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Andrea Moro, neurocientífico italiano y los límites de nuestro cerebro para adquirir lenguas imposibles El especialista es uno de los invitados al Festival Puerto de Ideas

Andrea Moro, neurocientífico italiano y los límites de nuestro cerebro para adquirir lenguas imposibles

Uno de los mayores descubrimientos de la lingüística moderna es que toda gramática cumple estrictamente con una serie de “principios universales”. Para comprender si estos son biológicos, culturales o accidentales, la neurociencia desarrolló experimentos en los que creó lenguas artificiales e imposibles. Los resultados sugieren que existe un límite biológico que imposibilita al cerebro humano para adquirir lenguas que violen esos principios universales.


¿Tienen todos los idiomas unos principios universales? ¿Son estos biológicos o culturales? Éste será uno de los temas que se tocarán este fin de semana en el festival Puerto de Ideas, que reunirá en Valparaíso a medio centenar de científicos y especialistas de todo el mundo.

Uno de ellos será el lingüista y neurocientífico italiano Andrea Moro (Pavia, 1962), que estará el sábado 12 a las 10:30 horas en la Escuela de Derecho de la Universidad de Valparaíso, con la ponencia «Los límites de Babel: el enigma de las lenguas imposibles».

Uno de los mayores descubrimientos de la lingüística moderna es que toda gramática cumple estrictamente con una serie de “principios universales”. Para comprender de dónde provienen o qué determina si estos principios son biológicos, culturales o accidentales, la neurociencia desarrolló experimentos en los que creó lenguas artificiales e imposibles y estudió qué sucedía con nuestro cerebro ante ellas.

Los resultados de estas investigaciones sugieren que existe un límite biológico que imposibilita al cerebro humano para adquirir lenguas que violen esos principios universales.

Dilatada trayectoria

Moro posee una dilatada trayectoria. Es profesor de lingüística y responsable de la Facultad de Ciencias de la Scuola Superiore Universitaria (IUSS), así como director del Center for Neurocognition, Epistemology and theoretical Syntax (Nets), ambas ubicadas en Pavia, Italia.

Ha realizado grandes contribuciones a la teoría de la sintaxis y los correlatos neurológicos de sintaxis con el cerebro y publicado numerosos artículos en revistas internacionales, incluyendo la revista Nature Neuroscience. Autor de Breve historia del verbo ser (Adelphi, 2010), y Lenguas imposibles (MIT Press, 2016), entre otros, en 2014 obtuvo el Premio Internacional Le Cattedrali Letterarie Europee.

Para este especialista es imposible concebir al ser humano sin el lenguaje. «Creo que una persona se define por la capacidad de usar el lenguaje; no existe nadie que no tenga esta capacidad, como Descartes dijo explícitamente», comenta a El Mostrador C+C

«Por otra parte, debemos ser cuidadosos al adoptar esta posición, porque no queremos excluir a las personas que, por diferentes razones, no son capaces de usar el lenguaje, por alguna razón», señala. «Así que, deberíamos decir que la definición abstracta de una persona humana debe incluir el lenguaje, pero esto puede perderse durante su vida, manteniendo el estatus de persona».

Más adelante que Nietzsche

A la hora de descomponer el idioma en lo que son las palabras, Moro estima que estamos más adelante que la definición nietzscheana de que «cada concepto es una metáfora».

«Nietzsche adoptó un concepto de ‘palabra’ que no es refinado como sí lo es hoy, es muy diferente, inconmensurable», afirma. «Por esta razón, es muy difícil decir que cada si acaso cada palabra puede ser una metáfora».

«Seguramente, parece ser necesario construir la noción de metáfora en las lenguas humanas, pero para entender esta relación todavía necesitamos decidir lo que queremos decir con ‘palabra'», dice. «Con respecto a la noción de ‘concepto’, esto es incluso más complejo y probablemente no perteneciente a la lingüística».

Para el italiano las palabras son instrucciones para la mente: pueden ser usadas o probadas con la realidad, pero no hay una directa relación entre ellas y el mundo físico. En su opinión, esto puede ilustrarse con mucho casos, incluyendo, por ejemplo, el hecho de que a través de las lenguas existe una tendencia a encontrar convergencia en la parte del mundo que necesita un nombre.

Palabras sin definición

«Además, obviamente hay palabras –llamadas ‘palabras funcionales’- que contienen instrucciones lógicas que no puede ser inferidas de la realidad: me refiero a palabras como los artículos, o las conjunciones como ‘si acaso'», complementa.  «Es notable que estas palabras son adquiridas por los niños desde muy temprano, a pesar del hecho de que la mayoría de los adultos y científicos no comprenden cómo definirlas explícitamente».

Como conclusión, Moro destaca que aunque hay principios que rigen el lenguaje humano, «no sabemos exactamente cuáles son».

«Por otra parte, estamos en misma situación que los físicos: sólo nos podemos acercar a los principios de manera progresiva, y nunca saber si necesitan ser refinados; por otro lado, no podemos aplicar el mismo enfoque cuantitativo como se hace en la ciencia empírica», afirma.

«Los lingüistas formales, y particularmente en la sintaxis formal, se basan en un código específico que ha sido establecido en la segunda parte del siglo 20, por académicos como Noam Chomsky y Richard Montague y hoy en día está siendo constantemente refinado».

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