Viernes 30 de septiembre. Paseo Bulnes esquina Alonso Ovalle
El propósito, tras la iluminación de los surcos de bala del Paseo Bulnes -tal como las acciones de arte que se hicieron de forma constante y organizada en la década de los 80-, busca sensibilizar y sacar de la indiferencia a las personas que transitan a diario por este lugar, «dotando a este espacio de la memoria histórica que posee y evidenciando los mecanismos de poder que operan sigilosamente en los hechos de violencia».
La intervención partió el 2013 bajo el nombre de Velatón Laser. La idea surgió como una forma de evitar cualquier intento de tapar los vestigios de la violencia del 11 de septiembre de 1973 en los muros de los edificios del Paseo Bulnes. La versión 2016 llega con un nuevo nombre «Bulnes Intervenido», pero con el mismo foco: iluminar las huellas del Golpe para preservar la memoria.
¿Por qué no callar –la memoria, los recuerdos, las voces-? Esta es la pregunta central de la cuarta versión de Bulnes Intervenido, acción artística colectiva que reúne a personas para iluminar con punteros láser las huellas de balas ubicadas en el barrio cívico, extrapolándolo a las diferentes manifestaciones cotidianas de violencia que encontramos hasta hoy.
Según los organizadores de la intervención urbana, la acción de arte se establece como espacio para instar la memoria y «contribuir a que las nuevas generaciones tengan un acercamiento a esta parte de la historia, desde una mirada vivencial, directa, espontánea y emotiva en este y muchos otros espacios que se espera, puedan proliferar en diversos espacios, lugares, formatos, temas».
El propósito, tras la iluminación de los surcos de bala del Paseo Bulnes -tal como las acciones de arte que se hicieron de forma constante y organizada en la década de los 80-, busca sensibilizar y sacar de la indiferencia a las personas que transitan a diario por este lugar, «dotando a este espacio de la memoria histórica que posee y evidenciando los mecanismos de poder que operan sigilosamente en los hechos de violencia».
«La experiencia sensible del arte permite detenerse y abrir espacios de conexión entre las historias propias y las ajenas, generando una complicidad que se compromete desde el cuerpo al recuerdo. Una mano sostiene un puntero láser y apunta a la distancia a una huella de bala que está sobre ese edificio: ese cuerpo representa a un militar con un fusil y entonces la mente completa el vacío que sostiene esta acción. Comienza entonces a imaginar posibles conexiones; ¿cómo llegaron esas huellas ahí?, ¿había personas en las ventanas?, ¿se defendieron?, ¿cómo resistieron?, ¿qué tipos de armas utilizaron?, ¿habrán caído muertos por los balcones»,explican los organizadores en su página web.
Esta versión de la intervención urbana -abierta a todo público- convoca nuevamente a todos quienes deseen sumarse a la jornada que se realizará el 30 de septiembre a contar de las 19:00 hora, donde además de la utilización de los láser, la intervención contará con dispositivos de audio y otros elementos para generar un ambiente propicio para dialogar y conversar respecto a la violencia de la dictadura y de sus huellas en el periodo democrático.
