Reseña literaria
Toda la escritura de Marchant está atravesada por la biografía, pero ésta no como anécdota sino como aquel trauma que supuso el 11 de septiembre de 1973, marca y borradura bajo la que otros escritores e intelectuales permanecieron.
1. Sobre Árboles y Madres de Patricio Marchant fue publicado en 1984. Sufrió el sino de ser un libro resistido aunque leído por el cerrado grupo de la academia literaria y filosófica del momento. La misma que le atacó rabiosamente como Jorge Guzmán o José Miguel Vicuña con los que mantuvo abiertas polémicas en los restringidos medios escritos de la época, o lecturas mucho más abiertas como las de Pablo Oyarzún y Willy Thayer, que en conjunto en 2000 editan —una década luego de la muerte de Marchant— Escritura y Temblor (Cuarto Propio), una colección de ensayos donde insiste y amplía sus investigaciones.
2. Es difícil ingresar a la escritura marchantiana, aprehenderla. No es sencillo superar sus oraciones subordinadas y concatenadas, la abusiva proliferación de comas, guiones y otros grafemas que dibujan cada uno de sus textos. Baeza no pretende escribir un manual de lectura, ni ser una introducción a su pensamiento, más bien Firmar Marchant es una extensión de la misma rúbrica: avanzar sobre ciertos puntos que Marchant notó pero cuyo desarrollo estancó, ya sea por enfocarse en otros objetos más inmediatos de análisis o porque su escritura le impedía volcarse a ellos.
3. Por lo anterior, Baeza no pretende allanar su propia escritura. Extrema los recursos y pone cursivas en sus citas acentuando rasgos que Marchant deja pasar, indagando en las grietas del discurso que éste propuso. Así, la primera parte de su libro se mueve en la pantanosa operación de esclarecer la función que la firma tiene para Marchant, en tanto forma ejemplar de señalar y apuntar los objetos que el temblor de su escritura hacen emerger, la imperiosa necesidad que tiene Marchant de hacer manifiesto el poema que el inconsciente concentra con un doble movimiento: muestra escondiendo.
4. La operación que Marchant intenta —aquello contra lo que él mismo se enfrenta— es desmontar los aparatos teóricos de la academia chilena. Toda vez que él participaba de ellos a través de su trabajo en el recordado Instituto de Estudios Humanísticos de la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Chile. En un momento de silencio y violencia, Marchant quiere plantear al estudio del psiconálisis como marco a través del cual pensar lo nacional. “El psicoanálisis, no como una ciencia particular, sino como el “origen”, “la condición de posibilidad” de toda ciencia, antes que eso, de todo hablar: poética primera”, recalca en Sobre Árboles y Madres, con la salvedad de ir más allá de Freud y su lectura del Edipo enquistado en el inconsciente, tomando prestado conceptos como el aferrarse-a y la pérdida originaria de la madre como motores de la actividad psíquica.
5. Baeza ha dictado variados cursos universitarios sobre el pensamiento marchantiano, y este libro lo deja en evidencia. Cada sutil movimiento en la cadencia de Sobre Árboles y Madres excita la atención de Baeza: las fechas de sus anotaciones cual diario de vida, el ritmo de las marcas de las M.M. en la parte superior o las insistencias en la quema de palabras y el por qué de sus elecciones, agregando lecturas particulares para obras pictóricas distintas al mentado Retablo de Isenheim al que Marchant tanto interés pone. Baeza no escatima recursos gráficos ni fuerzas lectoras, es un detective siguiendo cada hebra posible: su trabajo es pulcro porque obstinado.
6. Toda la escritura de Marchant está atravesada por la biografía, pero ésta no como anécdota sino como aquel trauma que supuso el 11 de septiembre de 1973, marca y borradura bajo la que otros escritores e intelectuales permanecieron. El estilo peculiar e imbricado de Marchant supone la búsqueda y el desarrollo de una forma, de un modo del habla y la investigación cariñosa y a la vez rigurosa de Baeza devela sus mecanismos, insistiendo en sus mañas, haciéndose otro nombre igualándolo al de Marchant: tal como en algún momento el autor de Sobre Árboles y madres acaba asimilando su nombre con el del poeta Mistral, la poeta que de tanta ronda infantil había sido relegada a la enseñanza primaria únicamente. El rescate de Marchant tiene una doble impronta: hacer hablar a Mistral y conseguir que en el régimen del silencio él mismo pudiese hablar. La labor actual de Firmar Marchant no se queda atrás en este empeño.
7. El trabajo de Firmar Marchant es concienzudo y delicado, al menos en cómo desentraña la labor de la cual se nutre. La novedad en este texto es justamente centrarse en uno de los más importantes y a la vez más subrepticios libros que en dictadura fueron escritos —y en toda época, cabría agregar. Por lo mismo, la editorial Doble Ciencia acierta nuevamente tanto en su dedicado apartado gráfico, óptimo para un texto de esta complejidad, como también dando cabida a escrituras que, aunque parezcan de nicho, lo que pretenden es ampliar y de-volver los ojos a una obra mayor del pensamiento chileno, de su poesía, el contenido que subyace a toda ella y la peculiar forma que tenemos de habitar.
Rodrigo Salgado es autor en loqueleimos.com
