Publicidad
Festival de Teatro Exit: Una oportunidad para reflexionar sobre la empleabilidad de los egresados El festival celebra su séptima versión desde el 1 de marzo al 2 de abril en la Sala de Sidarte

Festival de Teatro Exit: Una oportunidad para reflexionar sobre la empleabilidad de los egresados

Este año cuenta con la participación de 10 montajes de distintas escuelas profesionales de la ciudad de Santiago, los que de algún modo desarrollan propuestas estéticas y discursivas variadas, dando cuenta de miradas políticas, actualizando clásicos a la realidad contemporánea y, por sobre todo, intentando desarrollar un lenguaje con identidad.


Exit, es el festival de teatro santiaguino que congrega a los cursos que egresan de diversas universidades o escuelas de teatro. Los “egresos” son el examen de último año para los cursos de actuación teatral y es el momento en que los futuros actores y actrices, viven un proyecto teatral profesional con el cual concluyen sus estudios; pero más que una muestra de egresos, Exit es una verdadera política de empleabilidad, una bienvenida a las egresadas y egresados de las escuelas de teatro al mundo laboral y, además, funciona como una plataforma de acceso para visualizar los nuevos lenguajes escénicos que se van generando cada año.

Este festival cada vez toma mayor relevancia, no solo por la cantidad de propuestas escénicas que tienen espacio en él, sino que también se hace cargo de la dificultosa panorámica a la que se enfrentan actores y actrices tras concluir la carrera de actuación, debido a la poca empleabilidad que esta posee, sobre todo en un país con baja industria cinematográfica, televisiva y cultural, como Chile.

Frente a esto, es posible considerar esta instancia como una notable iniciativa gestionada por el sindicato de actores, sobre todo porque articula una situación de trabajo real para estos egresados, puesto que se enfrentan a un proceso distinto al de su escuela, se muestran frente a una audiencia crítica y, por sobre todo, viven el oficio desde la realidad, lo que al mismo tiempo moviliza que actúen como profesionales y expongan sus propuestas escénicas a diferentes jurados que ya están instalados en el medio teatral: productores, directores, actores con trayectoria. Realmente hay que celebrar este acierto por parte de la organización.

[cita tipo=»destaque»]Sería pertinente que existiera una asignatura vinculada a la empleabilidad para el actor, y preparar a los estudiantes en otros ámbitos, aparte de actuar, porque no basta con hacer las obras: hay que venderlas, hay que saber de marketing, publicidad, programas digitales para promocionar las obras, especialmente cuando pensamos en que se trata de una disciplina que, en Chile, requiere de mucha autogestión.[/cita]

El festival Exit celebrará su séptima versión desde el 1 de marzo al 2 de abril, las funciones son a las 20:30 horas, en la Sala de Sidarte.

En esta versión se han presentado y se presentarán obras de gran calidad escénica, que en su factura, se distinguen claramente como piezas que no tienen distinciones con obras provenientes de una compañía profesional, sino que son montajes de gran producción y profesionalismo, en cuanto a la escenografía, vestuario, y actuaciones. Esto se debe a que los egresos en las escuelas quedan a cargo de directores insertos dentro la escena contemporánea, tales como; Gonzalo Pinto, con Tres Marías y una rosa (Escuela de Teatro Instituto Prof. Arcos). Allí, el director traslada esta obra al lenguaje actual, jugando con la música, imágenes y el sentido del humor, siendo el rol de la mujer la temática principal.

Jesús Urqueta, con Juegos a la hora de la siesta (Escuela de Teatro Instituto Prof. AIEP), desarrolla una mirada propia sobre este clásico. Franco Toledo , por su parte, dirige Egreso de nosotros (Escuela de Teatro La Olla) junto a la asistencia de dirección de Carlos Donoso. En este trabajo -que se presenta el 07 y 08 de marzo- la dramaturgia del autor uruguayo Gabriel Calderón, través de un humor irónico, aborda lo que se esconde tras los valores católicos y los prejuicios sociales que enfrentan en un pueblo fervientemente religioso.

Los Hermanos Ibarra Roa, con Emile Dubois (Escuela de Teatro Instituto Prof. Los Leones) estarán el 10 y 11 de marzo, con una particular lectura sobre el caso del primer asesino en serie chileno.

Aliocha de la Sotta, a cargo de Doña Ramona (Escuela de Teatro Universidad Finis Terrae) trae una obra que, apoyada de su gran estética, en lenguaje coral y con imágenes escénicamente bien estructuradas, revela el pensamiento de una época que fundó el Chile actual. Se presenta el 13 y 14 de marzo.

Los hermanos Ibarra Roa repiten esfuerzos el 16 y 17 de marzo, con el egreso de la Escuela de Teatro Universidad Arcis. Juan Carlos Montagna, trabaja la obra Máquina Hamlet, una reflexión del clásico de Shakespeare con los egresados de la Escuela de Teatro Universidad Católica de Chile, el 19 y 20 de marzo.

Gonzalo Cid, a su vez, asume el trabajo con Huellas rotas (Escuela de Teatro Universidad UNIACC) el 22 y 23 de marzo.

Trinidad González, por su parte, se inserta en este festival con Dramatik que da paso a una visión de la puesta en escena a través de la reflexión sobre la propia disciplina (Escuela de Teatro Universidad Católica de Chile) 29 y 30 de marzo.

Finalmente, Jimmy Daccarett dirige Ivonne o la incomodidad del silencio (Escuela de Teatro Universidad UNIACC)que se presentará 1 y 2 de abril.

El festival Exit, nos recuerda a todos, la importancia del arte en general y del teatro en particular, la rigurosidad que supone esta disciplina y los múltiples escollos que deben superar quienes toman este camino; cuando un joven le dice a sus padres que quiere estudiar teatro, es mejor que no nos imaginemos la cara de estos, conforme a su enorme preocupación, puesto que imaginará a su hijo sin futuro y sin estabilidad; es algo preocupante y, por cierto, esa palabra es compleja para los actores: “estabilidad”.

No deja ser real tal preocupación, debido a que es una carrera difícil, de formación continua, competitiva y que se desarrolla en un medio donde hay que crear el trabajo. Por lo mismo, actores y actrices, en general, tienen un sello que los diferencia de otros profesionales, pues, son -en general- luchadores, rigurosos, “busquillas” y eso es una característica fascinante que entrega la formación a la que se ven sometidos durante la carrera.

Vale la pena reflexionar en torno a que tal como Sidarte comienza a hacerse cargo de la dignificación del trabajo de los actores. Las escuelas de teatro (de todo tipo) debiesen hacerse cargo del contexto cultural chileno e involucrarse más en la salida laboral de sus egresados, puesto que en Chile hay una realidad extraordinariamente adversa cuando hablamos de educación, memoria, cultura, en fin, de arte. Por la misma razón, sería pertinente que existiera una asignatura vinculada a la empleabilidad para el actor, y preparar a los estudiantes en otros ámbitos, aparte de actuar, porque no basta con hacer las obras: hay que venderlas, hay que saber de marketing, publicidad, programas digitales para promocionar las obras, especialmente cuando pensamos en que se trata de una disciplina que, en Chile, requiere de mucha autogestión, la realidad demuestra que un actor, para una compañía de teatro, termina haciendo todos los oficios vinculados a ello, pues suele no haber suficiente presupuesto.

Por cierto, contra lo que podría pensarse, en otros países de larga tradición teatral, en las escuelas más prestigiosas, cursos de ese tipo existen, son notoriamente importantes dentro de la malla curricular y nadie los ve prejuiciosamente, pues se entiende que esto es parte necesaria de una carrera con estas condiciones.

El festival de teatro Exit es absolutamente recomendable, como una modalidad amigable de acercarse al teatro, de entender como los jóvenes muestran sus lenguajes y se expresan a través de esta disciplina, también para visualizar nuevas tendencias artísticas y, por sobre todo, ser parte de esta celebración; acompañando a jóvenes que no sólo toman decisiones apropiadas al mercado ni a las estadísticas, sino generar una voz a través del arte, expresar ideales y aportar a la cultura, lo que es una gran esperanza a nivel país.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad

Tendencias