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Villanos, cómplices, seguidores y ningún héroe: El mundo de Álvaro Corbalán y el espectáculo de los 80

Villanos, cómplices, seguidores y ningún héroe: El mundo de Álvaro Corbalán y el espectáculo de los 80

El libro “Álvaro Corbalán, dueño de la noche”, de los autores Daniel Campusano, Constanza González, Macarena Chinni y Felipe Robledo señala entre sus aduladores al director de orquesta Horacio Saavedra, el cantautor Tito Fernández, la cantante Patricia Maldonado, la vedette española Maripepa Nieto y grupos como Los Huasos Quincheros y Los Cuatro Cuartos. Hoy muchos reniegan de él.


Un libro que reconstruye la relación del ex jefe de brigada de la Central Nacional de Informaciones (CNI), Álvaro Corbalán, y figuras del mundo del espectáculo en los años 80, durante la dictadura militar, será lanzado próximamente por la editorial Ceibo.

Se trata de Álvaro Corbalán, dueño de la noche, que cuenta con el testimonio de una cincuentena de periodistas, músicos, comediantes, animadores, productores y directores de televisión. Fue escrito por los investigadores Daniel Campusano, Constanza González, Macarena Chinni y Felipe Robledo, quienes cursaron Periodismo en la Universidad Diego Portales (UDP).

“Algunos (artistas) eran amigos de él y se aprovechaban de su poder y de los beneficios que eso conllevaba y lo importante que era para algunos decir que eran amigos de Corbalán”, comenta Chinni. Otros, en cambio, le negaron pleitesía y fueron sus víctimas.

Para Robledo, otro de los autores, es una historia “que parece repleta de villanos, cómplices, seguidores y ningún héroe”. “Cada involucrado de alguna manera fue ayuda o testigo de cómo el poder de Corbalán crecía no solo en su cargo en la CNI, sino también en sus amistades que muchas veces eran por conveniencia, por miedo y que a muchos los llevaron ahora a estar en el ocaso y el olvido”.

corbalan

Seguridad Festival de Viña del Mar

Corbalán (1951) está actualmente condenado a cadena perpetua por diversos crímenes y prisionero en Punta Peuco desde 2003. Como miembro de la represión fue condenado por el asesinato del periodista José Carrasco, ocurrido en 1986, y la Matanza de Corpus Cristi, en la cual el año siguiente fueron asesinados 12 miembros del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), entre otros delitos.

La periodista Andrea Lagos recuerda en un artículo que la relación de Corbalán con el mundo del espectáculo es de antigua data. A comienzos de los 70, “junto a otros cadetes formó el grupo Voces de Manquehue, que se presentaba en los festivales de colegios de la zona oriente capitalina”. En diciembre de 1973, egresado de la Escuela Militar, incluso firmó por dos años con el sello discográfico Odeón, según Lagos.

En los años 80, ya como parte de la CNI, Corbalán estuvo a cargo de la seguridad del Festival de Viña del Mar. Según Lagos, la entonces alcaldesa designada de la ciudad, Eugenia Garrido, incluso le regalaría una Gaviota de Plata dedicada, que conserva en Punta de Peuco: “A Álvaro Corbalán, por sus servicios prestados en defensa de la patria”.

En aquella época, el ex militar logró codearse con múltiples figuras del espectáculo y se convirtió en protagonista de innumerables fiestas en los lugares más cotizados de la época, como el Confetti (propiedad de Jorge Pino, esposo de la cantante Patricia Maldonado) y el Rodizzio.

Según señala en el libro el ex CNI Luis Sanhueza, estos lugares eran muy exclusivos y asistía gente de alto nivel económico, del mundo militar, artístico y de la televisión.

“Uno que estaba siempre ahí era (el periodista de Canal 13) Pablo Honorato, era bueno para el trago e íntimo amigo del ‘Pato’ Castro –ex miembro de la CNI– y de Aurelio Sichel –empresario gastronómico–. A estos lugares iba desde mi general Pinochet hasta los oficiales. Había mujeres buenas mozas, eran los sitios top del momento”, indica Sanhueza en el libro.

Castro fue en aquella época pareja de la actriz Carolina Arregui y posteriormente sería condenado por el caso de la financiera ilegal “La Cutufa”, que también le costó la vida a Sichel en 1989. Honorato, consultado por los autores del libro, “se enojó cuando le preguntamos por su relación con los agentes de entonces”, según cuenta González.

Doble personalidad

La imagen de Corbalán en aquella época era bastante particular y cambiante, según los autores. “Mientras se desempeñaba como agente era prepotente y violento, no dudaba en hacer cumplir las órdenes de sus superiores. Pero por las noches el personaje era totalmente diferente, siempre aparecía bronceado y vestía de forma elegante. Algunos artistas lo recuerdan por sus rasgos árabes y sus perfectos dientes blancos”, escriben.

El libro también da cuenta de su faceta de galán. Un cantante lo recuerda como un tipo de “buena pinta, siempre estaba tostado, con bigotito, buenos trajes, atlético, a las minas les gustaba, les encantaba”, que llamaba la atención por su personalidad.

Para la cantante Gloria Simonetti, “él era el estereotipo de ‘galán chanta’ que quería ser famoso”. Su éxito con las mujeres explican sus múltiples matrimonios y diez hijos.

Sin talento

Cómodo en el mundo militar como el artístico, al parecer Corbalán usó su personalidad, pero también su poder en el primero para destacarse en el ambiente del espectáculo.

“A él le gustaba tocar el piano y, sin tener el talento, pero sí el poder, se logró meter en este mundo”, asegura el cantante Jorge Eduardo en el libro.

Patricio Torti –integrante de Los Cuatro Cuartos– dice el ex agente era un personaje muy simpático, que atraía a la gente. “El ‘Negro’ tenía muchos amigos y seguidores. Era conversador y bueno para el carrete. Le gustaba mucho el mundo de la música y de las luces”.

En un mundo donde la izquierda era predominante, Corbalán incluso llegó al extremo de crear su propia peña para contrarrestar la popularidad del Café del Cerro, donde tocaban los artistas de izquierda de la época.

“Compró la casa de la compositora Alicia Puccio en Providencia, quien era su maestra de canto, y la transformó en lo más parecido a una peña folclórica. Sería la ‘Casa de Canto’. En su repertorio figuraban artistas como Los Huasos Quincheros, Ginette Acevedo, Pedro Messone, Los CuatroCuartos” y él mismo junto a su guitarra, señala el libro.

“Cada uno con sus opiniones sobre él, pero no había duda que era el protagonista que no pasaba desapercibido en los grandes eventos, incluso también en los más privados”, comenta Chinni. “Él se creía un artista y frente a eso él tenía que sobresalir. Su cargo dentro de la CNI respondía a sus ganas de destacar en los eventos. Tenía el poder suficiente para subir a alguien al escenario”.

Nadie fue

Hoy, sin embargo, todo es diferente. Todos niegan haber tenido una estrecha relación con Corbalán, según relata González.

“Sin embargo, dentro de las entrevistas a los artistas los nombres que más se repitieron entre quienes fueron los que más lo adularon durante la dictadura son (el cantautor Humberto) ‘Tito’ Fernández, (el director de orquesta) Horacio Saavedra, (la cantante) Patricia Maldonado, obviamente (la vedette española) Maripepa Nieto al ser su pareja, (y grupos folclóricos como) Los Huasos Quincheros, Los Cuatro Cuartos”, dice.

Agrega que quienes lo rechazaron –según los relatos de los artistas– fueron “los grupos reconocidos de izquierda de entonces que estaban exiliados, (el cantante José Alfredo) ‘Pollo’ Fuentes, (el humorista Juan Carlos) ‘Palta’ Meléndez y la entonces vedette (argentina) Cristina Tocco, en una propuesta romántica”.

Para los autores fue una gran sorpresa la estrecha relación que tenían algunos artistas con el entonces CNI, “que muchos niegan hasta el día de hoy”, concluye González. En palabras de Robledo, “muchos de ellos hoy se arrepienten, se arrepienten profundamente”.

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