se para nuestra sociedad frente a los otros. Eso lo encontré bien impactante y dramático, y la película lo maneja muy bien”, señala el músico.
Vacaciones en Familia explota un componente social de la sociedad chilena, y lo enfrenta a las risas del género de la comedia, donde todo está mucho más permitido. En esta historia calza perfecto el hit radial “Lo estamos pasando muy bien” del disco de Los Prisioneros La cultura de la basura. La canción, de autoría conjunta de Miguel Tapia y Claudio Narea, se convirtió en el tema central de la película, claro que re versionada y en un formato electrónico.
“Mucha gente se va a identificar con la historia, que es absolutamente chilena y actual, y tiene mucho que ver con nuestra sociedad consumista que le da el valor a las cosas materiales por sobre las que realmente son importantes, perduran y sirven para crear una buena sociedad. O sea, los valores están totalmente trastocados y aquí en la película se siente muy fuerte eso”, agrega Tapia.
Para el músico, el trabajo que implica la composición de una banda sonora es completamente distinto y por lo mismo fascinante. La creación musical suele realizarse a partir de una idea o de sensaciones, a diferencia de la música para series o películas que se construye sobre una base audiovisual existente.
“Fui armando la música según lo que me provocaba cada situación de la película. Hay un supuesto viaje a Brasil, entonces tiene un poco de bossa nova, un poco de jazz, un poco de electrónica. La música pasa por muchos momentos distintos y por algunos estilos diferentes, lo que me resulta muy atractivo porque lo interesante es ir variando. Es como hacer un disco”, asegura el músico.
Si bien, confiesa que existen otros proyectos similares en la mira, prefiere no adelantar nada. Pero afirma que fue un trabajo que le gustaría volver a repetir y que finalmente no se le hizo difícil de desarrollar.
“Encuentro espectacular hacer música para una película, porque la vas construyendo de acuerdo a lo que te va inspirando una historia o un momento en particular de esa historia. Sería fantástico, me encantaría seguir haciendo música para películas”, manifiesta Miguel Tapia.
