Crítica musical
La obra fue coronada con la designación de artista de 94 años como «persona pública distinguida» de la comuna de Providencia, titulo entregado por la alcaldesa Josefa Errázuriz.
Sylvia Soublette no deja de sorprender. Con mas de 90 años sigue sin cesar en su carrera profesional formando cantantes y organizando espectáculos de gran categoría.
Cultura + Ciudad de El Mostrador tuvo la posibilidad de asistir a la única función del Oratorio barroco en el Teatro Oriente el jueves de Jepthé del compositor italiano del siglo XVII Giacomo Carissimi. Resultó emocionante verla aparecer en el escenario del brazo del concertino Hernán Muñoz.
La leyenda de Jepthé es un oratorio que fue escenificado en una versión de la propia Soublette con sencillos elementos escenográficos, con un vestuario adecuado y de época, apoyada por el joven director de escena Felipe Molina y cuya producción general estuvo a cargo de Rebeca Domínguez.
Con pocos recursos pero grandes voces, en un escenario minimalista la versión fue un éxito. La orquesta barroca ubicada en el sector derecho del escenario fue un excelente soporte al drama bíblico.
Jepthé lucha contra los Amonitas ofreciendo su victoria a Dios y en caso de resultar vencedor dar en Holocausto a la primera persona que lo vaya a saludar. Resulta triunfante y para su desgracia, su alegría de la batalla ganada se tiñe de dolor cuando su única hija sale a su encuentro, con lo que Jepthé debe cumplir su promesa y ordenar que la joven virgen debe morir.
Cristián Moya a cargo de Jepthé y Jeanette Pérez como la hija resultaron ser muy sólidos en estos roles. Muñoz tiene un registro con un amplio abanico de posibilidades vocales las que abundan en hermosura y emisión generosa. Es un placer escucharla.
Estos roles son apoyados por las damas a cargo de las sopranos Virginia Barrios y Daniela Matamala. Ambas lograron una excelente sincronía vocal y gran presencia escénica. Los Historicis a cargo del tenor Igor Hernández y del bajo Leo Aguilar completan con decoro a los solistas. El coro Ensamble Vocal de Valparaíso a cargo del director Bernardo Vargas cumple a cabalidad su cometido lo mismo que el relator Felipe Molina.
El proyecto rompe varios paradigmas ya que tiene la virtud de hacer dialogar a los músicos porteños y capitalinos, demuestra que se puede lograr gran belleza escénica con pocos recursos, que el barroco está mas vigente que nunca y que una mujer de mas de 90 años dirija un proyecto musical con casi 50 personas lo transforma en todo un hito.
La obra fue coronada con la designación de artista de 94 años como «persona pública distinguida» de la comuna de Providencia, titulo entregado por la alcaldesa Josefa Errázuriz.
