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Gonzalo Rojas Sánchez: «Óscar Landerretche, un economista que es un verdadero humanista» Crítica de libros de actualidad: Vivir Juntos. Economía, política y ética de lo comunitario y lo colectivo.

Gonzalo Rojas Sánchez: «Óscar Landerretche, un economista que es un verdadero humanista»

El mayor desafío que plantea el libro es la discusión sobre el modo en que deben construirse (o reconstruirse o mejorarse o incluso, eliminarse) lo que el autor llama “los siete espacios sociales estratégicos”. Ahí, en el modo sutil en que Landerretche propone interacciones para el aula, el campus, la empresa, el sindicato, el mercado, la innovación, el barrio, el territorio, la pantalla, el medio, la agencia, el ministerio, el partido y el movimiento, podemos confluir todos, conservadores. liberales, socialcristianos y socialistas en una enriquecedora discusión.


Por fin: un economista que es un verdadero humanista; un economista que logra darse a entender con tanta claridad cuando explica las rentas de intercambio como cuando usa el cine o la novela para graficar sus tesis. Se agradece el esfuerzo, se reconoce el exitoso resultado.

Hegeliano nos dice Landerretche que él es hoy. No está tan claro. Hay momentos en que es mucho más roussoniano que hegeliano, pero en todo caso, es valioso que el autor se mueva en esas coordenadas y las declare, aunque no se haga cargo seriamente del fracaso de uno de los últimos hegelianos confesos, o sea del desfonde de las teorías de Fukuyama sobre el fin de la historia y el último hombre (incluso, algún grado de acuerdo hay, ya que Landerrectche afirma en las páginas finales lo difícil que será derrotar al capitalismo).

En todo caso, el libro es efectivamente dialéctico, porque Landerretche va despojando de valor -sucesivamente- a la clase social en su concepción marxista clásica y a Dios, en la concepción sobrenatural del cristianismo. Lo que el autor ha hecho intelectual y vitalmente, cree y desea que sea también el modo en que se estén comportando las sociedades del presente.

Algo de esto, aunque no esté citado por Landerretche, lo habíamos leído hace muchos años en Augusto del Noce, un socialcristiano, en su Agonía de la sociedad opulenta, donde el italiano afirmaba que tanto la religión como el marxismo eran los dos enemigos a los que procuraba derrotar la sociedad capitalista del bienestar, de la opulencia.

Ciertamente la diferencia de Landerretche con del Noce está en la valoración que cada uno otorga a ese doble conflicto.

Aunque a veces suenan en Vivir Juntos acordes que recuerdan melodías de El Otro Modelo de Atria, Couso et al., la diferencia es grande. Landerretche se mueve en un registro de auténtica generosidad conceptual y programática: deja muy atrás las miradas cortoplacistas   -pero pretenciosas de eternidad-   que se proponen en El Otro modelo. Por eso resulta mucho más agradable a la inteligencia y a la sensibilidad el tratamiento que Landerretche da a lo que él llama “el problema comunitario y colectivo”, aproximación humana y matizada, tan distinta del modo en que está tratado el fenómeno en El Otro Modelo, bajo la denominación de “el régimen de lo público”, mirada sistémica e ideológica.

El mayor desafío que plantea el libro es la discusión sobre el modo en que deben construirse (o reconstruirse o mejorarse o incluso, eliminarse) lo que el autor llama “los siete espacios sociales estratégicos”. Ahí, en el modo sutil en que Landerretche propone interacciones para el aula, el campus, la empresa, el sindicato, el mercado, la innovación, el barrio, el territorio, la pantalla, el medio, la agencia, el ministerio, el partido y el movimiento, podemos confluir todos, conservadores. liberales, socialcristianos y socialistas en una enriquecedora discusión.

Desde ya, desde el conservantismo, le diríamos al autor que nos cuesta entender la ausencia del colegio profesional y de la iglesia, de la familia y del club… aunque algunas referencias haya hacia el resurgimiento de “estructuras de significado” de tipo religioso en diversas naciones, entre aquellas espumas que nos propone para cobijar a las diferentes atmósferas de acción común.

En la discusión podrá dilucidarse qué nos conviene más, qué es lo propiamente humano: si lo comunitario, lo colectivo o lo social. ¿Socialcristianos, socialistas o conservadores?

Óscar M. Landerretche M., Vivir Juntos. Economía, política y ética de lo comunitario y lo colectivo.

Debate. Penguin Random House.

Santiago, 2016.

427 págs.

Gonzalo Rojas Sánchez

Profesor Universitario

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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