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«La unión», el proyecto de baile social que pretende despertar la conciencia colectiva de los santiaguinos La iniciativa se llevará a cabo en la terraza del Espacio Cultural Nave, en el barrio Yungay

«La unión», el proyecto de baile social que pretende despertar la conciencia colectiva de los santiaguinos

Este domingo y el 29 de mayo, durante más de una hora, un grupo de Dj’s, músicos, artistas y actores, harán bailar al público en en el centro cultural consagrado a la danza. El objetivo principal de este proyecto es ser «una inyección de vitalidad para los cuerpos de los chilenos. Busca transformar cuerpos agotados y cansados en cuerpos afectivos y solidarios», según el impulsor de la iniciativa, el arquitecto y artista Raúl Hott.


Una singular experiencia que convoca a los habitantes de Santiago a unirse mediante el baile se realizará el próximo domingo en el Espacio Cultural NAVE del barrio Yungay.

Se trata de un evento gratuito llamado «La Unión», que se realizará a partir de las 17:00 horas en la terraza del lugar, ubicado en Libertad 410 (Metro Cumming). Durante más de una hora, un grupo de Dj’s, músicos, artistas y actores, harán bailar al público.

El baile además se repetirá, a la misma hora, el domingo 29 de mayo. La entrada es gratuita y será por orden de llegada, con un máximo de 120 asistentes.

El objetivo principal de este proyecto es ser «una inyección de vitalidad para los cuerpos de los chilenos. Busca transformar cuerpos agotados y cansados en cuerpos afectivos y solidarios», según el impulsor de la iniciativa, el arquitecto y artista Raúl Hott.

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Baile social

«En mi trabajo utilizo la fiesta como ‘medium’ y este proyecto era la oportunidad de llevar la fiesta a otro nivel, y se transformó en una instancia para pedir ‘la unión'», dice Hott. «Y en este caso, pedimos a través del baile, como un mantra, una meditación o una oración»,

Los asistentes pueden bailar de forma libre, solos o en grupo. No se necesitan dotes profesionales, solo ganas.

«La ‘unión’ significa muchas cosas, hay diferentes tipos de uniones, y muchas cosas se pueden unir. Este proyecto es abierto y busca que cada participante le otorgue el significado que desee. Bailamos por la unión, y para la unión. Construimos una identidad colectiva bailando. Buscamos generar conciencia de que no existe divisibilidad entre el ‘yo’ y ‘los otros’. Estamos conectados. Es un lugar donde se suman todas las identidades para construir una identidad mayor», dice.

Para esta actividad además se ha invitado a la Casa de la Mujer de Renca Huamachuco a participar de estos eventos. Su presidenta, Aída Moreno, comenta que se trata de «una oportunidad para que nosotras las mujeres, de las poblaciones, podamos tener una actitud diferente frente a la vida -porque a veces somos tan cohibidas- además de poder formar lazos con distintas personas».

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Raúl Hott (Foto: Espacios Revelados)

Propuesta necesaria

Este proyecto fue seleccionado por NAVE -en su calidad de Centro de Creación y Residencia- a través de su Convocatoria Nacional Permanente. Angie Vial, co directora artística de NAVE, explica que uno de los puntos que los llevó a elegirlo es la participación del público, dejando el espectador de ser un sujeto observador e involucrándose para ser una parte activa de la experiencia.

«Esta propuesta creemos que es interesante y necesaria, porque uno de nuestros objetivos es que la comunidad, tanto del barrio como local, puedan acceder al movimiento y experienciar las dinámicas del cuerpo», afirma.

Para los miembros de NAVE además resultaba interesante que Hott venga de una disciplina que no es la danza y tiene una mirada nueva sobre lo que implica el movimiento.

«Nosotros queremos apoyar los proyectos transdisciplinarios para que se creen nuevas prácticas. Por esto es congruente apoyar la residencia de ‘La Unión'», expresa.

Buena experiencia previa

Este proyecto fue recientemente parte del festival artístico Espacios Revelados, con tres fechas en diferentes espacios públicos con un éxito de asistencia y participación. Se bailó en Plaza Brasil, Parque los Reyes y en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos.

En esa oportunidad «nos acompañó un público sumamente diverso y transversal, y la gente lo goza muchísimo y se sienten en confianza. Para este proyecto, busco que la obra misma sea el goce, el disfrute, el placer y la felicidad de estar juntos. Es la sensación de estar inmerso en una multitud que celebra, donde la energía esta a mil», dice Hott.

Para él, no existe una cultura «fuerte» de ocupación de espacios públicos, y por ende los asistentes lo consideran también como una oportunidad de tomarse los espacios y de tener la experiencia de bailar en grupo y hacer rondas con personas con las cuales nunca hubiesen imaginado compartir.

«Muchos inmigrantes de países vecinos nos han acompañado en todas las fechas, y se sienten agradecidos de la instancia», remata. «Pienso que el proyecto tiene la capacidad de generar sentido de pertenencia y de generar identidad colectiva».

Larga experiencia

Hott es un artista, arquitecto y productor cultural que hace trabajo en torno al cuerpo. Posee un Master in Fine Arts (MFA) en New Forms del Pratt Institute de Nueva York. Hott diseña experiencias colectivas para espacios públicos y ambientes naturales. Sus proyectos son participativos, y utilizan sonido, música y baile para activar cada experiencia. Proyectos como “The Open Body” y “Birders” han tenido gran afluencia de publico y de gran diversidad multicultural.

«Vengo desarrollando experiencias colectivas en espacios públicos desde hace tres años, tanto en Nueva York como ahora en Chile», cuenta. «Creo que necesitamos de experiencias e instancias colectivas donde poder encontrarnos. Como país tenemos una historia compleja, y pienso que nos cuesta tener y asumir una identidad colectiva».

Para Hott, el cuerpo de los chilenos «se observa muy agotado y ausente, y el arte puede tener un tipo de agencia en despertar y detonar conciencia, y un cambio social».

«Para este proyecto investigué la historia de liberaciones colectivas que hemos tenido desde que el país entró a democracia. Y son muy pocas. El fútbol siempre lidera cualquier celebración, lo que me parece bastante triste ya que la ‘fiesta’ es esencial para la cultura de un país, y nos hace mucha falta tener fiestas comunitarias. De esta forma, nos propusimos diseñar una instancia donde los chilenos se puedan distender dentro de un contexto positivo».

Por otra parte, a partir del 2016, Hott es parte del grupo de artistas “Bank of No” que ha desarrollado acciones políticas en el Laiki Bank de Nicosia en Chipre, tras ser cerrado por la crisis financiera de Grecia. La práctica de Hott es colectiva y colaborativa, en la cual han participado un rango ampliamente multidisciplinar de artistas provenientes de la danza, teatro, producción musical y el diseño gráfico. Su trabajo ha sido expuesto en Point Centre for Contemporary Art, Mykonos Biennale, Art in Odd Places Festival, Trestle Gallery, Ed. Varie Gallery, Blackburn 20/20 Gallery, Toronto Design Offsite Festival, Governors Island Art Fair y Brooklyn Zen Center, entre otros.

Proyecto colaborativo

Este proyecto colectivo y colaborativo, es posible gracias a un equipo de 10 artistas de diversas disciplinas: teatro, danza, sonido y diseño. Entre otros participan Sandra Araya, Xoana Baz, Ana Corbalán, Luis Corvalán, Cristina Gómez Penna, Moisés Hazan, Sofía Hott, Joaquín Juricic, Benedicto López y Andrés Zanetta.

El proyecto además cuenta con el patrocinio de Fundación América y Fundación Honra. La historiadora y curadora Daniela González de Fundación América ha realizado un trabajo de gestión con diferentes organizaciones sociales de Santiago con el fin de hacer de La Unión un lugar de integración e inclusividad total.

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